Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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COR — 314 COR da á la planta Periploca Lavigala, Ait. (Véase Periploca.) CORNIGACHO. —Aplícase al toro ó la vaca que tiene los cuernos ligeramente inclinados hacia abajo; cuando se elevan demasiado sollama cornialto; si se separan en el último tercio, como los de las vacas, corniavacado ó espaso; si se dirigen hacia adelante, cornidelantero; bien encornado y largo de astas, veleio; bizco, cuando uno de los cuernos baja más que el otro. Las palabras cornicorto, corniapretado, corniabierto, indican bien la disposición de las astas. Brocho se llama al que tiene las puntas en forma de paréntesis; mogón al que le falta una de las dos puntas. La res que no tiene encornadura se llama mocha. CORNIJUELO.—(V. Cormiera.) CORNUS.—Género de plantas de la familia de las Córneas. (V. Cornejo.) COROLA.—Segunda cubierta de las flores completas, contando desde el exterior, que cubre los órganos de la generación, 3' está adornada por lo común de bellos colores. (Véase Botánica.) CORONA (Veterinaria). — Región intermedia al casco y la cuartilla. Constituyen su base el hueso del mismo nombre y los fibrocartílagos laterales del pie. Sírvela de límite iuferiormente el rodete del casco, y por arriba la línea saliente y.normal de los fibro-cartílagos, que se pronuncian al través de la piel, hacia los lados y plano posterior de la región. Su conformación debe ajustarse estrictamente ala cuartilla, así como sus defectos acarrean idénticos males. También debe estar exenta de tumores óseos ó cartilaginosos. El tumor óseo que se forma en la parte anterior de la corona, cerca del rodete, titulado sobrepie 6 sobre-mano, eleva la expansión terminal de los extensores, ocasionando intensas cojeras. CORONA DE REY.-(V. Maravilla.) CORONA IMPERIAL (Fritillaria impe-. rialis, L.).—Planta de raíz bulbosa, gruesa y amarillenta, de olor desagradable. Tallo de 3 á 4 pies de altura, terminado por seis, ocho ó más flores verticiladas, cabizbajas y sustentadas por pedúnculos delgados. Sobre estas flores salen una porción de hojas terminales }' derechas, más pequeñas que las radicales, que por su forma y disposición se asemejan á una corona. La corola es campanuda, y en la base de sus seis pétalos hay una cavidad en la que se encuentra una gota de un líquido azucarado, cuando la flor está bien abierta y antes de marchitarse. Florece á primeros de Abril, y despide un olor desagradable. Hay gran número de variedades, sencillas y dobles, de color encarnado más.ó menos vivo, naranjado, anteado, amarillo, caña, 3 7 manchadas ó listadas. Algunas producen una segunda y hasta una tercera corona ó verticilo de flores. Se multiplican y cultivan como las azucenas. C0R0NAD0S.-(V. Extraña.) CORONG.