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Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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COL 135 — COL<br />

mar, sin temor <strong>de</strong> equivocarse, que sería<br />

la agricultura el objeto principal <strong>de</strong> su meditación<br />

y <strong>de</strong> sus observaciones. Sólo <strong>de</strong> este<br />

modo pudo más a<strong>de</strong>lante escribir su Re Rustica,<br />

según un plan tan metódico y completo<br />

como nadie hasta entonces había concebido,<br />

y examinar la producción territorial bajo un<br />

aspecto enteramente nuevo, en sus relaciones<br />

con las costumbres y con el estado social <strong>de</strong><br />

los pueblos.<br />

Su asistencia á los liceos, aca<strong>de</strong>mias y <strong>de</strong>más<br />

sitios en que los filósofos y poetas concurrían<br />

á enseñar ó discutir diversos puntos<br />

científicos le granjearía estimación y aplauso,<br />

y en los <strong>de</strong>bates se haría doblemente notar<br />

por <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la clase terrateniente, tan perseguida<br />

por el po<strong>de</strong>r, y por procurar el fomento<br />

<strong>de</strong>l cultivo agrario, tenido tan en poco<br />

por los propietarios.<br />

Para que se aprecie <strong>de</strong>bidamente la intuición<br />

agrícola <strong>de</strong> Columela, expondremos el<br />

<strong>de</strong>plorable estado <strong>de</strong> los conocimientos agronómicos<br />

hasta que él los cultivó con tan acertado<br />

criterio.<br />

- II. Siglos enteros habían pasado sin que en<br />

Roma se diesen reglas sobre el cultivo. Ocupadas<br />

las clases patricia y plebeya en sus sangrientas<br />

rivalida<strong>de</strong>s, y las dos en la conquista<br />

<strong>de</strong>l universo, poco á poco fueron <strong>de</strong>sertando<br />

<strong>de</strong> los campos, juzgando preferible, por<br />

más agradable ó lucrativa, la <strong>de</strong>l foro ó <strong>de</strong><br />

los campamentos. Pero el error en cosa tan<br />

grave no podía imperar por siempre ni en todas<br />

las inteligencias, y, como no podía menos,<br />

llegó un día en que se volvieron los ojos á la<br />

agricultura, base <strong>de</strong> bienestar privado y fuente<br />

<strong>de</strong> riqueza pública.<br />

Catón fué el primero que escribió en latín<br />

un tratado <strong>de</strong> agricultura, si tal pue<strong>de</strong> llamarse<br />

el inconexo conjunto <strong>de</strong> consejos é<br />

indicaciones, la mayor parte sobre asuntos triviales,<br />

sin base <strong>de</strong> doctrina. El libro, sin embargo<br />

, fué bien recibido por la generalidad,<br />

quizá por el mérito <strong>de</strong> ser el primero, y esto<br />

hubo <strong>de</strong> servir <strong>de</strong> estímulo para que otros siguiesen<br />

su ejemplo. Los dos Sasernas, padre<br />

éhijo, Sero'fa y Tremelio, escribieron sobre<br />

cuestiones agrícolas. Sus obras no han llegado<br />

hasta nosotros, pero creen algunos eruditos,<br />

en nuestra opinión fundadamente, que no <strong>de</strong>bían<br />

valer mucho más que la <strong>de</strong> Catón, lío se<br />

habrían perdido ciertamente, como no se perdieron<br />

otras <strong>de</strong> la misma época y aun <strong>de</strong> fecha<br />

anterior, si su mérito hubiera salido <strong>de</strong> lo<br />

vulgar. Conóceuse algunas citas <strong>de</strong> ellas, y no<br />

son motivo para que se forme un juicio muy<br />

elevado <strong>de</strong>l talento <strong>de</strong> sus autores. El anciano<br />

