Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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соси — 180 — собы tas en la dirección que las conviene. Son ovaladas y achatadas; el macho, por no tener órganos para comer, acaba por adherirse á una rama, y permanece sin dar señales hasta la época en que se desprende para fecundar la hembra y morir. Se conocen hasta cincuenta especies de cochinillas, la mayoría de las cuales se puede aclimatar en España, y muchos de cuyos individuos producen una substancia líquida más ó menos parda, encarnada, sanguinolenta ó purpúrea; pero sólo dos especies, la cochinilla 'fina del nopal y la silvestre, dan un admirable color grana ó escarlata, justamente apreciado en las artes de la pintura y de la tintorería. La más estimada, ó sea la fina, tiene el cuerpo cubierto de un polvillo blanco, impalpable y sutil, y la silvestre de una borra ó pelusilla blanca, espesa y viscosa; las hembras de la primera especie son algo más tardías en poner, menos fecundas, dan crías mayores y viven algún tiempo más; unas y otras medran en la hoja del nopal, tuna ó higuera chumba. El desarrollo de los insectos de una y otra especie depende del estado higrométrico de la atmósfera; cuanto mayor es la humedad, más tardan en desarrollarse, variando el período de desenvolvimiento desde que nacen, y según ese estado y la exposición de los plantíos, des­, de setenta y cinco á noventa días en verano, y desde ciento hasta ciento veinte en invierno. Indican que está á punto de aparecer una nueva generación, los filamentos que se desarrollan en la parte inferior y posterior del cuerpo; filamentos blancos en un principio, y morados y aun á veces opacos después. Algunos insectos en los cuales no cambia el color de los filamentos, presentan una hinchazón en la parte posterior del cuerpo, cubierta de pelos cortos y tiesos. En aquel momento deberán separarse de las plantas los que hayan de utilizarse para la siembra, es decir, para poblar los nopales nuevamente. Las primeras cochinillas madres que ponen anuncian que efectuarán en breve la misma operación todas las que presenten el mismo aspecto; la epidermis de las palas, pencas ú hojas de las plantas se cubre de borra, es decir, de una multitud de pequeños insectos parecidos á pintitas de algodón, que se mueven de una á otra parte, hasta pararse en aquella donde han de permanecer fijos hasta el término de su existencia. Cuando se desea que las plantas de que se va á obtener la primera cosecha queden cubiertas ó sembradas para la próxima estación con una nueva generación de insectos, no deberá desprenderse ninguna cochinilla hasta que hayan puesto varias de ellas; cuando se trate de colocarlas en plantas nuevas se desprenderán de los nopales, antes de la postura, las madres que hayan de servir para siembra. Por mucho tiempo se ha creído que la cochinilla era la semilla del nopal, y de ahí la expresión vulgar de semillar ó sembrar cochinilla, para indicar que se colocan las madres próximas á poner, en pencas tales que los­insectos, una vez nacidos, puedan esparcirse, fijarse y sustentarse en ellas. Para apresurar la cría de cochinillas que puede hacerse en un plantío de nopales, no debe afanarse el cultivador por recoger un producto excesivamente abundante; debe atender ante todo á recolectar el suficiente número de madres para poblar los nopales, absteniéndose de poner á secar esos preciosos insectos y reservándolos para cría, para poder cubrir la totalidad de las plantas. De lo contrario, podría verse obligado á dar mucho dinero por la simiente que necesite. Las cochinillas destinadas á la semillación ó á poblar los nopales deberán juntarse en unos cajones de madera sin tapa, y cuyo número ha de ser proporcionado al de los insectos. La capa de éstos que se forme en cada cajón no debe tener un espesor superior á 27 milímetros, y sobre ella, y en los bordes de los cajones, habrán de colocarse unos pedacitos de tela de algodón, nueva ó usada, pero siempre floja y algodonosa, y del tamaño de una cuartilla ordinaria de papel de escribir. Cuando la operación se hace por la mañana temprano, no hay inconveniente en que se retiren los trapos á las doce del día, recogiéndolos cuidadosamente en otro cajón para llevarlos al plantío de nopales que se pretenda sembrar. Entonces aparecen los trapos cubiertos de gran número de puntitos negros y algodonosos, que son otras tantas cochinillas, y habrá de fijarse cada uno de esos trapos en una cara de las palas, sujetándole por las cuatro puntas con alfileres ó púas de la misma planta. En los cajones de donde se hayan sacado los primeros trapos se colocarán otros, y éstos, y los que sucesivamente se vayan poniendo, se sacarán á su vez para colocarlos en los nopales, habiendo de procederse así durante cinco días, si es necesario, ahogando y poniendo á secar las cochinillas madres en seguida, como se indicará más adelante. Cuando se tema que no han de bastar éstas para la siembra, se podrá prolongar la operación de los trapos durante ocho días y recoger luego en los nidos las cochinillas que hayan servido ya. Esos nidos se hacen con cañamazo bastante ancho, para que entre los hilos puedan pasar los pequeños insectos que vayan naciendo. Cada pedazo de cañamazo deberá tener unos 30 centímetros superficiales, y después de colocar en medio de ellos cierto número de cochinillas madres y haber juntado las cuatro puntas para darles la forma de una especie de taleguito, se los sujeta con una púa á las pencas ú hojas de los nopales que aun no hayan sido poblados. Según que sea mayor ó menor el vigor de esas hojas, ¡podrán ó no colgarse nidos en sus dos caras, y a falta de cañamazo se emplearán cucuruchos de papel, que habrán de quedar abiertos por la parte superior. Si se hace la siembra con nidos, habrá de mudárselosámenudo de sitio, para que los insectos no se aglomeren y amontonen en el mismo punto de la pala. El mismo incon­