—Se da este nombre en las Islas Filipinas á un árbol de mediano porte, del gé­ nero Chailletia, familia de las Chailletáceas, cu3 7 a especie no nos es conocida. DESCRIPCIÓN.—Hojas alternas, de 12 á 14 centímetros de largo, aovadas, oblongas, enteras y lampiñas. Flores en las ramas. Fruto ba3 7 a superior, globosa, con dos ó más nueces, venosas, triangulares, 3 7 un ángulo muy obtuso, por su parte opuesta excavadas, con una cicatriz ancha. CUALIDADES.—Tiene el fruto el tamaño de una ciruela globosa, y es de pulpa muy encarnada, comestible y bastante sabroso. Comunica á la ropa el.mismo color; mancha que se quita con dificultad. Las semillas, son duras, grandes, como las de las ciruelas, planas, venosas y excavadas por dentro, y por la parte exterior en un ángulo obtuso como ya se ha dicho. CORONILLA— (V. Coletuy.) CORONILLA DEL REY—En Sierra Morena dan este nombre al arbustillo silvestre Globularia alypum, L. (V. Globularia.) CORRAL.—Es un espacio cercado y descubierto que sirve en el campo para diferentes usos. Dada nuestra organización agrícola 3 7 nuestras costumbres, el corral desempeña en la vida rural un papel importante; en él están generalmente las aves de corral, y todos los animales de la granja le ocupan por más ó menos tiempo, bien mientras se preparan los atalajes en el ganado de labor, cuando se limpian los establos 3 7 apriscos del ganado de renta, cuando éste sale y vuelve del pastoreo. Las leñas destinadas al consumo se guardan en los corrales; los carros y demás aperos de labranza de uso constante se hallan también con frecuencia en aquéllos, pudiendo decir en general que los corrales, además de los servicios á que principalmente se destinan, sirven para todo lo imprevisto. A ser posible, conviene que dentro de los corrales se hallen los abrevaderos, por la gran comodidad que resulta para dar de beber á los ganados al salir y volver del campo. No es fácil precisar las dimensiones que los corrales han detener para llenar cumplidamente su destino; la importancia y condiciones especiales de la casa de labranza en que se hallen hacen variar aquéllas por completo. De todos modos, siempre que haya facilidad debe procurarse, por la gran economía que resulta, que las tapias de los corrales no tengan el solo objeto de cerrar éstos, sino que constituyan parte de las cuadras, establos, pajares, etc., etc., es decir, que el corral, que por lo común siempre afecta formas regulares, tenga, si no todos, varios lados cerrados por edificios útiles al labrador. Si nada de esto sucede, ó sólo uno de sus lados lo constituye un edificio y el resto hay que cercarlo con tapias, es preciso buscar, según las localidades, los materiales más duraderos y económicos; estos materiales suelen serlos mampuestos, ladrillos y la tierra hecha adobes en forma de tapiales, resultando también buenas cercas las que se hacen com-

