Sementera: 312 litros de grano - citaREA
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DAN — 447 — DAN<br />
narse, burlando la vigilancia <strong>de</strong>l cabrero, por<br />
dispuesto que sea. La acción <strong>de</strong>structora <strong>de</strong><br />
las cabras es siempre constante, porque no<br />
temen los efectos <strong>de</strong> los agentes atmosféricos,<br />
ni aun en las horas <strong>de</strong>l día en que los rigores<br />
<strong>de</strong> la intemperie reducen las otras especies á<br />
la quietud y al sueño. A<strong>de</strong>más, la cabra tiene<br />
tanta fuerza al manotear, <strong>de</strong>fendiéndose <strong>de</strong> los<br />
insectos alados, que <strong>de</strong>scubre las raíces y aun<br />
troncha las guías más lozanas. Así es que para<br />
conciliar su cría con la multiplicación <strong>de</strong> las<br />
plantas leñosas, se han propuesto diferentes<br />
medios; pero <strong>de</strong> cuantos se han ensayado, hasta<br />
ahora ninguno ha tenido un resultado favorable<br />
, aunque se ha recurrido á los violentos y<br />
extraños <strong>de</strong> cortarle los tendones <strong>de</strong> los músculos<br />
flexores <strong>de</strong>l pie. 151 método más sencillo <strong>de</strong><br />
los que se han imaginado hasta el día para aminorar<br />
los daños <strong>de</strong> las cabras, consiste en poner<br />
un lazo ó traba con una cuerda <strong>de</strong>s<strong>de</strong> uno<br />
<strong>de</strong> sus cuernos á la pata <strong>de</strong>l mismo lado; mas<br />
los cabreros tienen buen cuidado en quitar el<br />
lazo á las cabras así que vuelven las espaldas<br />
los guardas <strong>de</strong> los montes.<br />
Los legisladores han tratado en todas épocas<br />
con la mayor severidad á las cabras, vedando<br />
su entrada en los montes públicos é<br />
imponiendo fuertes multas á los transgresores;<br />
pero á pesar <strong>de</strong> este rigor sigue siendo este<br />
ganado el azote <strong>de</strong> los montes españoles, por<br />
la impunidad en que quedan los dañadores, á<br />
quienes por influencias que no es <strong>de</strong>l caso<br />
citar, no se les aplica todo el rigor <strong>de</strong> la ley.<br />
En Francia está prohibida la entrada <strong>de</strong>l ganado<br />
cabrío en todos los montes públicos, á<br />
excepción <strong>de</strong> los prados cerrados.<br />
Ganado caballar.—Después <strong>de</strong>l cabrío, éste<br />
es el ganado más perjudicial á los montes.<br />
Apetecen los caballos las hojas y brotes tiernos<br />
<strong>de</strong> los árboles y arbustos, y son los que<br />
más daño hacen con el casco, por su gran superficie<br />
y por la lentitud con que pastan. El<br />
caballo pone la mano <strong>de</strong>recha más a<strong>de</strong>lantada,<br />
y empieza <strong>de</strong> este modo á pastar; cuando no<br />
alcanza, se arrodilla con la mano a<strong>de</strong>lantada,<br />
y comprime los tallos <strong>de</strong> las plantas con el<br />
casco, caña y rodilla. Al marchar coloca el<br />
talón <strong>de</strong>l casco don<strong>de</strong> tenía la lumbre <strong>de</strong> la<br />
herradura, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> resulta una senda cuyas<br />
dos líneas paralelas están indicadas por las<br />
huellas, que <strong>de</strong>struyen mucha hierba. En las<br />
<strong>de</strong>hesas bien dirigidas se suelen escardar estas<br />
huellas, para favorecer el crecimiento <strong>de</strong>l pasto.<br />
Para evitar estos efectos se ha propuesto<br />
en algunos puntos, y se practica en muchos,<br />
que el ganado caballar entre trabado en el<br />
monte; pero a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que esta práctica hace<br />
que los caballos se vuelvan estevados, tiene<br />
también el gran inconveniente <strong>de</strong> que hacen<br />
con los saltos hoyos muy profundos. A<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> todo esto, los animales que, como el caballo<br />
y el asno, tienen incisivos en las dos mandíbulas,<br />
<strong>de</strong>spuntan con más facilidad la hierba<br />
corta que los que carecen <strong>de</strong> ellos. Por esta<br />