Varrón los superó á todos; su obra, dividida<br />

en tres libros, está escrita con más esmero,<br />

dilucidándose ya en ella ciertos puntos <strong>de</strong><br />

doctrina.<br />

Algunos otros geopónicos escribieron sobre<br />

<strong>de</strong>terminados ramos <strong>de</strong> agricultura, pudiéndose<br />

citar señaladamente entre ellos Celso,<br />

que publicó un tratado muy conciso, y Julio<br />

Ático y Grecino, que estudiaron principal­<br />

mente el cultivo <strong>de</strong> las viñas. Estos autores,<br />

todos poco profundos, se limitaron á exponer<br />

las prácticas seguidas, regularmente conocidas<br />

<strong>de</strong> la generalidad, por lo cual ningún influjo<br />

ejercieron favorable á la agricultura en<br />

el ánimo <strong>de</strong> sus contemporáneos.<br />

Llegó Virgilio, y dio á luz sus Geórgicas.<br />

Nada más encantador que ese poema, en el<br />

cual se celebran, con estro verda<strong>de</strong>ramente<br />

sublime, las más comunes faenas culturales.<br />

Con él ha contribuido, quizá más que nadie,<br />

hasta últimos <strong>de</strong>l siglo pasado, al fomento<br />

agrícola; pero ese influjo se ha fundado más<br />

en los encantos <strong>de</strong> la dicción poética que en<br />

la novedad trascen<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> sus observaciones.<br />

Su entusiasmo por las faenas campestres,<br />

expresado en admirables versos, ha conservado<br />

inextinguible el culto á la agricultura en<br />

cien generaciones, arrastradas por la barbarie<br />

y sumidas en la ignorancia. Columela, <strong>de</strong> intuición<br />

más profunda que todos, incluso el<br />

gran poeta <strong>de</strong> que acabamos <strong>de</strong> hablar, <strong>de</strong>scubrió<br />

nuevos rumbos, y pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que<br />

fundó la doctrina agronómica.<br />

III. A esto se <strong>de</strong>be que el grupo <strong>de</strong> romanos<br />

<strong>de</strong> juicio y pru<strong>de</strong>ncia que conocían y<br />

sentían los <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> la capital, y presagiaban<br />

las consecuencias funestas que habían<br />

<strong>de</strong> tener para el imperio, se asociasen, consi<strong>de</strong>rándolo<br />

jefe <strong>de</strong> escuela. Lo merecía, por<br />

unir á su gran erudición la práctica adquirida<br />

en la administración <strong>de</strong> su propia hacienda,<br />

que no era escasa. Poseía una gran viña<br />

en el país Ar<strong>de</strong>atino, y otras varias en Caricolano,<br />

Albano y Cerelano. Las <strong>de</strong> este último<br />

punto eran cultivadas con singular esmero,<br />

bajo su propia dirección y vigilancia, siendo<br />

á causa <strong>de</strong> ello extraordinariamente pingües<br />

los beneficios que le reportaban. Dedicábase<br />

también al cultivo <strong>de</strong> cereales y á la cría <strong>de</strong><br />

ganados, y sin duda á su discreta y celosa administración<br />

hay que atribuir la riqueza territorial<br />

que -llegó á reunir, y la cual aumentaría<br />

su importancia entre sus amigos.<br />

Amaba la vida <strong>de</strong> campo tanto como le era<br />

odiosa la <strong>de</strong> la gran ciudad; pero lo mismo<br />

en ésta que en medio <strong>de</strong> sus hereda<strong>de</strong>s, era la<br />

agricultura objeto constante y predilecto <strong>de</strong><br />

sus estudios; eu Roma se ilustraba con la lectura<br />

<strong>de</strong> los autores y con el trato <strong>de</strong> los filósofos;<br />

en el campo hacía toda clase <strong>de</strong> ensayos<br />

para adoptar los métodos que recomendaba ó<br />

en otras regiones practicados. De este modo<br />

sus juicios eran naturalmente razonables, porque<br />

se basaban en la propia experiencia.<br />

Se sabe que hizo viajes por Asia, España,<br />

las Galias, Grecia y algunas regiones <strong>de</strong><br />

África, entre ellas Egipto. Algunos biógrafos<br />

opinan que fué al Asia como gobernador <strong>de</strong><br />

una provincia, y hasta dicen como cosa averiguada<br />

que su administración se distinguió<br />

por lo acertada. Sin negar que pudiera habérsele<br />

investido <strong>de</strong> ese cargo, pues <strong>de</strong> sobra tenía<br />

cualida<strong>de</strong>s y méritos para ello, nos inclinamos<br />

á creer que su ausencia <strong>de</strong> Roma tuvo<br />

por único objetó estudiar la agricultura <strong>de</strong>

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