COK — 315 — COR binando estos materiales; y excusado parece advertir que en el caso de combinarlos deberán ir siempre los más resistentes á los puntos más expuestos á deteriorarse, co^no son los ángulos, puertas, etc. Si la fábrica empleada en la cerca es de piedra ó ladrillo, materiales que resisten bien la influencia de los agentes exteriores, no hay necesidad de revestimiento alguno; en el caso de emplear la tierra, convendrá defenderla revocándola ó empleando la cal al exterior, según se va construyendo. Cualquiera que sea la fábrica empleada en las cercas, el coronamiento debe disponerse de modo que las aguas escurran, para impedir el deterioro causado por la filtración; los ladrillos sentados de plano, las tejas, los juncos, mimbres y ramaje, sujetos con tierra arcillosa y dispuestos á dos aguas en forma de tejado, sirven perfectamente para este objeto. Los corrales que tienen una especial aplicación para apartaderos de gauado bravo., ó para industrias rurales determinadas, necesitan en cada caso condiciones especiales que no podemos detallar en los estrechos límites de este DICCIONARIO. C. Rodrigáñez. CORRECTIVOS.—(V. Enmiendas.) CORREDERA.— Muela superior del molino ó aceña, que es la que se mueve para moler el grano. CORREDERA—(V. Cucaracha.) CORRENTÍA.—En la provincia de Aragón se llama así á la inundación artificial que se hace cuando, después de haber segado el campo y antes de darle la primera labor, se llena éste de agua para que, pudriéndose el rastrojo y las raíces que han quedado, sirvan de abono á la tierra. CORTA.— Tiene en selvicultura dos acepciones esta palabra: una se refiere á la operación de cortar ó derribar los árboles, teniendo sólo aplicación en monte alto, ó en los resalvos de monte medio (cuando se trata de la chirpia de monte bajo la operación se llama entonces roza), y otra que se contrae á las existencias ó masa leñosa del espacio ó terreno sujeto anualmente al aprovechamiento, cualquiera que sea el método de beneficio que esté establecido en el monte de que se trate. Nos ocuparemos, siquiera sea brevemente, de los dos conceptos, siguiendo la doctrina del dasónomo Pascual, que es el que primero se ocupó didácticamente de esta materia en España. A.—CORTA ó DERRIBO D E LOS ARBOLES.— La operación del derribo de los árboles se puede hacer arrancándolos con todas ó la mayor parte de sus raíces, ó separando de éstas el tallo. El arranque á cuajo proporciona la ventaja de obtener troncos largos, de aprovechar los tocones y de utilizar las raíces. Es operación fácil cuando las raíces son horizontales y someras; difícil si son verticales y profundas, ó el terreno es fuerte ó duro. En los terrenos pantanosos y pendientes es perjudi­ cial , porque mueve mucho el suelo y ocasiona arrastres de tierras. Hay máquinas para arrancar de cuajo los árboles, pero todas sou costosas y poco practicables. El método más común se reduce á descubrir las raíces con el azadón y á cortarlas á cierta distancia del tronco, por la parte más delgada; levántase después el cuerpo de las raíces con palanca ú otra máquina, y se derriba el árbol por medio de una maroma, ó se deja en pie hasta que el viento ó la gravedad lo derriben. El descuaje, sin embargo, no está en uso en los montes españoles, porque la operación resulta cara con respecto al valor de los productos. Lo que se hace es separar el tronco de las raíces, empleando el hacha, y muy poquísimas veces la sierra. Esta se usa más en el extranjero. El uso del hacha es más rápido que el de ia sierra, si bien tiene la desventaja de que se pierde mucha madera en astillas, además de la que queda en el terreno formando el tocón. Hay gran variedad de hachas, pero todas ellas se pueden dividir en dos grandes grupos: hachas de hachero y hachas de fabriquero. Están las primeras destinadas al apeo de los árboles de grandes dimensiones, y las segundas al de los arbolitos y arbustos. Los cortes que se ejecutan con el hacha se llaman á peón y á despalme. El primero se practica por dos hacheros que hacen cortes en toda la circunferencia del tronco. El corte á despalme ó en pico de flauta se ejecuta por dos hacheros que dan dos cortes opuestos, uno más profundo que otro, por el lado en que tenga la inclinación ó caída el árbol. Hay que tomar algunas precauciones en el derribo de los árboles, á fin de disminuir los daños que causan al caer, sobre los contiguos que están en pie. He aquí los más importantes; 1.° Cuidar de que en la caída no hieran ó rompan á los que están á su alcance y deban permanecer en pie. 2.° Procurar que no se maltraten ni se hagan pedazos en la caída. 3.° Dar siempre el corte bajo, de modo que el tocón, que es el pedazo inferior del tronco que queda unido á las raíces, tenga poca altura, para aprovechar más madera. 4." Evitar que el árbol derribado se quede acaballado ó engarbado sobre otro contiguo, para no tener que cortar éste también, no estando destinado á la corta, si ha de caer al suelo el primero, que es lo que se desea. B.—CORTAS PROPIAMENTE DICHAS.—En este sentido la corta equivale á la operación de cortar cada año una parte de los árboles de un rodal, con objeto de establecer cierto orden regular en el aprovechamiento y en la regeneración del suelo por medio del repoblado. Hay que atender, para determinarlas, á su orientación, capacidad, localización, estación y método, ó clase de las que hayan de ejecutarse. Orientación.— Se entiende por orientación