COCII — 181 — veniente se advierte cuando se deja que las madres pongan en la misma pala en que han vivido, y en tales casos las cochinillas, antes de haber recorrido la mitad de su existencia, carecen ya de alimento, y cuando no mueren de hambre, quedan sumamente pequeñas, y dan vida á una generación que para nada vale. Describiendo el sistema de explotación en las Canarias, decía D. Francisco de Paula León que la primera semillación se hace en los meses de Marzo, Abril ó Mayo, según va adelantando la estación y van desovando las cochinillas destinadas para madres. Esto se conoce principalmente eu que comienza á pulular la cría por las palas. Una vez recogidas las madres, se extienden formando capas de 15 milímetros de espesor sobre tableros ó en cajones de madera de 1,20 á 1,60 metros de longitud por 0,04 de anchura y 0,20 de elevación, y se colocan encima de la cochini­ Figura 81.—Toldo de paja para preservar la cochinilla del sol y de las lluvias lia trapos de 0,80 de longitud y 0,07 á 0,10 de ancho, para remudarlos diariamente y aun retirarlos dos y tres veces al día si es muy abundante el desove. Cuaudo se halla bien cubierta de huevecillos la cara inferior de los trapos, se llevan éstos al tuneral en cestas entrelargas ú otros utensilios análogos, se sujetan á las pencas en la forma anteriormente dicha y se retiran al cabo de algunos días para volver á utilizarlos. Aun cuando muchos de los criadores creen que sólo durante seis días sálela cría en buenas condiciones, la experiencia ha demostrado que se puede extraer durante doce y aun quince, siempre que las madres se hallen en buen estado. Hecha la siembra , se matan y secan las madres, obteniéndose de ellas lamas estimada grana. Cuando la tunera está muy frondosa y el terreno es de regadío, se deja en seco unos días antes de la semillación para que las palas se pongan algo lacias y agarren mejor los insectos. La operación de la siembra se puede ejecutar á cualquiera hora del día; sin embargo, el momento más adecuado es la madrugada, poco antes de salir el sol. En días húmedos y ventosos no deberá sembrarse con nidos, porque al соси salir de ellos los insectos para desparramarse por las plantas, pueden perecer arrebatados por el viento ó víctimas de la temperatura; inconveniente que no ofrece, á la verdad, la siembra ejecutada con trapos. Cualquiera que sea la causa que separe las cochinillas, grandes ó pequeñas, de la planta en que se hayan fijado, los insectos no pueden agarrarse nuevamente y mueren por lo regular. En las campiñas de Oajaca y Guajaca, cuyos habitantes se consagran exclusivamente á la explotación de Ja cochinilla, efectuada la plantación, que ellos llaman nopalera, colocan las cochinillas madres en unos hoyitos llamados también nidos, hechos precisamente con pezones de hojas de coco, preservándolas así del excesivo calor de los rayos solares, que podría determinar abortos, mas sin impedir que los insectos recién nacidos puedan salir y distribuirse por las pencas. Es necesario guardar cierta proporción respecto del número de madres que hayan de colocarse en cada nido y en cada pala, y distribuirlas con igualdad. La práctica enseña que deben colocarse ocho ó diez madres en cada nido, y que ha de atarse éste por medio de hilos á la base de una rama de cuatro pencas, de manera que en una nopalera de cien pencas se repartan con la mayor igualdad posible unos veinticinco nidos. Ninguno de ellos deberá quedar, empero, á menos de media vara de altura con relación al suelo, pues las pencas inferiores son muy duras, y difíciles de ser taladradas y masticadas por los insectos.. No solamente la lluvia, sino varios enemigos de la cochinilla, se oponen al desarrollo de ésta. De ahí que los mejicanos cubran durante el mal tiempo !as nopaleras con toldos ó esteras (figura 84), que se construyen del modo siguiente: se tiende paja en el suelo, de modo que queden las cañas paralelas y bastante separadas para que pese poco; se sujetan con un hilo fuerte, como bramante ú otro análogo, cerca de sus extremos, y si hay facilidad, con alambre de hierro muy fino, que es lo mejor, anudando tres ó cuatro pajas juntas; después no hay más que colocarlo bien directamente sobre los nopales, de modo que queda apoyado transversalmente en los palos, ó si no sostenido á poca altura de los mismos por estacas ó pies derechos, á la manera de los emparrados y á la altura conveniente para que pueda estar un hombre de pie en las entrecalles. Los enemigos de las cochinillas son las arañas, las aves insectívoras, las gallinas, los ratones, algunos reptiles, las hormigas y otros varios insectos. Las arañas desaparecen en quitando las telas que fabrican en los nopales; las gallinas deberán mantenerse ence­

