Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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CLO. — 170 — CNE mera causa indicada, puesto que mientras ciertas vides americanas, tales como el Herbemonl (Y. cestivalis), por ejemplo, no dan resultados en los ricos aluviones de las planicies del Mediodía de Francia, aun cuando se las abone en grande, prosperan, por el contrario, en los suelos pobres y áridos de las laderas (garrigas). Algunos hombres observadores, y especialmente M. Louis Vialla, han atribuido esa anomalía á la circunstancia de que en el primer medio no existe la cantidad de hierro necesaria para la vegetación de la vid, y en cambio en las garrigas existe ese elemento en tal abundancia que revela su existencia el mismo color rojizo del suelo. Pero esa hipótesis no parece admisible si se considera que, según patentiza el análisis: 1.°, todas las tierras en que se cultiva la vid contienen cantidades de hierro suficientes para atender á las necesidades de la planta; 2.°, que las tierras rojas no encierran cantidades de hierro superiores á las que poseen otras tierras que no tienen la misma coloración, y 3.°, que las cenizas de las vides procedentes de terrenos rojos no contienen cantidades de hierro más considerables que las de las cepas de la misma variedad que hayan vegetado en otros terrenos. Pero si la presencia del hierro peroxidado no desempeña al parecer un papel químico de alguna importancia, ejerce, por el contrario, gracias á la coloración que da al suelo, una influencia bastante considerable en la temperatura de el, como lo patentizan numerosas observaciones termométricas. A la temperatura más elevada por la causa que acabamos de indicar, corresponde una aparición de las raíces del año más temprana que en las tierras de color claro, y en ese caso se puede interpretar el fenómeno que se produce, de la siguiente manera: la vegetación exterior de la vid, que depende en parte de la temperatura de la atmósfera, comienza simultáneamente en las tierras de color obscuro y en las de color claro. En las primeras es muy luego seguida de la aparición de raíces jóvenes, que absorben activamente los materiales necesarios para atender al rápido desarrollo de la planta; en las últimas, por el contrario, el desarrollo de las raíces se verifica más tarde, cuando la vid ha agotado la mayor parte de los materiales que guardaba en reserva para la formación de nuevos órganos, cesando de formarse la clorofila. La mayor ó menor abundancia de las reservas acumuladas en los tejidos de la vid, al permitirla esperar más ó menos tiempo el momento de una absorción activa de los materiales del suelo, y la desigual actividad entre los diversos modos de funcionar de las hojas, como se comprende, son capaces de modificar mucho la importancia de ese fenómeno. Así, los Herbemonls cloróticos, injertados en Arammi (V. vini/era), variedad en que los tejidos celulares que constituyen los depósitos de la planta son muy abundantes y cuyas hojas transpiran activamente, dan origen por lo general á una planta perfectamente verde. De ahí, como es fácil comprender, que los drenajes y los abonos que dividen el suelo y favorecen su caldeo, así como los abonos susceptibles de ser asimilados rápidamente y de reparar pronto los tejidos, sean los mejores medios para combatir la clorosis. El empleo del sulfato de hierro, que se ha recomendadomuchas veces, produce resultados desiguales é insuficientes por lo común. Respecto de las vides americanas, lo mejor es plantarlas en la clase de terrenos que las convienen, y así se evitan dificultades á veces insolubles. CLORUROS ( Química ) . — Combinación del cloro con un metal, alguno de los metaloides ó ciertas materias orgánicas. Los cloruros metálicos son solubles en el agua en su mayoría, excepto el de plata y el protoclorurode mercurio, ó calomelanos, que son insolubles. Algunos, como los de estaño, antimonio, fósforo y silicio son descompuestos por el agua; otros son volátiles, como por ejemplo, el bicloruro de estaño, que siendo líquido á la temperatura ordinaria, se evapora fácilmente, esparciendo humo abundante expuesto al aire. Las disoluciones de algunos cloruros cambian de color al concentrarse, como sucede con la disolución de cloruro de cobalto, que siendo rosa cuando está muy extendida, se convierte en azul cuando se concentra, de cuya particularidad se ha sacado partido para preparar las flores llamadas higrométricas, que cambian de color con la abundancia de vapor de agua contenido en el aire. Entre los cloruros que presentan algún interés agrícola, se hallan el de potasio y el de sodio. GLORUKO DE POTASIO.—Esta sal ejerce con frecuencia una acción notable en la vegetación de los cereales. Una de las mejores cosechas de trigo obtenida en el campo de experiencias de Grignon el año 1884, fué la que se obtuvo con una mezcla de 200 kilogramos de nitrato de sosa y 200 kilogramos de cloruro de potasio por hectárea. Al tratar de las Sales de potasa nos ocuparemos con más extensión de esta sal. CLORURO DE SODIO.—(V. Sal marina.) CLUECA.—Aplícase á la gallina y otras aves que se echau sobre los huevos para empollarlos. CLUPUS.—En el valle" de Aran se llama así al álamo, Populus nigra, L. (V. Álamo.) CLUSIA.-(V. Copei.) CNEORUM.—Género de plantas de la familia de las Conarúceas. Se cultivan en los jardines de Europa las dos especies siguientes: Cneorum triccocum, L. Nombre vulgar, Olivilla.—Arbusto originario de la región cálida del Mediterráneo, indicado por algunos autores como espontáneo en los terrenos incultos y pedregosos de Valencia, Cataluña, Aragón y Granada. Es un arbusto muy ramoso, de un metro de alto, con hoja's^iempre verdes, sen-