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binando estos materiales; y excusado parece<br />

advertir que en el caso <strong>de</strong> combinarlos <strong>de</strong>berán<br />

ir siempre los más resistentes á los puntos<br />

más expuestos á <strong>de</strong>teriorarse, co^no son los<br />

ángulos, puertas, etc.<br />

Si la fábrica empleada en la cerca es <strong>de</strong> piedra<br />

ó ladrillo, materiales que resisten bien<br />

la influencia <strong>de</strong> los agentes exteriores, no hay<br />

necesidad <strong>de</strong> revestimiento alguno; en el caso<br />

<strong>de</strong> emplear la tierra, convendrá <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rla<br />

revocándola ó empleando la cal al exterior,<br />

según se va construyendo.<br />

Cualquiera que sea la fábrica empleada en<br />

las cercas, el coronamiento <strong>de</strong>be disponerse<br />

<strong>de</strong> modo que las aguas escurran, para impedir<br />

el <strong>de</strong>terioro causado por la filtración; los ladrillos<br />

sentados <strong>de</strong> plano, las tejas, los juncos,<br />

mimbres y ramaje, sujetos con tierra arcillosa<br />

y dispuestos á dos aguas en forma <strong>de</strong><br />

tejado, sirven perfectamente para este objeto.<br />

Los corrales que tienen una especial aplicación<br />

para aparta<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> gauado bravo., ó<br />

para industrias rurales <strong>de</strong>terminadas, necesitan<br />

en cada caso condiciones especiales que<br />

no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>tallar en los estrechos límites<br />

<strong>de</strong> este DICCIONARIO.<br />

C. Rodrigáñez.<br />

CORRECTIVOS.—(V. Enmiendas.)<br />

CORREDERA.— Muela superior <strong>de</strong>l molino<br />

ó aceña, que es la que se mueve para moler<br />

el <strong>grano</strong>.<br />

CORREDERA—(V. Cucaracha.)<br />

CORRENTÍA.—En la provincia <strong>de</strong> Aragón<br />

se llama así á la inundación artificial que<br />

se hace cuando, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber segado el<br />

campo y antes <strong>de</strong> darle la primera labor, se<br />

llena éste <strong>de</strong> agua para que, pudriéndose el<br />

rastrojo y las raíces que han quedado, sirvan<br />

<strong>de</strong> abono á la tierra.<br />

CORTA.— Tiene en selvicultura dos acepciones<br />

esta palabra: una se refiere á la operación<br />

<strong>de</strong> cortar ó <strong>de</strong>rribar los árboles, teniendo<br />

sólo aplicación en monte alto, ó en los resalvos<br />

<strong>de</strong> monte medio (cuando se trata <strong>de</strong> la<br />

chirpia <strong>de</strong> monte bajo la operación se llama<br />

entonces roza), y otra que se contrae á las<br />

existencias ó masa leñosa <strong>de</strong>l espacio ó terreno<br />

sujeto anualmente al aprovechamiento,<br />

cualquiera que sea el método <strong>de</strong> beneficio que<br />

esté establecido en el monte <strong>de</strong> que se trate.<br />

Nos ocuparemos, siquiera sea brevemente,<br />

<strong>de</strong> los dos conceptos, siguiendo la doctrina<br />

<strong>de</strong>l dasónomo Pascual, que es el que primero<br />

se ocupó didácticamente <strong>de</strong> esta materia en<br />

España.<br />

A.—CORTA ó DERRIBO D E LOS ARBOLES.—<br />

La operación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rribo <strong>de</strong> los árboles se<br />

pue<strong>de</strong> hacer arrancándolos con todas ó la mayor<br />

parte <strong>de</strong> sus raíces, ó separando <strong>de</strong> éstas<br />

el tallo. El arranque á cuajo proporciona la<br />

ventaja <strong>de</strong> obtener troncos largos, <strong>de</strong> aprovechar<br />

los tocones y <strong>de</strong> utilizar las raíces. Es<br />

operación fácil cuando las raíces son horizontales<br />

y someras; difícil si son verticales y profundas,<br />

ó el terreno es fuerte ó duro. En los<br />

terrenos pantanosos y pendientes es perjudi­<br />

cial , porque mueve mucho el suelo y ocasiona<br />

arrastres <strong>de</strong> tierras.<br />

Hay máquinas para arrancar <strong>de</strong> cuajo los<br />

árboles, pero todas sou costosas y poco practicables.<br />

El método más común se reduce á<br />

<strong>de</strong>scubrir las raíces con el azadón y á cortarlas<br />

á cierta distancia <strong>de</strong>l tronco, por la parte<br />

más <strong>de</strong>lgada; levántase <strong>de</strong>spués el cuerpo <strong>de</strong><br />

