Sementera: 312 litros de grano - citaREA
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CON — 280 — cox<br />
14,10 respectivamente, consiguiéndose aumentar<br />
la injusticia <strong>de</strong> la carga, pues mientras<br />
al que tenía su riqueza oculta en nada Se<br />
le gravaba, al contribuyente honrado se le<br />
hacía cada vez más pesada.<br />
Persuadida sin duda la Administración <strong>de</strong><br />
que ese sistema jamás conduciría k corregir<br />
los <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong>l tributo, antes bien no hacía<br />
otra cosa que aumentarlos, quiso hacer un esfuerzo,<br />
y en parte le hizo en 1860 practicando<br />
un amillaramiento que ultimado, aunque<br />
no en todas las provincias, en 1862, es el que<br />
sirve <strong>de</strong> base en la actualidad á este impuesto<br />
en la mayoría <strong>de</strong> los pueblos, con las modificaciones<br />
<strong>de</strong> los apéndices anuales y las<br />
comprobaciones parciales.<br />
Amantes <strong>de</strong> la verdad no hemos <strong>de</strong> ocultar<br />
que algo se hizo, y que eran buenos los propósitos<br />
<strong>de</strong> la Administración;.pero no bastaron<br />
á evitar que la <strong>de</strong>sigualdad continuase;<br />
es más, esta medida, que realizada en buenas<br />
condiciones pudiera haber resultado altamente<br />
provechosa á la Administración y al<br />
contribuyente, no dio los resultados apetecidos.<br />
Si en vez <strong>de</strong> gastar el producto <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>samortización en muchas cosas que á la sazón<br />
no eran necesarias, se hubiera aplicado en<br />
gran parte á la formación <strong>de</strong> una buena estadística<br />
parcelaria, á hacer por lo menos un<br />
buen registro <strong>de</strong> las fincas que hubieran <strong>de</strong><br />
contribuir, y un buen recuento <strong>de</strong> la gana<strong>de</strong>ría,<br />
hubiera podido realizarlo por sí la Administración;<br />
pero se hizo todo lo contrario; se<br />
quiso echar sobre los contribuyentes y los<br />
pueblos el gasto <strong>de</strong>l amillaramiento, y esto<br />
imponía necesariamente la obligación <strong>de</strong> asociar<br />
á la obra <strong>de</strong> la Administración los pueblos<br />
y contribuyentes; tuvieron éstos que<br />
hacer las <strong>de</strong>claraciones y aquéllos los amillaramientós,<br />
y sucedió lo que era natural y lógico<br />
, que las relaciones no <strong>de</strong>cían la verdad,<br />
y los amillaramientos distaban mucho <strong>de</strong> la<br />
misma, porque temerosos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sconfianza<br />
<strong>de</strong> la Administración, persuadidos <strong>de</strong> que más<br />
tar<strong>de</strong> volverían las exigencias <strong>de</strong> ésta, que tal<br />
enseñanza les <strong>de</strong>jara lo acontecido en años<br />
anteriores, buscaron en muchos casos la <strong>de</strong>fensa<br />
en la ocultación <strong>de</strong> las unida<strong>de</strong>s contributivas,<br />
porque sabían que en la formación<br />
<strong>de</strong> las cartillas evaluatorias tendrían grave<br />
lucha con la Administración provincial, en<br />
la que habían <strong>de</strong> salir vencidos, y resultó lo<br />
que temían, que la Administración buscó su<br />
<strong>de</strong>fensa en las cartillas, logrando así en el conjunto<br />
elevar la riqueza líquida imponible; pero<br />
como siempre, con una injusticia evi<strong>de</strong>nte,<br />
pues mientras al que ocultaba no lograba hacerle<br />
tributar lo <strong>de</strong>bido, al contribuyente honrado<br />
que había <strong>de</strong>clarado la verdad, al pueblo<br />
que falto <strong>de</strong> protección política se aproximó<br />
á la verdad al practicar el amillaramiento,<br />
la elevación <strong>de</strong> las cartillas hizo que la carga<br />
fuera ya abrumadora.<br />
Coincidían en aquella época varias causas<br />
que si entonces no se creían que pudieran perjudicar<br />
á la riqueza <strong>de</strong>l país y á la industria<br />
agrícola, bien luego se vio el daño que las<br />
causara.<br />
En efecto; para hacer la valoración <strong>de</strong> las<br />