CNE — 171 — COB cillas, sentadas, persistentes, enteras, alargadas , un poco gruesas. Las flores son amarillas, axilares, en número de una á tres, y aparecen de Junio á Septiembre. El fruto está formado por tres cocas drupáceas monospermas. Cneorum pulverulentum, Vent. Nombre vulgar, Orijama.—Arbusto de la región marítima de Canarias, muy abundante en las bandas de la región del Sur y en Tenerife; también es común en Canarias y en Palma. Su tronco adquiere un diámetro algo considerable, y su madera amarilla es de extremada dureza y de textura muy compacta, empleándose principalmente para hacer tacos de billar. Está cubierta esta planta de un polvo ceniciento; su tallo es derecho, ramoso, y la corteza amarillenta, la cual se separa en placas durante el estío. Las hojas están esparcidas , y son sentadas, persistentes, alargadas, atenuadas en el ápice, obtusas y enteras. Las flores aparecen de Abril á Septiembre, y son amarillas, solitarias, estando colocadas sobre pedúnculos tetrágonos. El fru£o es de cuatro cocas. Requieren las dos especies indicadas tierra ligera y pedregosa, sombra, y algún abrigo en invierno. Se multiplican de semilla en cama caliente, haciendo la siembra en primavera y mejor así que se coge la simiente. La especie primera es muy á propósito para guarnecer el frente de los bosquetes de invierno. CNESTIS — Género de plantas de la familia de las Conaráceas. Se encuentran en los montes de las Islas Filipi- "'"*„'. ñas las especies siguientes: Cnestis poliphy lia, P. Blanco. Nombre vulgar, Ibaibán,— Tiene el tronco echado por tierra. Hojas opuestas, aladas, con impar; hojuelas en número de nueve ó más pares, lineales, aguzadas y vellosas, con los pecíolos hinchados en la base. Flores en racimos, que aparecen en Marzo. Fruto formado por cinco cajillas como legumbres, carnosas, sin pelo, y que se rompen á lo largo, de las cuales algunas abortan; semillas solitarias, sin arilo. Cnestis corniculata, P. Blanco. Nombre vulgar, Sal-laday.—Arbusto de hojas alternas, aladas, con impar, y las hojuelas aovadas, alargadas, blandas y vellosas. Fruto formado por cinco cajillas cilindricas, carnosas, de color rojo, encorvadas, con el extremo hacia abajo, cubiertas de pelo por dentro y en el fondo una semilla, con arilo en la base; algunas abortan. Cómese el fruto, que es bastante sabroso, pero muy purgante. Cnestis glabra, P. Blanco.—Hojas opuestas, aladas, con impar, y las hojuelas, en número de nueve ó más pares, aovadas, muy aguzadas, enterísimas, lampiñas y algo tiesas. Cnestis trifulia, P. Blanco. Nombre vulgar, . Camagsa taquilis.— Tronco á veces de 20 centímetros de grueso, voluble. Hojas ter- nadas; hojuelas lanceoladas, enterísimas y lampiñas; pecíolo común larguísimo, hinchado en la base; el propio corto. Las flores salen de las ramas en panojas pequeñas. Fruto compuesto de cinco cajillas á modo de legumbres pequeñas, con una semilla cada una. CUALIDADES Y APLICACIONES.—Xa madera está llena de poros, es de olor agradable y la infusión es encarnada. Se le atribuyen por los naturales grandes virtudes, y por eso le llaman santo. Su uso principal es darlo en sudor á las mujeres recién paridas. Se tiene por equivalente de la zarzaparrilla. COA.—Instrumento de agricultura que se usa en Méjico en lugar de la azada. Es una especie de pala de hierro, recta por un lado, curva por el otro y terminada en punta, con un cabo largo de madera en la misma línea de la parte recta. COBERTIZO—Sitio cubierto ligera ó rústicamente para resguardar de la intemperie Figura 78.—Cobertizo hombres, animales ó efectos. En toda casa de campo debe haber cobertizos suficientes para resguardo de los carros é instrumentos de labranza, que no deben estar, como por desgracia se ve con mucha frecuencia, casi abandonados en el corral, donde se descomponen y acaban por inutilizarse bajo la acción del sol y de las lluvias. La construcción del cobertizo varía según los materiales de que se dispone, y según el gusto y las necesidades del que los construye; pero ante todo deben ser económicos. El más sencillo, extendido y menos costoso consiste en plantar cierto número de estacas ó pértigas que sirvan de postes, y montar un techo de tablas que se cubren con ramaje ó paja larga, preparada convenientemente. Cuando se desea más solidez, duración y comodidad, se usan diferentes sistemas de armadura más ó menos costosos, que suelen ser unos pilares ó pies derechos de piedra, madera ó metal, colocados verticalmente para sostener el techo ó cubierta, con dos vertientes si el cobertizo ha de estar aislado, ó con un solo declive, como es lo másgeneral, si se halla arrimado aun edificio, como el representado en la figura 78. El piso del