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veniente se advierte cuando se <strong>de</strong>ja que las<br />

madres pongan en la misma pala en que han<br />

vivido, y en tales casos las cochinillas, antes<br />

<strong>de</strong> haber recorrido la mitad <strong>de</strong> su existencia,<br />

carecen ya <strong>de</strong> alimento, y cuando no mueren<br />

<strong>de</strong> hambre, quedan sumamente pequeñas, y<br />

dan vida á una generación que para nada<br />

vale.<br />

Describiendo el sistema <strong>de</strong> explotación en<br />

las Canarias, <strong>de</strong>cía D. Francisco <strong>de</strong> Paula<br />

León que la primera semillación se hace en<br />

los meses <strong>de</strong> Marzo, Abril ó Mayo, según va<br />

a<strong>de</strong>lantando la estación y van <strong>de</strong>sovando las<br />

cochinillas <strong>de</strong>stinadas para madres. Esto se<br />

conoce principalmente eu que comienza á pulular<br />

la cría por las palas. Una vez recogidas<br />

las madres, se extien<strong>de</strong>n formando capas <strong>de</strong><br />

15 milímetros <strong>de</strong> espesor sobre tableros ó<br />

en cajones <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> 1,20 á 1,60 metros<br />

<strong>de</strong> longitud por 0,04 <strong>de</strong> anchura y 0,20 <strong>de</strong><br />

elevación, y se colocan encima <strong>de</strong> la cochini­<br />

Figura 81.—Toldo <strong>de</strong> paja para preservar la cochinilla <strong>de</strong>l sol<br />

y <strong>de</strong> las lluvias<br />

lia trapos <strong>de</strong> 0,80 <strong>de</strong> longitud y 0,07 á 0,10<br />

<strong>de</strong> ancho, para remudarlos diariamente y aun<br />

retirarlos dos y tres veces al día si es muy<br />

abundante el <strong>de</strong>sove. Cuaudo se halla bien<br />

cubierta <strong>de</strong> huevecillos la cara inferior <strong>de</strong> los<br />

trapos, se llevan éstos al tuneral en cestas<br />

entrelargas ú otros utensilios análogos, se sujetan<br />

á las pencas en la forma anteriormente<br />

dicha y se retiran al cabo <strong>de</strong> algunos días para<br />

volver á utilizarlos. Aun cuando muchos <strong>de</strong><br />

los criadores creen que sólo durante seis días<br />

sálela cría en buenas condiciones, la experiencia<br />

ha <strong>de</strong>mostrado que se pue<strong>de</strong> extraer<br />

durante doce y aun quince, siempre que las<br />

madres se hallen en buen estado. Hecha la<br />

siembra , se matan y secan las madres, obteniéndose<br />

<strong>de</strong> ellas lamas estimada grana. Cuando<br />

la tunera está muy frondosa y el terreno<br />

es <strong>de</strong> regadío, se <strong>de</strong>ja en seco unos días antes<br />

<strong>de</strong> la semillación para que las palas se<br />

pongan algo lacias y agarren mejor los insectos.<br />

La operación <strong>de</strong> la siembra se pue<strong>de</strong> ejecutar<br />