unida<strong>de</strong>s contributivas habían <strong>de</strong> tenerse en<br />
cuenta los precios <strong>de</strong> las especies producidas<br />
en el <strong>de</strong>cenio anterior, <strong>de</strong>ducidos el año en<br />
que le tuviesen más alto y más bajo, las unida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> producción <strong>de</strong> cada finca y la calidad<br />
<strong>de</strong> éstas.<br />
Las guerras europeas por un lado; el movimiento<br />
<strong>de</strong> la riqueza territorial, efecto <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>samortización por otro, y a<strong>de</strong>más el gran<br />
impulso que se diera á las obras públicas por<br />
entonces, aumentaron consi<strong>de</strong>rablemente la<br />
<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> cereales y legumbres, en términos<br />
que los precios se elevaron como nunca se<br />
había visto sino en años calamitosos; y por lo<br />
tanto, el elemento principal para hacer la<br />
cartilla evaluatoria perjudicó, y no poco, á<br />
la riqueza contributiva.<br />
El modo <strong>de</strong> llevarse á cabo la <strong>de</strong>samortización;<br />
el miedo en los colonos á per<strong>de</strong>r su<br />
modo <strong>de</strong> vivir si no se hacían propietarios; el<br />
natural afán <strong>de</strong> adquirir, y la aparente facilidad<br />
<strong>de</strong>l pago por ser á plazos, aumentó extraordinariamente<br />
el valor sobre todo <strong>de</strong> las fincas<br />
rústicas, por la gran <strong>de</strong>manda que <strong>de</strong> ellas<br />
había, y aun en casos por la vanidad, obligando<br />
á los nuevos propietarios á roturar todos<br />
los prados para así obtener <strong>de</strong> las tierras<br />
vírgenes gran<strong>de</strong>s cosechas con que aten<strong>de</strong>r al<br />
pago <strong>de</strong>l excesivo coste <strong>de</strong> adquisición; y como<br />
quiera que en los cinco ó seis primeros años<br />
tenían cosecha anual y buena, sin tener en<br />
cuenta que eso era <strong>de</strong>bido al <strong>de</strong>scanso en<br />
que la tierra venía, hicieron que consi<strong>de</strong>rasen<br />
<strong>de</strong> mejor calidad la tierra, que la fijasen mayores<br />
unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> producción, y por lo tanto,<br />
los elementos todos que constituyen la base<br />
<strong>de</strong> las cartillas evaluatorias fueran <strong>de</strong>sfavorables<br />
al contribuyente.<br />
Bien luego se convencieron <strong>de</strong> ello cuando<br />
disminuyó la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> cereales; cuando la<br />
tierra se fué cansando <strong>de</strong> producir por tanto<br />
esquilmarla; cuando por la escasez <strong>de</strong> prados<br />
<strong>de</strong>creció la gana<strong>de</strong>ría y faltó el único abono<br />
que en la mayor parte <strong>de</strong>l país es posible utilizar;<br />
cuando las esperanzas <strong>de</strong> fácil transporte<br />
<strong>de</strong> los productos por las líneas férreas se<br />
convirtieron en tristes <strong>de</strong>sengaños por la codicia<br />
<strong>de</strong> las empresas y la impericia <strong>de</strong> la Administración,<br />
que no ha sabido contenerla; cuando<br />
no teniendo capital bastante para satisfacer<br />
los últimos plazos <strong>de</strong> las fincas rematadas, se<br />
vieron obligados los agricultores á someterse<br />
á la usura, que se enseñoreaba en la inmensa<br />
mayoría <strong>de</strong> las comarcas, porque el cebo <strong>de</strong><br />
los valores <strong>de</strong>l Estado y las operaciones con<br />
el Tesoro ahuyentaban los gran<strong>de</strong>s capitales<br />
numerarios <strong>de</strong> la agricultura, llevando á los<br />
centros la plétora <strong>de</strong> dinero, <strong>de</strong>jando anémica<br />
á la principal riqueza <strong>de</strong>l país, entregado á<br />
capitales liliputienses que lograban el 25 y el<br />
30 por 100 <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Marzo á Septiembre; cuando,<br />
por último, los campos <strong>de</strong> O<strong>de</strong>sa y las llanuras<br />
<strong>de</strong> la virgen América nos hicieron una