Sementera: 312 litros de grano - citaREA
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COL — 211 — COL<br />
<strong>de</strong> los tejidos <strong>de</strong> estas mismas capas. Atribuyese<br />
por autores respetables esta enfermedad á<br />
la separación ó disminución parcial ó total <strong>de</strong><br />
las capas anuales, por la acción <strong>de</strong> los vieutos,<br />
por choques, y en general por cualquier género<br />
<strong>de</strong> violencia ejercido sobre los árboles,<br />
que, especialmente cuando son jóvenes, sufren<br />
por estas causas flexiones y conmociones que<br />
separan las capas anuales. Cuando es el viento<br />
el que produce esta enfermedad, como su<br />
acción se ejerce principalmente sobre la copa<br />
<strong>de</strong>l árbol, la parte que más sufre es la correspondiente<br />
al pie, porque allí es don<strong>de</strong> sufre<br />
el máximo esfuerzo ó momento máximo, y <strong>de</strong><br />
aquí la mayor frecuencia con que se observa<br />
la acebolladura en esta parte <strong>de</strong>l árbol.<br />
»Si la acebolladura <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> las causas<br />
indicadas, no hay duda que <strong>de</strong>be y pue<strong>de</strong><br />
consi<strong>de</strong>rarse como un vicio, y no como una<br />
enfermedad; pero hay autores que, apoyándose<br />
en observaciones numerosas, spstienen<br />
que la acebolladura es una enfermedad que<br />
reconoce por principal causa la <strong>de</strong>sorganización<br />
<strong>de</strong> la albura por los excesivos fríos <strong>de</strong><br />
algunos inviernos, y en este caso la acebolladura<br />
<strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rarse como una enfermedad<br />
que consiste, no en la separación mecánica <strong>de</strong><br />
las capas anuales, sino en la <strong>de</strong>sorganización<br />
ó <strong>de</strong>scomposición parcial ó total <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong><br />
estas capas, <strong>de</strong> cuyo efecto resulta un estado<br />
más ó menos grave <strong>de</strong> enfermedad en el árbol.<br />
»Las observaciones que hemos hecho en las<br />
cortas que durante diez años hemos practicado<br />
para la marina, parecen estar conformes<br />
con esta última suposición. Hemos observado,<br />
con efecto, que en los montes inmediatos á la<br />
costa, en que no sólo son frecuentes los vientos<br />
fuertes, sino que, con intervalos no muy<br />
largos, se observan verda<strong>de</strong>ros huracanes, los<br />
árboles no suelen adolecer <strong>de</strong> este vicio, mientras<br />
que el arbolado <strong>de</strong> la Liébana, que no<br />
está expuesto á la acción <strong>de</strong> vientos tan intensos<br />
, y <strong>de</strong>bería estar libre <strong>de</strong> acebolladuras, las<br />
ofrece con frecuencia. En el crecido número<br />
<strong>de</strong> árboles cortados en los montes <strong>de</strong> Lamadrid,<br />
Corona y Roiz, y todos los <strong>de</strong>más inmediatos<br />
á la costa, la acebolladura no se ha<br />
observado sino muy rara vez, y casi sienlpre<br />
en árboles <strong>de</strong>crépitos, en los cuales las fendas<br />
pue<strong>de</strong>n atribuirse á la alteración <strong>de</strong> las capas<br />
leñosas; y por el contrario, en Liébana, en<br />
los montes elevados inmediatos á los llamados<br />
picos <strong>de</strong> Europa, se han presentado frecuentes<br />
casos <strong>de</strong> acebolladura. La <strong>de</strong>sorganización<br />
<strong>de</strong> las capas <strong>de</strong> la albura por los hielos explica<br />
la producción en los montes <strong>de</strong> la Liébana<br />
<strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong> que nos ocupamos,<br />
porque en aquellos montes la temperatura<br />
llega en invierno á muchos grados bajo cero,<br />
así como en Lamadrid y los otros montes <strong>de</strong><br />
la costa en que la temperatura en los inviernos<br />
no suele bajar casi nunca á cero, se ve<br />
que, á pesar <strong>de</strong> los vientos que agitan violentamente<br />
los árboles, hasta el punto <strong>de</strong> arrancar<br />
