Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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COR — 308 — COR la provincia; una carretera sube en dirección á Espiel y Bélmez, y por Villaharta, Puerto Calatraveño, Pozoblanco, Pedroche y Torrecampo se dirige uu mal camino á Ciudad Real, en tanto que otro, siguiendo desde Villaharta la dirección septentrional por Casa de Sepúlveda, Alcazarejo y Santa Eufemia, avanza hasta Almadén del Azogue. Por el Norte de la provincia, y penetrando desde la provincia de Ciudad Real, cruza otro camino hasta la de Badajoz, pasando por Pedroche, Dos Torres, Puente la Lancha, Valsequillo y Cuenca. La campiña y parte meridional de la provincia se halla favorecida por mejores vías de comunicación. Desde Córdoba, y siguiendo la dirección Sudoeste, parte una carretera eu dirección á la Carlota, á Ecija y á otras importantes poblaciones de la provincia de Sevilla; á unos 40 kilómetros de la capital se separa de esa carretera otra que pasa por Fernán-Núñez, Montilla, Aguilar j Monturque y Lucena, enlazándose aquí con* la que desde la provincia de Jaén, por Baeua; Doña Meucía, Cabra, Lucena, Encinas Reales y Benamejí, avanza hasta Antequera y Málaga. Los caminos de herradura son numerosos también en esa parte meridional de la provincia de Córdoba; desde ésta se dirige uno por Castro del Río á Baena; otro desde Villa del Río, por Bujalauce, Castro, Montilla y Santaella, baja á Ecija, y otro pone en comunicación á Alcaudete con Priego y Rute. COREA (Veterinaria). — Esta dolencia, llamada también baile de San Vito, porque á fines del siglo xv los habitantes de Ulu (Francia) acudían á la capilla del mencionado santo para implorar su protección contra el padecimiento, es una neurosis que consiste en contracciones irregulares é involuntarias de uno ó más grupos de músculos. Es muy frecuente en el perro, eu el cual aparece casi siempre á consecuencia del llamado moquillo, y se observa muy raras veces en el caballo y en el buey. . La dolencia se denuncia ó revela su existencia por contracciones clónicas, generales ó locales. NÓ es rara en este padecimiento la forma hemiplégica, es decir, aquella en que las contracciones se extienden solamente á una mitad del cuerpo. Ordinariamente la dolencia es continua, manifestándose las contracciones en períodos de igual duración; otras veces es remitente ó intermitente. A pesar del padecimiento, la acción de la voluntad domina los músculos afectados, que no tienen, sin embargo, toda su libertad de acción, y que se hallan embarazados en sus movimientos normales. No experimentan con esta enfermedad perturbación alguna los actos reflejos fisiológicos, como son la defecación y la orina, ni las funciones vegetativas, que continúan efectuándose regularmente. Ordinariamente cesan durante el sueño los movimientos coréicos. Muy raras veces comienza ó se inicia el mal por un estado agudo, y son aún todavía más raras las ocasiones en que acaba rápida­ mente con la existencia de los animales. Por el contrario, se presenta casi siempre con tipo crónico, siendo larga su duración, que alcanza meses y aun años enteros. En este caso los pacientes conservan durante mucho tiempo señales de salud aparentemente, y sólo mucho más tarde aparecen débiles y anémicos, complicándose la corea con otras dolencias cróuicas de diferentes órganos, y también en circunstancias dadas con la parálisis. La dolencia termina casi siempre con la muerte, principalmente en los perros, en los cuales generalmente va acompañada de gran debilidad, resultado del padecimiento que la precediera, y que es, según queda dicho, el moquillo, enfermedad de que hablamos en el lugar correspondiente. Como causas de la corea se señalau ciertos desarreglos de los centros nerviosos ó de otros órganos importantes. Aparece después de las fiebres eruptivas, y muy especialmente después de las diarreas que van acompañadas de síntomas nerviosos, cual frecuentemente sucede en la terminación del moquillo, que padecen los perros jóvenes. Desde luego, reflexionando sobre los síntomas que caracterizan la corea, se ve que el sistema nervioso se halla alterado por una irritación que, aunque poco intensa, es suficiente para producir la mezcla confusa de síntomas paralíticos y convulsivos que se presentan en esta afección. Conócese la existencia del mal por una especie de claudicación ó imposibilidad de mantener las extremidades en reposo, ya esté el animal echado, ya se halle en pie; aquéllas se hallan en una relajación continua, más ó menos pronunciada y funesta. En unas ocasiones el mal invade una sola extremidad, en otras dos y á veces las cuatro, que en el último caso se extienden y contraen alternativamente, experimentando el perro sacudidas violentas y continuas que le abaten y que en ciertos individuos se extienden á la cabeza, al cuello y al tronco, para producir á veces la parálisis de los miembros abdominales. El tratamiento que se aconseja contra ese padecimiento en el perro, al mismo tiempo que una alimentación muy tónica, es el alcanfor mono-bromado, el fósforo y el valerianato de cinc, empleando dos granulos dosimétricos de cada uno, administrándoles seis ú ocho veces al día, según la intensidad del mal. En las reses mayores se ha usado cou grau éxito el hidrato de cloral, en la dosis de 20 á 30 gramos, y el alcanfor mono-bromado, en la dosis de 4 á 6. COREGONES (Piscicultura) (Coregones lavarelus, Cuv.; Lavareto, Huerta).—- Peces salmonídeos con que Artedi formó un género tan natural que sus especies han sido confundidas unas con otras muchas veces; así que se suelen describir juntos el C. lavaretus; el C.fera, Junín; farra ó ferra de Huerta; el C, polea, Cuv.; el ñyémalis, Junín; bezola de Huerta, y el C. marcena de Valen. Aun cuando se halla en los lagos del centro de Europa,

