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Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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CRI — 364 — CRI<br />

que yo señale, según previene la Real instrucción<br />

que se me ha remitido por dicho Supremo<br />

Tribunal, y <strong>de</strong> que instruiré á los interesados.<br />

Y para que llegue á noticia <strong>de</strong>l público<br />

he dispuesto se fije el presente en los sitios<br />

acostumbrados <strong>de</strong> esta ciudad y se inserte en<br />

el Diario.<br />

sSevilla 9 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 1828.—Mariano<br />

Mantilla.—Por mandado <strong>de</strong> S. S., Francisco<br />

Miguel <strong>de</strong> Eguilar, secretario.»<br />

Como se ve, las leyes protectoras <strong>de</strong> la cría<br />

caballar han sido numerosas, pero todas ineficaces,<br />

porque otras neutralizaban sus efectos<br />

, como vamos á <strong>de</strong>mostrar.<br />

II. DISPOSICIONES LEGALES CONTRARIAS AL<br />

FOMENTO B E LA CRIA CABALLAR.—Que todos<br />

<strong>de</strong>seaban el fomento <strong>de</strong> este ramo <strong>de</strong> producción,<br />

es indudable; pero que los errores económicos<br />

á que rendían culto eran causa <strong>de</strong> que<br />

jamás se realizasen sus buenos propósitos, es<br />

no menos evi<strong>de</strong>nte. ¡Qué absurda centralización!'¡Qué<br />

ingerencia administrativa tan <strong>de</strong>sastrosa!<br />

¡Qué <strong>de</strong>sacierto tan continuo sobre<br />

los fines <strong>de</strong> la reforma! Hubo leyes <strong>de</strong> fiscalización<br />

que la hacían molesta y odiosa por<br />

todo extremo; las hubo que <strong>de</strong>struían el germen<br />

<strong>de</strong>l estímulo, poniendo trabas absurdas<br />

al tráfico, y las hubo que convertían la cría<br />

<strong>de</strong> caballos en un verda<strong>de</strong>ro castigo. Citaremos<br />

algunas leyes por vía <strong>de</strong> ejemplo, para<br />

-que no se tengan por exagerados nuestros<br />

juicios.<br />

Leyes fiscales.—Al ven<strong>de</strong>r los potros, que<br />

no podía ser antes <strong>de</strong> cumplir tres años, era<br />

preciso al gana<strong>de</strong>ro participarlo á la justicia,<br />

bajo la pena <strong>de</strong> 50 ducados. El comprador, si<br />

era forastero, estaba obligado á tomar una<br />

guía y afianzar <strong>de</strong> presentar la tornaguía <strong>de</strong><br />

don<strong>de</strong> iba á parar el potro; <strong>de</strong> no hacerlo era<br />

tratado como extractor á provincia con las<br />

cuales la contratación <strong>de</strong> caballos no era permitida.<br />

Si el potro fallecía, <strong>de</strong>bía dar cuenta, manifestando<br />

la piel en fresco. En caso <strong>de</strong> no hacerlo<br />

se le imponían las penas <strong>de</strong> extractor.<br />

Bajo la pena <strong>de</strong> 100 ducados estaba obligado<br />

á marcar los potros al tiempo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stete<br />

y cortar dos <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> la oreja <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> las<br />

potrancas.<br />

Si los potros estaban un día más <strong>de</strong> los dos<br />

años <strong>de</strong> edad con las yeguas, se imponía 50<br />

ducados <strong>de</strong> pena al gana<strong>de</strong>ro, y otros 50 si<br />

permanecían en la <strong>de</strong>hesa más <strong>de</strong> cuatro años.<br />

Otras muchas disposiciones <strong>de</strong> carácter fiscal<br />

podríamos citar parecidas á éstas, pero no<br />

las juzgamos necesarias, para probar que los<br />

legisladores hacían imposible la cría <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> las dos indicadas en último lugar.<br />

No pue<strong>de</strong>, en efecto, llegar á mayor grado<br />

el absurdo económico que obligar á los gana<strong>de</strong>ros<br />

á sacar en época fija los potros <strong>de</strong> las<br />

<strong>de</strong>hesas, sin darles los medios necesarios para<br />

•el amarre.<br />

Leyes contra el tráfico.—La ley 1. a<br />

, libro<br />

XXX <strong>de</strong>l Or<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> Alcalá, con-<br />