las raíces con palanca ú otra máquina, y se<br />

<strong>de</strong>rriba el árbol por medio <strong>de</strong> una maroma, ó<br />

se <strong>de</strong>ja en pie hasta que el viento ó la gravedad<br />

lo <strong>de</strong>rriben. El <strong>de</strong>scuaje, sin embargo, no<br />

está en uso en los montes españoles, porque<br />

la operación resulta cara con respecto al valor<br />

<strong>de</strong> los productos. Lo que se hace es separar el<br />

tronco <strong>de</strong> las raíces, empleando el hacha, y<br />

muy poquísimas veces la sierra. Esta se usa<br />

más en el extranjero. El uso <strong>de</strong>l hacha es más<br />

rápido que el <strong>de</strong> ia sierra, si bien tiene la <strong>de</strong>sventaja<br />

<strong>de</strong> que se pier<strong>de</strong> mucha ma<strong>de</strong>ra en<br />

astillas, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la que queda en el terreno<br />

formando el tocón.<br />

Hay gran variedad <strong>de</strong> hachas, pero todas<br />

ellas se pue<strong>de</strong>n dividir en dos gran<strong>de</strong>s grupos:<br />

hachas <strong>de</strong> hachero y hachas <strong>de</strong> fabriquero.<br />

Están las primeras <strong>de</strong>stinadas al apeo <strong>de</strong> los<br />

árboles <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s dimensiones, y las segundas<br />

al <strong>de</strong> los arbolitos y arbustos.<br />

Los cortes que se ejecutan con el hacha se<br />

llaman á peón y á <strong>de</strong>spalme. El primero se<br />

practica por dos hacheros que hacen cortes en<br />

toda la circunferencia <strong>de</strong>l tronco. El corte á<br />

<strong>de</strong>spalme ó en pico <strong>de</strong> flauta se ejecuta por<br />

dos hacheros que dan dos cortes opuestos,<br />

uno más profundo que otro, por el lado en<br />

que tenga la inclinación ó caída el árbol.<br />

Hay que tomar algunas precauciones en el<br />

<strong>de</strong>rribo <strong>de</strong> los árboles, á fin <strong>de</strong> disminuir los<br />

daños que causan al caer, sobre los contiguos<br />

que están en pie. He aquí los más importantes;<br />

1.° Cuidar <strong>de</strong> que en la caída no hieran ó<br />

rompan á los que están á su alcance y <strong>de</strong>ban<br />

permanecer en pie.<br />

2.° Procurar que no se maltraten ni se<br />

hagan pedazos en la caída.<br />

3.° Dar siempre el corte bajo, <strong>de</strong> modo<br />

que el tocón, que es el pedazo inferior <strong>de</strong>l<br />

tronco que queda unido á las raíces, tenga<br />

poca altura, para aprovechar más ma<strong>de</strong>ra.<br />

4." Evitar que el árbol <strong>de</strong>rribado se que<strong>de</strong><br />

acaballado ó engarbado sobre otro contiguo,<br />

para no tener que cortar éste también, no estando<br />

<strong>de</strong>stinado á la corta, si ha <strong>de</strong> caer al<br />

suelo el primero, que es lo que se <strong>de</strong>sea.<br />

B.—CORTAS PROPIAMENTE DICHAS.—En este<br />

sentido la corta equivale á la operación <strong>de</strong><br />

cortar cada año una parte <strong>de</strong> los árboles <strong>de</strong><br />

un rodal, con objeto <strong>de</strong> establecer cierto or<strong>de</strong>n<br />

regular en el aprovechamiento y en la<br />

regeneración <strong>de</strong>l suelo por medio <strong>de</strong>l repoblado.<br />

Hay que aten<strong>de</strong>r, para <strong>de</strong>terminarlas,<br />

á su orientación, capacidad, localización, estación<br />

y método, ó clase <strong>de</strong> las que hayan <strong>de</strong><br />

ejecutarse.<br />

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