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Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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CKI — 367 — C1U<br />

Pruébalo expuesto, sin que que<strong>de</strong> género <strong>de</strong><br />

duda á nuestro parecer, que es preciso seguir<br />

rumbos nuevos para que la cría caballar prospere<br />

en España. Desdicbada es la herencia<br />

que hemos recibido <strong>de</strong>.nuestros mayores; sería<br />

imperdonable contumacia en nuestro daño,<br />

adoptar y repetir hoy los juicios y disposiciones<br />

con<strong>de</strong>nadas en ellos por el irrebatible argumento<br />

<strong>de</strong>l resultado.<br />

IV. CAUSA DE LA DECADENCIA DE LA CRIA<br />

CABALLAR E.\ ESPAÑA, Y GRADO DE SU POSTRA­<br />

CIÓN y ATRASO.—.Fuera <strong>de</strong> estas leyes, había<br />

una causa primordial que impedía el auge <strong>de</strong><br />

la industria ecuestre; causa que palpitaba lo<br />

mismo en las disposiciones que tendían directamente<br />

á protegerla, que en las medidas que<br />

indirectamente la atacaban. Era no ver jamás<br />

en el caballo un motor vivo, un elemento <strong>de</strong><br />

trabajo. El legislador, efectivamente, lo apreciaba<br />

como recurso <strong>de</strong> distracción <strong>de</strong> la nobleza,<br />

ó por su necesidad para la organización<br />

<strong>de</strong>l ejército. Nadie lo consi<strong>de</strong>ró como producto<br />

fabricado ni como agente <strong>de</strong> producción;<br />

nadie, por consiguiente, lo sometió en la protección<br />

ni en la cría á los principios económicos<br />

que <strong>de</strong>ben servir <strong>de</strong> base, á todas las<br />

industrias, y se refieren al mercado, al capital,<br />

al interés, al trabajo, á fin <strong>de</strong> que haya<br />

siempre utilidad para el dueño, para el adquirente,<br />

para el Estado en general.<br />

En las antiguas leyes, lo mismo que en los<br />

informes emitidos en diversas épocas, é igualmente<br />

que en las obras principales sobre la<br />

especie, se habla <strong>de</strong>l caballo <strong>de</strong> raía, <strong>de</strong>l caballo<br />

fino, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>l <strong>de</strong> silla, propio por su<br />

alzada y vigor para soportar las fatigas militares.<br />

Pero el caballo <strong>de</strong> silla, en todos los usos<br />

á que se <strong>de</strong>stina, es el que tiene menos relación<br />

cou las presentes necesida<strong>de</strong>s sociales,<br />

y aten<strong>de</strong>r á él casi exclusivamente, como si<br />

fuera la única ó la principal base <strong>de</strong> la producción,<br />

equivale, como se ha hecho siempre<br />

y ahora mismo se hace, á invertir los términos<br />

<strong>de</strong> fomento, protegiendo la raza <strong>de</strong> utilidad<br />

acci<strong>de</strong>ntal limitada, y abandonando ó<br />

posponiendo las <strong>de</strong> utilidad permanente en las<br />

naciones, las que marcan en la riqueza pecuaria<br />

un elevado grado <strong>de</strong> progreso.<br />

Inconvenientes económicos <strong>de</strong> la cría caballar.—Atentos<br />

todos-, tratadistas, legisladores<br />

y gana<strong>de</strong>ros, á las causas próximas y á los<br />

efectos inmediatos, jamás comprendieron la<br />

cuestión en su totalidad; y <strong>de</strong>sconocido en su<br />

origen el mal, y carecieudo <strong>de</strong> un fin comprensivo<br />

y sintético, al dar unos consejo, faltábales<br />

la regla que ilumina y el argumento<br />

que convence; al procurar otros el fomento,<br />

sacrificaban los <strong>de</strong>rechos más sagrados á un<br />

interés transitorio; y al intentar los últimos<br />

la reforma, pugnaban con la razón, que podía<br />

hacerla gran<strong>de</strong>mente beneficiosa para sí,<br />

y no menos fecunda para el Estado. Terrible<br />

fué la consecuencia: acci<strong>de</strong>ntes hípicos sin<br />

valor, ocupando en la opinión pública el lugar<br />

correspondiente á las bases fundamentales <strong>de</strong><br />

la perfección; excitaciones incesantes áseguir<br />

caminos tortuosos y sin término ventajoso<br />

para nadie; leyes diametralmente opuestas á<br />

los intentos <strong>de</strong> quien las dictaba; la ofuscación<br />

y el absurdo disputándose el imperio en las<br />

esferas <strong>de</strong> la teoría y <strong>de</strong> la práctica ecuestre.<br />