'firmada por varios monarcas, y últimamente<br />

por D. Fernando y Doña Isabel, pragmática<br />

<strong>de</strong> 15 <strong>de</strong> Octubre <strong>de</strong> 1499, es como sigue:<br />

«Tenemos por bien que cualquiera que sacare<br />

caballos, ó rocin., ó yegua, ó potro fuera<br />

<strong>de</strong> nuestros reinos, quier sea Alcay<strong>de</strong> ó<br />

Merino ó otro Oficial, ó otra qualquier persona<br />

<strong>de</strong> qualquier cualidad ó condición que sea,<br />

pierda lo que <strong>de</strong> lo susodicho sacare, y todos<br />

sus bienes, y muera por ello; y lo mismo<br />

haya lugar sacando muía ó mulo, ó muletos<br />

ó muletas, gran<strong>de</strong>s ó pequeñas, asi <strong>de</strong> freno<br />

como <strong>de</strong> albarda y cerriles: y que la dicha<br />

pena haya lugar contra el que sacare, aunque<br />

sea caballero, ó escu<strong>de</strong>ro hijodalgo. Y" mandamos<br />

que si los dichos Alcay<strong>de</strong>s y personas susodichas<br />

sacaren los dichos caballos y bestias<br />

ágenos para los poner en salvo, á los que los<br />

sacan y á los sacadores, que hayan la misma<br />

pena <strong>de</strong> muerte y perdimiento <strong>de</strong> sus bienes.»<br />

Otra ley prohibía ven<strong>de</strong>r, trocar, dar ni<br />

mandar á extranjero <strong>de</strong>l reino bestias caballares<br />

y mulares.<br />

Yéase otra disposición <strong>de</strong> fecha más reciente:<br />

«Igualmente prohibe S. M. la saca <strong>de</strong> potros<br />

para el reino <strong>de</strong> Valencia, á menos que tengan<br />

cinco años y se reconozcan <strong>de</strong>fectuosos al<br />

real servicio, con la misma pena que queda<br />

expresada á los extractores. Participólo<br />

á V. S. <strong>de</strong> su Real or<strong>de</strong>n para que se halle en<br />

esta inteligencia. Dios guar<strong>de</strong> á V. S. muchos<br />

años. El Pardo 24 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 1766.—El<br />

Marqués <strong>de</strong> Squilace.D<br />

Don Enrique II, en 1377, dictó leyes que<br />

fueron confirmadas por varios monarcas, y últimamente<br />

por D. Carlos I, en 1534, <strong>de</strong>l tenor<br />

siguiente:<br />

«Tenemos por bien que ninguno <strong>de</strong> nuestro<br />

Señorío ni fuera <strong>de</strong>l, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las 12 leguas<br />

<strong>de</strong> los mojones no pueda ven<strong>de</strong>r, ni dar,<br />

ni trocar, ni mandar en su testamento bestias<br />

caballares y mulares á otro hombre fuera<br />

<strong>de</strong> nuestro Señorío, y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>mos á todos los<br />

<strong>de</strong> fuera <strong>de</strong> nuestro Señorío, que los no compren,<br />

truequen ni resciban por donación, ni<br />

por testamento, ni por otra manera, y cualquier<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong> nuestro Señorío que contra<br />

esto hiciere, que pierda el caballo, ó rocin, ó<br />

yegua ó potros, ó bestias mulares que <strong>de</strong>sta<br />

guisa enajenare, y la mitad <strong>de</strong> sus bienes, y<br />

muera por justicia, y los <strong>de</strong> fuera <strong>de</strong> nuestro<br />

Señorío que contra esto ficieren hayan y les<br />

<strong>de</strong>n la misma pena <strong>de</strong> muerte, y les tomen<br />

quanto tuvieren.»<br />

Excusado es que nos esforcemos en hacer<br />

patente lo absurdo <strong>de</strong> estas disposiciones, tanto<br />

en lo que or<strong>de</strong>naban, como en las penas que<br />

imponían, bastando la simple lectura para<br />

compren<strong>de</strong>r la imposibilidad que había <strong>de</strong><br />

que la cría caballar prosperase. Pero aún había<br />

otras más censurables bajo este concepto.<br />

Leyes arbitrarias.—Don Carlos II, por resolución<br />

<strong>de</strong> 30 <strong>de</strong> Abril <strong>de</strong> 1669, disponía lo<br />

siguiente:<br />

«De aqui a<strong>de</strong>lante se echen á las yeguas<br />

buenos caballos, escogidos avista <strong>de</strong> las justi-

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