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Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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CON — 27.3 — CON<br />

sólidos como á los líquidos, y aun á los gases<br />

que emanan <strong>de</strong>l cuerpo enfermo. Pero ¿á qué<br />

se halla íntimamente ligada esa propiedad<br />

virulenta? ¿Qué elemento la posee? ¿Qué es<br />

el virus? Hace veinte años hubiera sido imposible<br />

contestar á esas cuestiones aclaradas<br />

por M. Chauveau, profesor <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong><br />

Veterinaria <strong>de</strong> Lyon. En todo humor virulento<br />

hay una parte fluida, que mantiene en<br />

suspensión elementos sólidos. ¿Resi<strong>de</strong> la virulencia<br />

en la primera, ó en los segundos? El<br />

laborioso investigador <strong>de</strong>mostró que la poseen<br />

los elementos figurados ó sólidos exclusivamente.<br />

En ellos se encuentran elementos celulares<br />

y granulaciones libres. Hoy se sabe<br />

que las granulaciones moleculares son organismos<br />

dotados <strong>de</strong> vida, parásitos, microbios,<br />

en fin, como han patentizado los cultivos<br />

sucesivos.<br />

Sembrando en <strong>de</strong>terminadas condiciones<br />

una serie <strong>de</strong> frascos llenos <strong>de</strong> un líquido apropiado<br />

para el cultivo, con una partícula <strong>de</strong>l<br />

virus que se ha <strong>de</strong> cultivar en el primer frasco<br />

, con una tomada <strong>de</strong> éste en el segundo,<br />

con una <strong>de</strong>l segundo en el tercero y así sucesivamente,<br />

el líquido <strong>de</strong>l último frasco,<br />

que pue<strong>de</strong> ser el vigésimo, el trigésimo ó el<br />

centesimo, resultará tan virulento como el<br />

primero. Después <strong>de</strong> tantas diluciones, es imposible<br />

admitir que haya persistido la virulencia,<br />

si solamente <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la gota originaria.<br />

Forzosamente ha <strong>de</strong> ser inherente á<br />

los corpúsculos que han ido pululando en los<br />

frascos. Si bien es cierto que no se ha <strong>de</strong>mostrado<br />

aún experimentalmente que todas las<br />

enfermeda<strong>de</strong>s contagiosas y transmisibles son<br />

<strong>de</strong> naturaleza parasitaria, es ya' innegable<br />

para muchas <strong>de</strong> ellas. Perroucito en Italia y<br />

Toussaint en Francia lo han patentizado respecto<br />

<strong>de</strong>l cólera <strong>de</strong> las gallinas; Pasteur,<br />

Chamberland y Roux respecto <strong>de</strong>l carbunco<br />

bacteridiano, la septicemia y la infección purulenta;<br />

Arloing, Cornevin y Thomas respecto<br />

<strong>de</strong>l carbunco bacteriano ; Bo'uchard, Capitán<br />

y Charrin respecto <strong>de</strong>l muermo; Koch<br />

respecto <strong>de</strong> la tuberculosis, y Nocard y Mollereau<br />

respecto <strong>de</strong> la mamitis contagiosa.<br />

El grupo <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s internas <strong>de</strong> naturaleza<br />

microbiana irá aumentándose á medida<br />

que se multipliquen las investigaciones.<br />

Los micro-organismos, que son los agentes<br />

<strong>de</strong> los contagios, se'manifiestan bajo la forma<br />

<strong>de</strong> bastón ci tos (bacterias y bacilos) ó <strong>de</strong> corpúsculos<br />

redon<strong>de</strong>ados (micrococos). La multiplicación<br />

<strong>de</strong> las bacterias y <strong>de</strong> los micrococos<br />

se verifica por segmentación, por división.<br />

Los bacilos se multiplican también por<br />

segmentación; pero cuando están colocados en<br />

ciertas condiciones favorables á su evolución,<br />

adquieren una disposición filamentosa y dan<br />

esporos esféricos ú ovales; elementos muy resistentes<br />

á las causas <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción y que<br />

conservan enérgicas las propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los<br />

bacilos <strong>de</strong> que proce<strong>de</strong>n. Los virus, lo mismo<br />

que los fermentos, pue<strong>de</strong>n ser aerobios ó auerobios.<br />

La bacteridia carbuncosa es el tipo<br />

<strong>de</strong> los microbios aerobios; introducida en la<br />

sangre, se multiplica en ese medio hasta el<br />

infinito, y en un período muy corto la convierte<br />

en un líquido impropio para el sostén<br />

<strong>de</strong> la vida. En el bacilo <strong>de</strong>l carbunco sintomático<br />