Por <strong>de</strong>sdicha <strong>de</strong>l país, vivimos aún bajo ese<br />

funesto imperio; mas si por sentimiento <strong>de</strong><br />

justicia se pue<strong>de</strong>n excusar errores <strong>de</strong> tiempos<br />

pasados, comunes á todos los pueblos, por<br />

<strong>de</strong>ber <strong>de</strong> recta severidad es preciso con<strong>de</strong>nar,<br />

sin atenuar la culpa, á los que en los tiempos<br />

presentes participan <strong>de</strong> aquellos errores, ó no<br />

obran, por abandono, con arreglo á las verda<strong>de</strong>s<br />

aprendidas.<br />

La industria caballar obe<strong>de</strong>ce en las vicisitu<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> su existencia, y hasta en su existencia<br />

misma, á las leyes económicas, pues el imperio<br />

<strong>de</strong> éstas es absoluto en todas las esferas<br />

en que se ejercita la actividad humana. Infringirlas<br />

vale tanto como buscar la perdición;<br />

acatarlas equivale á ponerse en el camino <strong>de</strong><br />

la riqueza.<br />

El fundamento <strong>de</strong> estas leyes es el interés<br />

<strong>de</strong>l individuo, fuera <strong>de</strong>l cual no hay verda<strong>de</strong>ros<br />

estímulos parala aplicación, ni camino<br />

llano y seguro para alcanzar el acierto.<br />

No es posible establecer <strong>de</strong> un modo permanente<br />

empresas <strong>de</strong> ningún género sin el<br />

aliciente <strong>de</strong> la utilidad; y, por el contrario,<br />

cuando ésta remunera suficientemente la inteligencia,<br />

el trabajo y el capital empleados,<br />

el hombre hace verda<strong>de</strong>ros prodigios, pareciendo<br />

como que multiplica su po<strong>de</strong>r en el<br />

dominio <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> que se vale.<br />

La cría caballar en España no ha sido remuneradora<br />

para el gana<strong>de</strong>ro por las causas<br />

que expondremos, y la consecuencia natural<br />

ha sido su postración. En vano se le ha excitado<br />

unas veces exponiendo el agrado con que<br />

el monarca vería que se consagraba á tal industria,<br />

y otras estimulándole en nombre <strong>de</strong><br />

la patria. Si la empresa era ruinosa, el agrado<br />

<strong>de</strong>l monarca no era bastante razón para<br />

el sacrificio, y el interés <strong>de</strong> la patria no podía<br />

fundarse en la pérdida <strong>de</strong>l gana<strong>de</strong>ro, pues ni<br />

la patria es rica cuando son pobres los ciudadanos,<br />

ni nunca éstos la sirven mejor que<br />

cuando crean elementos <strong>de</strong> prosperidad, haciendo<br />

productivo su trabajo.<br />

Esta falta <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l gana<strong>de</strong>ro en la<br />

cría caballar procedía <strong>de</strong> dos causas muy distintas:<br />

una era la condición misma <strong>de</strong> la especie,<br />

menos económica que la <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más, y<br />

otra el espíritu restrictivo y opresor <strong>de</strong> la legislación<br />

hasta tiempos muy recientes.<br />

Se compren<strong>de</strong>rá la causa primera con sólo<br />

consi<strong>de</strong>rar que el caballo es sólo un motor, en<br />

tanto que el buey es un motor también, y<br />

a<strong>de</strong>más constituye un artículo <strong>de</strong> consumo <strong>de</strong><br />

primera necesidad, y la oveja, que no es instrumento<br />

<strong>de</strong> transporte, sirve para satisfacer<br />

dos necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la vida: comer y vestir. Se<br />

concibe la familia sin el motor, pero no sin<br />

estos recursos <strong>de</strong> subsistencia.<br />

Por eso se advierte como un hecho general

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