COR — 309 — COR la mayor parte de esas especies pertenecen á las regiones circumpolares, y no es fácil aclimatarlas en las aguas de nuestra Península. Tienen los coregones gran semejanza con las brecas; sin embargo, se distinguen de éstas al primer golpe de vista por la aleta adiposa, característica de la familia á que pertenecen. Su carne es delicada; se descompone pronto, y no, puede conservarse como la de los salmones. Generalmente los peces que nos ocupan no alcanzan una longitud mayor de 35 centímetros, y los mayores pesan de 2 á 3 kilogramos. Las especies más conocidas viven en los lagos de Suiza, y tal vez se podrían aclimatar en los lagos y lagunas de nuestras montañas, sobre todo en la región septentrional, donde se podrían conducir los huevos ya fecundados , toda vez que es muy difícil transportar los peces vivos, por la facilidad con que mueren y por su delicadeza. El C. lavar etus vive en los lagos de Ginebra, de Zugg, de Constanza y en el Rhin; desova en Septiembre y Octubre, y busca los fondos de cascajo y las corrientes rápidas. El C.fera se pesca en un banco de cantos que hay en el lago de Ginebra; comienza á desovar en Diciembre y Enero, al decir de M. Costa, buscando los bajos fondos y las aguas vivas, sobre suelo pedregoso. El C. palea vive diez ó doce meses en el fondo del lago Neufchatel; prefiere también los suelos pedregosos, y se aproxima en Noviembre á las orillas. El C. ha emolís, llamado gravanche por los pescadores del lago de Ginebra, llega á medir 30 centímetros de longitud, y es de carne más dura y sabrosa que la del C. fera. Aparece nadando en bandadas á flor de agua, y produciendo con la cola un ruido análogo al que producen los patos cuando buscan gusanillos en el cieno, de manera que advierte su llegada á los pescadores. Desova en Diciembi'e, sobre los fondos cascajosos del lago, y desaparece á los veinte días, según Junín. El C. maraña ó Madui mar ene, de Berlín, procedente del lago Madui, situado á 16 kilómetros de Stettin, es muy celebrado por los alemanes; se cría también en los lagos de Hitzdorfer y Callifer; desova en Noviembre, y puede ser trasladado entre nieve entonces para poblar lagos ó charcas que se hallen próximas al punto de origen. Esos salmonídeos solamente se podrían obtener en España adquiriendo huevos fecundados en Alemania, Holanda ó Suiza, para sembrarlos al vuelo á lo largo de los ríos, entre las plantas acuáticas y sobre fondo de grava algo fangoso los del C.fera, según M. Costa aconseja. Para que no perezca la simiente es necesario echarla en sitios de poco fondo, en que penetre la luz directa á duras penas y corran las aguas con facilidad. Precisamente M. Gerbe demostró ya que aun cuando no estén sumergidos los huevos de los salmonídeos, se verifica en ellos la incubación, bastando que haya humedad donde se