<strong>de</strong> raíz algunos <strong>de</strong> ellos, la acebolladura<br />
es una enfermedad muy raramente observada.<br />
»La circunstancia <strong>de</strong> hallarse la acebolladura<br />
en la parte <strong>de</strong>l pie y cerca <strong>de</strong>l corazón<br />
<strong>de</strong>l árbol, se explica por la menor resistencia<br />
al frío que ofrecen los árboles jóvenes, puesto<br />
que las capas acebolladas correspon<strong>de</strong>n á épocas<br />
en que los árboles eran tiernos todavía.<br />
»La acebolladura rara vez produce en el<br />
roble la separación completa <strong>de</strong> las capas anuales,<br />
ó lo que es lo mismo, son pocas las veces<br />
que forma uua circunferencia completa, y sí<br />
únicamente arcos <strong>de</strong> círculo más ó menos numerosos<br />
é inmediatos al corazón. En el pino<br />
se observan á menudo acebolladuras completamente<br />
circulares.<br />
«Cuando este <strong>de</strong>fecto es poco pronunciado<br />
y la fenda no presenta enmoheceduras, ni<br />
ninguna otra señal <strong>de</strong> alteración, pue<strong>de</strong> aplicarse<br />
á piezas enterizas, y aun para tablonería<br />
en la parte no afectada; pero cuando el<br />
<strong>de</strong>fecto se ha extendido, y sobre todo cuando<br />
los bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la fenda presentan un color<br />
agrietado con hongos filamentosos blanquecinos<br />
, la ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>be excluirse, porque no tiene<br />
ni la resistencia ni la sanidad que exigen<br />
las piezas aplicables á la construcción naval,<br />
á no ser que puedan sacarse algunos tablones<br />
<strong>de</strong> la parte que esté sana y mivy separada <strong>de</strong><br />
la acebolladura. En ese caso sólo podrá admitirse<br />
para la sierra y con el volumen <strong>de</strong> los<br />
tablones aprovechables. Las señales <strong>de</strong> alteración<br />
en los bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las acebolladuras son<br />
muy frecuentes, y esta circunstancia basta<br />
para confirmar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la acebolladura<br />
es una enfermedad y no un vicio resultante <strong>de</strong><br />
la acción mecánica <strong>de</strong> los vientos ú otros esfuerzos.<br />
»En los árboles <strong>de</strong>crépitos la acebolladura<br />
acompaña casi constantemente á la pata <strong>de</strong><br />
gallina, pudieudo en este caso atribuirse á la<br />
<strong>de</strong>sorganización por la edad, <strong>de</strong> los tejidos<br />
leñosos <strong>de</strong> las capas anuales.<br />
»Esta constante presencia <strong>de</strong> la acebolladura<br />
en los árboles <strong>de</strong>crépitos es, á nuestro juicio<br />
, una prueba más <strong>de</strong> que no es la acción<br />
<strong>de</strong> los vientos la que la produce, puesto que<br />
sería para ello preciso que su efecto se hiciera<br />
sentir casi en todos los árboles, y que en todos<br />
ellos se observara antes <strong>de</strong> la edad <strong>de</strong>crépita.<br />
»A nuestro parecer, es evi<strong>de</strong>nte que la acebolladura<br />
resulta <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sorganización parcial<br />
ó total <strong>de</strong> una ó más capas leñosas, ya proceda<br />
esta <strong>de</strong>sorganización <strong>de</strong>l frío, ya <strong>de</strong> la vejez,-ya<br />
<strong>de</strong> irregularidad en las funciones vitales,<br />
ya, en fin, <strong>de</strong> choques ú otras causas<br />
acci<strong>de</strong>ntales.<br />
»La acebolladura no suele indicarse por<br />
ninguna señal exterior en el árbol. Unicameute<br />
cuando <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la edad pue<strong>de</strong> suponerse<br />
por el coronamiento <strong>de</strong> la copa; pero aun<br />
en este caso la señal <strong>de</strong> alteración, sobre todo<br />
cuando no es muy marcada, pue<strong>de</strong> existir y<br />
existe muchas veces, sin que haya acebolladura<br />
en el duramen. .<br />
»Suele, aunque pocas veces también, conocerse<br />
esta enfermedad en los árboles en pie