á cualquiera hora <strong>de</strong>l día; sin embargo, el<br />

momento más a<strong>de</strong>cuado es la madrugada, poco<br />

antes <strong>de</strong> salir el sol. En días húmedos y ventosos<br />

no <strong>de</strong>berá sembrarse con nidos, porque al<br />

соси<br />

salir <strong>de</strong> ellos los insectos para <strong>de</strong>sparramarse<br />

por las plantas, pue<strong>de</strong>n perecer arrebatados<br />

por el viento ó víctimas <strong>de</strong> la temperatura;<br />

inconveniente que no ofrece, á la verdad, la<br />

siembra ejecutada con trapos. Cualquiera que<br />

sea la causa que separe las cochinillas, gran<strong>de</strong>s<br />

ó pequeñas, <strong>de</strong> la planta en que se hayan<br />

fijado, los insectos no pue<strong>de</strong>n agarrarse nuevamente<br />

y mueren por lo regular.<br />

En las campiñas <strong>de</strong> Oajaca y Guajaca, cuyos<br />

habitantes se consagran exclusivamente<br />

á la explotación <strong>de</strong> Ja cochinilla, efectuada la<br />

plantación, que ellos llaman nopalera, colocan<br />

las cochinillas madres en unos hoyitos llamados<br />

también nidos, hechos precisamente con<br />

pezones <strong>de</strong> hojas <strong>de</strong> coco, preservándolas así<br />

<strong>de</strong>l excesivo calor <strong>de</strong> los rayos solares, que podría<br />

<strong>de</strong>terminar abortos, mas sin impedir que<br />

los insectos recién nacidos puedan salir y distribuirse<br />

por las pencas.<br />

Es necesario guardar cierta proporción respecto<br />

<strong>de</strong>l número <strong>de</strong> madres<br />

que hayan <strong>de</strong> colocarse en<br />

cada nido y en cada pala, y<br />

distribuirlas con igualdad.<br />

La práctica enseña que <strong>de</strong>ben<br />

colocarse ocho ó diez<br />

madres en cada nido, y que<br />

ha <strong>de</strong> atarse éste por medio<br />

<strong>de</strong> hilos á la base <strong>de</strong> una rama<br />

<strong>de</strong> cuatro pencas, <strong>de</strong> manera<br />

que en una nopalera<br />

<strong>de</strong> cien pencas se repartan<br />

con la mayor igualdad posible<br />

unos veinticinco nidos.<br />

Ninguno <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong>berá<br />

quedar, empero, á menos <strong>de</strong><br />

media vara <strong>de</strong> altura con relación<br />

al suelo, pues las pencas<br />

inferiores son muy duras, y difíciles <strong>de</strong><br />

ser taladradas y masticadas por los insectos..<br />

No solamente la lluvia, sino varios enemigos<br />

<strong>de</strong> la cochinilla, se oponen al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><br />

ésta. De ahí que los mejicanos cubran durante<br />

el mal tiempo !as nopaleras con toldos ó<br />

esteras (figura 84), que se construyen <strong>de</strong>l<br />

modo siguiente: se tien<strong>de</strong> paja en el suelo, <strong>de</strong><br />

modo que que<strong>de</strong>n las cañas paralelas y bastante<br />

separadas para que pese poco; se sujetan<br />

con un hilo fuerte, como bramante ú otro<br />

análogo, cerca <strong>de</strong> sus extremos, y si hay facilidad,<br />

con alambre <strong>de</strong> hierro muy fino, que es<br />

lo mejor, anudando tres ó cuatro pajas juntas;<br />

<strong>de</strong>spués no hay más que colocarlo bien directamente<br />

sobre los nopales, <strong>de</strong> modo que queda<br />

apoyado transversalmente en los palos, ó<br />

si no sostenido á poca altura <strong>de</strong> los mismos<br />

por estacas ó pies <strong>de</strong>rechos, á la manera <strong>de</strong><br />

los emparrados y á la altura conveniente para<br />

que pueda estar un hombre <strong>de</strong> pie en las entrecalles.<br />

Los enemigos <strong>de</strong> las cochinillas son<br />

las arañas, las aves insectívoras, las gallinas,<br />

los ratones, algunos reptiles, las hormigas y<br />

otros varios insectos. Las arañas <strong>de</strong>saparecen<br />

en quitando las telas que fabrican en los nopales;<br />

las gallinas <strong>de</strong>berán mantenerse ence­

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