hallen depositados. Pueden colocarse, por lo tanto, en­ tre capas de musgo, que se rociarán de vez en cuando, y al aproximarse el nacimiento del pez, es decir, cuando éste ejecuta movimientos bruscos y frecuentes dentro de su envoltura, adquieren los ojos un color bronceado vivo y se agrupan en masa las gotitas oleosas de la vesícula umbilical, se sumergirán los huevos en el agua, colocándolos en las rejillas de vidrio de los incubaderos artificiales, para que al nacer los pececillos puedan respirar por su especial órgano. Los coregones nadan con facilidad desde el momento de su nacimiento, y pueden ser colocados en las viveras á que se les destine, criándolos como á las truchas y salmones. COREMA.—(V. Comarinas.) C0RIANDR0.-(V. Cilantro.) CORIARIA—(V. Reo.) CORIMBO.—Especie de inflorescencia en la cual las flores nacen en diferentes puntos del tallo y se elevan casi á la misma altura como la umbela; de ahí el nombre de falsa umbela que algunas veces se le ha dado. CORINTO (Comercio).—Vid de uva blanca, muy extendida en las islas del archipiélago griego, de granos pequeños y sin pepitas. Las pasas de Corinto entran por mucho en el gran comercio de uvas secas que hace la Grecia con los otros países. CORIZA C Veterinaria).—Esta afección, llamada también romadizo y catarro nasal, se halla caracterizada por la inflamación de la mucosa que tapiza las cavidades nasales. Se la observa en las diversas especies de animales domésticos, pero es más frecuente en el caballo, por lo sensible que se manifiesta á los cambios de temperatura.' La coriza puede ser aguda 6 crónica. Las causas ordinarias de la coriza aguda son el enfriamiento, la humedad, la supresión súbita de la transpiración cutánea por efecto de una corriente de aire frío ó de la lluvia, siendo muy frecuente en otoño, á causa de las noches y madrugadas frías que suelen reinar en esta estación. También suele ser causa de la coriza la irritación directa de la mucosa nasal por efecto del polvo de los caminos y el que se desprende de los forrajes averiados, de emanaciones amoniacales ó de la acción de otros gases irritantes. La enfermedad principia por una fiebre ligera, algo de abatimiento, y en algunos animales poco apetito. La mucosa nasal tiene un color rojo uniforme; está seca, inyectada, y la boca pastosa. A las veinticuatro ó cuarenta y ocho horas después de la aparición de la enfermedad, empieza á destilarla nariz una serosidad clara, acuosa, incolora, cayendo agotas ó á hilos en mayor ó menor abundancia, entre frecuentes resoplidos. La materia destilada se va espesando poco á poco, formándose delgadas costras grisáceas por su desecación alrededor de las cavidades nasales; nunca se presenta sanguinolenta, ni ofrece la coloración verde ni la consistencia pegajosa de la destilación del muermo. En la mayoría de los