razón el caballo escoge la hierba más fina, y<br />
<strong>de</strong>ja que se multiplique y fructifiqué la más<br />
tosca, y en esto consiste precisamente que<br />
empeoren los pastos exclusivamente <strong>de</strong> caballos,<br />
y <strong>de</strong> aquí la necesidad <strong>de</strong> alternar en<br />
ellos el ganado caballar con el vacuno.<br />
Las ínulas son tan poco <strong>de</strong>licadas que apetecen<br />
toda clase <strong>de</strong> hierbas, y en el mayor<br />
número <strong>de</strong> casos suelen ser muy útiles en los<br />
bosques don<strong>de</strong> pastan, porque comen las hierbas<br />
<strong>de</strong> los sitios bajos, casi siempre poco nutritivas<br />
y muchas veces perjudiciales.<br />
Ganado vacuno.—Los rumiantes, careciendo<br />
<strong>de</strong> incisivos en la mandíbula anterior, no<br />
pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>spuntar sino con dificultad las hierbas;<br />
y el ganado vacuno, teniendo los labios<br />
muy gruesos, no pue<strong>de</strong> cortar más que las<br />
hierbas largas, y por esta razón no hace daño<br />
á los pastos que abundan <strong>de</strong> hierbas finas; no<br />
obstante, cuando el suelo está blando, se lleva<br />
consigo el manojo <strong>de</strong> hierba que ha formado<br />
con la lengua, y por otra parte, causa daños<br />
formando un gran hoyo con los pies. La huella<br />
es la mayor <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la <strong>de</strong>l caballo, porque<br />
profundiza mucho con los <strong>de</strong>dos. Es bien<br />
conocida <strong>de</strong> la gente <strong>de</strong> los montes la diferencia<br />
que hay en la marcha entre los machos y<br />
las hembras <strong>de</strong> esta especie, distinguiéndose<br />
por ser diagonal, acaso para evitar el comprimir<br />
las mamas. Las hembras son siempre<br />
más frugales y hacen menos daño que los machos,<br />
pero unos y otros doblan con frecuencia<br />
los árboles jóvenes ó brinzales con las piernas,<br />
y dañan también los troncos; <strong>de</strong> modo que<br />
este ganado se consi<strong>de</strong>ra como el más perjudicial<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l <strong>de</strong> las dos clases anteriores.<br />
Los bueyes son también muy nocivos, porque<br />
son más voraces y golosos <strong>de</strong>l pasto, al<br />
que no están <strong>de</strong> ordinario acostumbrados.<br />
Ganado lanar.—Este ganado, tímido y pacífico,<br />
no produce tantos daños como las otras<br />
especies; no obstante, comen y cortan la hierba<br />
más baja, roen la corteza blanda, echan á<br />
per<strong>de</strong>r la raíz, y toman las hojas y yemas tiernas,<br />
no solamente <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong> hoja<br />
plana, sino también <strong>de</strong> las resinosas cuando<br />
carecen <strong>de</strong> mejor alimento. Con la lana <strong>de</strong>rriban<br />
a<strong>de</strong>más las yemas y las cegan.<br />
Así y todo, cuando la vegetación arbórea<br />
ó leñosa en general llega á tener una altura<br />
<strong>de</strong> un metro y medio ó poco más, queda ya á<br />
salvo <strong>de</strong> los ataques <strong>de</strong> 1<br />
este ganado, que no<br />
se encarama como el cabrío.<br />
Por lo <strong>de</strong>más, estos animales levantan, por<br />
su modo <strong>de</strong> andar, como todos saben, gran<strong>de</strong>s<br />
polvaredas, las que, <strong>de</strong>positándose sobre las<br />
hojas <strong>de</strong> las plantas, paralizan las funciones<br />
<strong>de</strong> nutrición.<br />
Ganado <strong>de</strong> cerda.—Este ganado se consi<strong>de</strong>ra<br />
por muchos motivos tan nocivo á los<br />
montes como el cabrío. Sin embargo, es preciso<br />
confesar que en los montes altos y viejos<br />
es más útil que nocivo, á pesar <strong>de</strong> que <strong>de</strong>vora<br />
muchas semillas. Los cerdos, hozando, facilitan<br />
el asiento <strong>de</strong> las simientes en el suelo, y<br />
con ello su germinación. Por otra parte, como<br />
gustan <strong>de</strong> lugares húmedos, <strong>de</strong>voran muchos<br />
insectos, y no pocas lombrices y ratones.