Sementera: 312 litros de grano - citaREA
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COK — 281 — CON<br />
ruinosa competencia que aniquiló las fuerzas<br />
productoras. Entonces los contribuyentes, los<br />
pueblos, los provincias, se convencieron <strong>de</strong><br />
que aquellas alegrías <strong>de</strong>l 52 al 62 habían <strong>de</strong><br />
costarles muy caras.<br />
En tanto la Administración, entregada á<br />
esa <strong>de</strong>sconfianza que aumentaban las pocas<br />
comprobaciones que hacía, no viendo la<br />
transformación que la riqueza urbana, rústica<br />
y pecuaria había sufrido, impelida, cierto es,<br />
por las apremiantes necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l presupuesto<br />
y la angustiosa situación <strong>de</strong>l Tesoro,<br />
hijas <strong>de</strong> nuestras malditas luchas intestinas,<br />
aumentaba el cupo general, que llegó á elevarse<br />
á 720 millones <strong>de</strong> reales y al tipo <strong>de</strong> 23<br />
por 100, sólo para el Estado, que excedió <strong>de</strong><br />
1.000 millones y <strong>de</strong>l 27 respectivamente, por<br />
la necesidad en que se encontraban los Municipios<br />
<strong>de</strong> recargar el máximum autorizado por<br />
la ley, para aten<strong>de</strong>r á los gastos <strong>de</strong> los pueblos<br />
y las provincias. Creyendo que la ocultación<br />
<strong>de</strong>scubierta por las comprobaciones parciales<br />
era general en todos los pueblos y<br />
provincias, buscaba la <strong>de</strong>fensa contra el contribuyente<br />
en la elevación <strong>de</strong>l tipo y <strong>de</strong>l cupo,<br />
sin tener en cuenta que al <strong>de</strong> mala fe, que tenía<br />
oculta toda su riqueza, no le hacía tributar<br />
ni un céntimo; que al que tenía oculta la<br />
mitad no le imponía sino <strong>de</strong>l 12 al 14 por 100,<br />
y en cambio al contribuyente honrado, al pueblo<br />
<strong>de</strong>svalido, le abrumaba <strong>de</strong> tal suerte que<br />
le imposibilitaba el vivir, matando en absoluto<br />
la producción, aminorando el cambio, disminuyendo<br />
el consumo, á la vez que empeoraba<br />
la situación <strong>de</strong>l presupuesto y la <strong>de</strong>l Tesoro,<br />
ofreciendo así más cebo para que el capital<br />
numerario no saliera <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s centros<br />
<strong>de</strong> vida, y se ahuyentara cada vez más<br />
<strong>de</strong> la agricultura, la industria y el comercio.<br />
Es más, ni siquiera se ocupó <strong>de</strong> hacer un<br />
nuevo amillaramiento que reparase la injusticia<br />
general <strong>de</strong>l hecho en 1862, aumentado<br />
<strong>de</strong>l modo antedicho, en lo que, no solamente<br />
prescindía <strong>de</strong> la transformación que sufriera<br />
la base <strong>de</strong>l tributo, sino que hasta se olvidaba<br />
<strong>de</strong>l precepto legal <strong>de</strong> que el amillaramiento<br />
no pue<strong>de</strong>, al menos no <strong>de</strong>be durar más que<br />
diez años, dando lugar á que los 25 apéndices<br />
agregados ya al hecho en 1862 hayan producido<br />
tal confusión en este punto, que bien<br />
pudiéramos lanzar el reto <strong>de</strong> que no existe<br />
funcionario público capaz <strong>de</strong> puntualizar en<br />
un año los bienes por que contribuya cada<br />
uno <strong>de</strong> los vecinos y hacendados forasteros <strong>de</strong><br />
una municipalidad <strong>de</strong> 500 vecinos: confusión<br />
aumentada por las pasiones locales y las intemperancias<br />
<strong>de</strong>l caciquismo, que han dado<br />
lugar á altas y bajas inconcebibles, y á que se<br />
vea que los más po<strong>de</strong>rosos, si se mezclan en<br />
estas cuestiones, aumentando su riqueza, baja<br />
su cuota contributiva á costa <strong>de</strong> míseros labriegos,<br />
ignorantes ó <strong>de</strong>sprovistos <strong>de</strong> todo<br />
favor, ó á costa <strong>de</strong> los propios <strong>de</strong>l pueblo, que<br />
pagan en ocasiones cuotas elevadas sin tener<br />
un celemín <strong>de</strong> tierra: hecho que hemos visto<br />