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la provincia; una carretera sube en dirección<br />

á Espiel y Bélmez, y por Villaharta, Puerto<br />

Calatraveño, Pozoblanco, Pedroche y Torrecampo<br />

se dirige uu mal camino á Ciudad Real,<br />

en tanto que otro, siguiendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Villaharta<br />

la dirección septentrional por Casa <strong>de</strong> Sepúlveda,<br />

Alcazarejo y Santa Eufemia, avanza hasta<br />

Almadén <strong>de</strong>l Azogue. Por el Norte <strong>de</strong> la<br />

provincia, y penetrando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong><br />

Ciudad Real, cruza otro camino hasta la <strong>de</strong><br />

Badajoz, pasando por Pedroche, Dos Torres,<br />

Puente la Lancha, Valsequillo y Cuenca. La<br />

campiña y parte meridional <strong>de</strong> la provincia<br />

se halla favorecida por mejores vías <strong>de</strong> comunicación.<br />

Des<strong>de</strong> Córdoba, y siguiendo la dirección<br />

Sudoeste, parte una carretera eu dirección<br />

á la Carlota, á Ecija y á otras importantes<br />

poblaciones <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Sevilla; á unos<br />

40 kilómetros <strong>de</strong> la capital se separa <strong>de</strong> esa<br />

carretera otra que pasa por Fernán-Núñez,<br />

Montilla, Aguilar j Monturque y Lucena, enlazándose<br />

aquí con* la que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la provincia<br />

<strong>de</strong> Jaén, por Baeua; Doña Meucía, Cabra,<br />

Lucena, Encinas Reales y Benamejí, avanza<br />

hasta Antequera y Málaga. Los caminos <strong>de</strong><br />

herradura son numerosos también en esa parte<br />

meridional <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Córdoba;<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ésta se dirige uno por Castro <strong>de</strong>l Río á<br />

Baena; otro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Villa <strong>de</strong>l Río, por Bujalauce,<br />

Castro, Montilla y Santaella, baja á Ecija,<br />

y otro pone en comunicación á Alcau<strong>de</strong>te<br />

con Priego y Rute.<br />

COREA (Veterinaria). — Esta dolencia,<br />

llamada también baile <strong>de</strong> San Vito, porque á<br />

fines <strong>de</strong>l siglo xv los habitantes <strong>de</strong> Ulu (Francia)<br />

acudían á la capilla <strong>de</strong>l mencionado santo<br />

para implorar su protección contra el pa<strong>de</strong>cimiento,<br />

es una neurosis que consiste en contracciones<br />

irregulares é involuntarias <strong>de</strong> uno<br />

ó más grupos <strong>de</strong> músculos. Es muy frecuente<br />

en el perro, eu el cual aparece casi siempre á<br />

consecuencia <strong>de</strong>l llamado moquillo, y se observa<br />

muy raras veces en el caballo y en el buey.<br />

. La dolencia se <strong>de</strong>nuncia ó revela su existencia<br />

por contracciones clónicas, generales<br />

ó locales. NÓ es rara en este pa<strong>de</strong>cimiento la<br />

forma hemiplégica, es <strong>de</strong>cir, aquella en que<br />

las contracciones se extien<strong>de</strong>n solamente á<br />

una mitad <strong>de</strong>l cuerpo. Ordinariamente la dolencia<br />

es continua, manifestándose las contracciones<br />

en períodos <strong>de</strong> igual duración;<br />

otras veces es remitente ó intermitente. A<br />

pesar <strong>de</strong>l pa<strong>de</strong>cimiento, la acción <strong>de</strong> la voluntad<br />