ó bacteriano se tiene un ejemplo <strong>de</strong> bacilo<br />

anerobio. No pue<strong>de</strong> vivir en la sangre; si<br />

se introduce en ella, sólo causa una fiebre<br />

efímera, que <strong>de</strong>saparece rápidamente; pero<br />

halla en la trama íntima <strong>de</strong> los tejidos un medio<br />

favorable para las manifestaciones <strong>de</strong> su<br />

vida; allí <strong>de</strong>sempeña el papel <strong>de</strong> fermento<br />

anerobio, se asimila el oxígeno <strong>de</strong> la materia<br />

orgánica viva y produce fenómenos completamente<br />

semejantes á los que provocan los<br />

fermentos <strong>de</strong> la putrefacción.<br />

La resistencia <strong>de</strong> los agentes contagiosos á<br />

las causas <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción es muy variable;<br />

durante mucho tiempo se ha creído que la<br />

virulencia <strong>de</strong>saparecería <strong>de</strong> los líquidos y <strong>de</strong><br />

los tejidos poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte, y las<br />

investigaciones científicas han <strong>de</strong>mostrado que<br />

era errónea esa creencia. La mayoría <strong>de</strong> los<br />

agentes específicos sobrevive mucho tiempo á<br />

los animales en que se han <strong>de</strong>sarrollado; el<br />

elemento contagioso <strong>de</strong>l muermo se conserva<br />

durante meses enteros, al igual <strong>de</strong> los propios<br />

<strong>de</strong> la peripneumonia y <strong>de</strong> la viruela <strong>de</strong>l carnero.<br />

Pasteur ha <strong>de</strong>mostrado que la virulencia<br />

carbuncosa se conserva durante un largo<br />

período <strong>de</strong> años en los puntos en que han sido<br />

sepultados los cadáveres carbuncosos. El aire<br />

húmedo favorece la <strong>de</strong>strucción dé los agentes<br />

contagiosos, y una rápida <strong>de</strong>secación mata<br />

á la mayoría <strong>de</strong> ellos. Los <strong>de</strong>struyen in<strong>de</strong>fectiblemente<br />

el fuego y las substancias químicas<br />

muy activas. En algunas enfermeda<strong>de</strong>s se<br />

efectúa el contagio por medio <strong>de</strong> seres microscópicos<br />

más elevados en la escala orgánica que<br />

los elementos virulentos. Las tinas y los herpes<br />

se transmiten por medio <strong>de</strong> hongos ó por<br />

sus esporos; las sarnas, la lepra <strong>de</strong>l cerdo, la<br />

trichinosis, la pneumonía verminosa y la-caquexia<br />

acuosa, por medio <strong>de</strong> insectos ó entozoarios.<br />

Esos parásitos causan alteraciones<br />

más ó menos profundas en los órganos invadidos,<br />

perturban la nutrición y ocasionan<br />

<strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes morbosos variables, inas no originan,<br />

como los virus, cambios <strong>de</strong>estado en las<br />

materias orgánicas. En <strong>de</strong>finitiva, cualquiera<br />

que sea la diversidad <strong>de</strong> los efectos que provocan,<br />

los agentes contagiosos son seres vivos, y<br />

todos los fenómenos que producen son el resultado<br />

<strong>de</strong> su actividad vital.<br />

• CONTRACCIÓN Y DILATACIÓN DE<br />

LAS MADERAS—(V. Propieda<strong>de</strong>s físicas<br />

<strong>de</strong> las ma<strong>de</strong>ras.)<br />

CONTRAESPALDERA ó ESPALDE­<br />

RA Á TODO VIENTO (Arboricultwa frutal).—La<br />

contráespal<strong>de</strong>ra, forma muy usual<br />

en arboricultura frutal, se distingue <strong>de</strong> la espal<strong>de</strong>ra<br />

en que no se establece, como ésta,<br />

contra un muro, en el que se afianzan sus<br />

ramas para imprimirles las inflexiones convenientes<br />

y protegerlas <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>l frío, <strong>de</strong>l<br />

calor y <strong>de</strong> la lluvia, cuando la planta que las

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