en muchos pueblos, y que no ve la Adminis<br />
Día—IV.<br />
tración provincial, que no hace más que examinar<br />
si está repartida la totalidad <strong>de</strong>l cupo,<br />
y si la riqueza líquida es la correspondiente á<br />
la cantidad exigible, dado el tipo á que salga<br />
en la localidad, sin <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r al examen <strong>de</strong>tallado<br />
<strong>de</strong> los apéndices y repartimientos:<br />
bien que no tiene, ni bastante personal, ni<br />
por regla general lo suficientemente idóneo,<br />
ni tiempo para hacer otra cosa, pues que en<br />
pocos días han <strong>de</strong> examinar un oficial y un<br />
auxiliar los apéndices y repartos <strong>de</strong> más <strong>de</strong><br />
300 pueblos, si no se ha <strong>de</strong> retrasar el cobro<br />
<strong>de</strong>lprimer trimestre <strong>de</strong>l año económico para<br />
que se hacen.<br />
A curar todos estos males tendía la reforma<br />
<strong>de</strong> 1878; á reparar estas injusticias se encaminaba<br />
la reforma <strong>de</strong> 1881, que no aplaudiremos<br />
como se merece, y la razón <strong>de</strong> esta<br />
manera <strong>de</strong> obrar nuestro apellido la ofrece,<br />
pues pudiera creerse que la gratitud nos<br />
obligaba; reforma no bien comprendida, calificada<br />
<strong>de</strong> perturbadora por la pasión, sin tener<br />
en cuenta que era y es el único medio<br />
<strong>de</strong> llegar al fin apetecido, con poco tino suspendida<br />
primero y con poca pru<strong>de</strong>ncia anulada<br />
más tar<strong>de</strong>.<br />
Tenía como principal fin aquella reforma<br />
aminorar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego las injusticias que entraña<br />
el repartimiento, para extinguirlas en<br />
a<strong>de</strong>lante; era su medio principal cambiar la<br />
naturaleza <strong>de</strong>l impuesto, haciéndolo <strong>de</strong> cuota<br />
individual en vez <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> cupo repartible,<br />
asegurando al contribuyente <strong>de</strong> buena fe, no<br />
sólo la rebaja <strong>de</strong>l tipo tributario, sino que<br />
no se le aumentaría mientras no se <strong>de</strong>purase<br />
toda la riqueza contributiva; es más, se le<br />
daba la esperanza, que se hubiera trocado en<br />
realidad, <strong>de</strong> que aún se bajaría el tipo, y por<br />
lo tanto la cuota, al término dé la obra, ofreciendo<br />
en cambio un castigo para aquellos que.<br />
no cumpliendo con sus <strong>de</strong>beres ni ayudando<br />
á la Administración á verificar la riqueza,<br />
base <strong>de</strong>l tributo, dificultaban la reforma.<br />
Bastaría que ésta se fundase en alterar la<br />
esencia <strong>de</strong>l impuesto, haciéndolo <strong>de</strong> cuota en<br />
vez <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> cupo, para que todos la hubieran<br />
proseguido, aunque por el pronto hubiese<br />
sufrido algo el presupuesto, lo que no admitimos,<br />
porque no hay razón <strong>de</strong> justicia que<br />
abone, ni aun siquiera <strong>de</strong> utilidad que disculpe<br />
el que el impuesto sea <strong>de</strong> cupo repartible.<br />
Todo español está obligado á levantar las<br />
cargas <strong>de</strong>l Estado, la Provincia y el Municipio<br />
según sus haberes; pero ni la ley escrita<br />
ni la natural exigen ni pue<strong>de</strong>n exigir que un<br />
ciudadano pague las faltas <strong>de</strong> otro, ya sea por<br />
<strong>de</strong>sgracia, ya por mala fe, ya por la impericia<br />
ó la pasión <strong>de</strong> los repartidores. Si un contribuyente,<br />
por una <strong>de</strong>sgracia, se hace insolvente,<br />
no hay razón que justifique que lo pague<br />
su convecino ó un terrateniente <strong>de</strong> la localidad,<br />
sino que lo pierda el Estado. Si un contribuyente<br />
<strong>de</strong> mala fe elu<strong>de</strong> el pago, es irritante<br />
que otro satisfaga á la Administración<br />
lo que aquél <strong>de</strong>frauda, y si las Juntas admiten<br />
bajas caprichosas ó altas sin fundamento,<br />
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