domina los músculos afectados, que no<br />

tienen, sin embargo, toda su libertad <strong>de</strong><br />

acción, y que se hallan embarazados en sus<br />

movimientos normales. No experimentan con<br />

esta enfermedad perturbación alguna los actos<br />

reflejos fisiológicos, como son la <strong>de</strong>fecación y<br />

la orina, ni las funciones vegetativas, que<br />

continúan efectuándose regularmente. Ordinariamente<br />

cesan durante el sueño los movimientos<br />

coréicos.<br />

Muy raras veces comienza ó se inicia el<br />

mal por un estado agudo, y son aún todavía<br />

más raras las ocasiones en que acaba rápida­<br />

mente con la existencia <strong>de</strong> los animales. Por el<br />

contrario, se presenta casi siempre con tipo<br />

crónico, siendo larga su duración, que alcanza<br />

meses y aun años enteros. En este caso los<br />

pacientes conservan durante mucho tiempo<br />

señales <strong>de</strong> salud aparentemente, y sólo mucho<br />

más tar<strong>de</strong> aparecen débiles y anémicos, complicándose<br />

la corea con otras dolencias cróuicas<br />

<strong>de</strong> diferentes órganos, y también en circunstancias<br />

dadas con la parálisis.<br />

La dolencia termina casi siempre con la<br />

muerte, principalmente en los perros, en los<br />

cuales generalmente va acompañada <strong>de</strong> gran<br />

<strong>de</strong>bilidad, resultado <strong>de</strong>l pa<strong>de</strong>cimiento que la<br />

precediera, y que es, según queda dicho, el<br />

moquillo, enfermedad <strong>de</strong> que hablamos en el<br />

lugar correspondiente.<br />

Como causas <strong>de</strong> la corea se señalau ciertos<br />

<strong>de</strong>sarreglos <strong>de</strong> los centros nerviosos ó <strong>de</strong> otros<br />

órganos importantes. Aparece <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las<br />

fiebres eruptivas, y muy especialmente <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> las diarreas que van acompañadas <strong>de</strong><br />

síntomas nerviosos, cual frecuentemente suce<strong>de</strong><br />

en la terminación <strong>de</strong>l moquillo, que pa<strong>de</strong>cen<br />

los perros jóvenes. Des<strong>de</strong> luego, reflexionando<br />

sobre los síntomas que caracterizan<br />

la corea, se ve que el sistema nervioso se halla<br />

alterado por una irritación que, aunque poco<br />

intensa, es suficiente para producir la mezcla<br />

confusa <strong>de</strong> síntomas paralíticos y convulsivos<br />

que se presentan en esta afección.<br />

Conócese la existencia <strong>de</strong>l mal por una especie<br />

<strong>de</strong> claudicación ó imposibilidad <strong>de</strong> mantener<br />

las extremida<strong>de</strong>s en reposo, ya esté el<br />

animal echado, ya se halle en pie; aquéllas se<br />

hallan en una relajación continua, más ó menos<br />

pronunciada y funesta. En unas ocasiones<br />

el mal inva<strong>de</strong> una sola extremidad, en otras<br />

dos y á veces las cuatro, que en el último caso<br />

se extien<strong>de</strong>n y contraen alternativamente, experimentando<br />

el perro sacudidas violentas y<br />

continuas que le abaten y que en ciertos individuos<br />

se extien<strong>de</strong>n á la cabeza, al cuello y al<br />

tronco, para producir á veces la parálisis <strong>de</strong><br />

los miembros abdominales.<br />

El tratamiento que se aconseja contra ese<br />

pa<strong>de</strong>cimiento en el perro, al mismo tiempo<br />

que una alimentación muy tónica, es el alcanfor<br />

mono-bromado, el fósforo y el valerianato<br />

<strong>de</strong> cinc, empleando dos granulos dosimétricos<br />

<strong>de</strong> cada uno, administrándoles seis ú ocho<br />

veces al día, según la intensidad <strong>de</strong>l mal. En<br />

las reses mayores se ha usado cou grau éxito<br />

el hidrato <strong>de</strong> cloral, en la dosis <strong>de</strong> 20 á 30 gramos,<br />

y el alcanfor mono-bromado, en la dosis<br />

<strong>de</strong> 4 á 6.<br />

COREGONES (Piscicultura) (Coregones<br />

lavarelus, Cuv.; Lavareto, Huerta).—- Peces<br />

salmoní<strong>de</strong>os con que Artedi formó un género<br />

tan natural que sus especies han sido confundidas<br />

unas con otras muchas veces; así que<br />

se suelen <strong>de</strong>scribir juntos el C. lavaretus; el<br />

C.fera, Junín; farra ó ferra <strong>de</strong> Huerta; el<br />

C, polea, Cuv.; el ñyémalis, Junín; bezola <strong>de</strong><br />

Huerta, y el C. marcena <strong>de</strong> Valen. Aun cuando<br />

se halla en los lagos <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> Europa,

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