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mera causa indicada, puesto que mientras<br />

ciertas vi<strong>de</strong>s americanas, tales como el Herbemonl<br />

(Y. cestivalis), por ejemplo, no dan resultados<br />

en los ricos aluviones <strong>de</strong> las planicies<br />

<strong>de</strong>l Mediodía <strong>de</strong> Francia, aun cuando se las<br />

abone en gran<strong>de</strong>, prosperan, por el contrario,<br />

en los suelos pobres y áridos <strong>de</strong> las la<strong>de</strong>ras<br />

(garrigas). Algunos hombres observadores,<br />

y especialmente M. Louis Vialla, han atribuido<br />

esa anomalía á la circunstancia <strong>de</strong> que<br />

en el primer medio no existe la cantidad <strong>de</strong><br />

hierro necesaria para la vegetación <strong>de</strong> la vid,<br />

y en cambio en las garrigas existe ese elemento<br />

en tal abundancia que revela su existencia<br />

el mismo color rojizo <strong>de</strong>l suelo. Pero<br />

esa hipótesis no parece admisible si se consi<strong>de</strong>ra<br />

que, según patentiza el análisis: 1.°, todas<br />

las tierras en que se cultiva la vid contienen<br />

cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hierro suficientes para<br />

aten<strong>de</strong>r á las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la planta; 2.°, que<br />

las tierras rojas no encierran cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

hierro superiores á las que poseen otras tierras<br />

que no tienen la misma coloración, y<br />

3.°, que las cenizas <strong>de</strong> las vi<strong>de</strong>s proce<strong>de</strong>ntes<br />

<strong>de</strong> terrenos rojos no contienen cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

hierro más consi<strong>de</strong>rables que las <strong>de</strong> las cepas<br />

<strong>de</strong> la misma variedad que hayan vegetado en<br />

otros terrenos.<br />

Pero si la presencia <strong>de</strong>l hierro peroxidado<br />

no <strong>de</strong>sempeña al parecer un papel químico <strong>de</strong><br />

alguna importancia, ejerce, por el contrario,<br />

gracias á la coloración que da al suelo, una<br />

influencia bastante consi<strong>de</strong>rable en la temperatura<br />

<strong>de</strong> el, como lo patentizan numerosas<br />

observaciones termométricas. A la temperatura<br />

más elevada por la causa que acabamos<br />

<strong>de</strong> indicar, correspon<strong>de</strong> una aparición <strong>de</strong> las<br />

raíces <strong>de</strong>l año más temprana que en las tierras<br />

<strong>de</strong> color claro, y en ese caso se pue<strong>de</strong> interpretar<br />

el fenómeno que se produce, <strong>de</strong> la<br />

siguiente manera: la vegetación exterior <strong>de</strong><br />

la vid, que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> en parte <strong>de</strong> la temperatura<br />

<strong>de</strong> la atmósfera, comienza simultáneamente<br />

en las tierras <strong>de</strong> color obscuro y en las<br />

<strong>de</strong> color claro. En las primeras es muy luego<br />

seguida <strong>de</strong> la aparición <strong>de</strong> raíces jóvenes, que<br />

absorben activamente los materiales necesarios<br />

para aten<strong>de</strong>r al rápido <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la<br />

planta; en las últimas, por el contrario, el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las raíces se verifica más tar<strong>de</strong>,<br />

cuando la vid ha agotado la mayor parte <strong>de</strong><br />

los materiales que guardaba en reserva para<br />

la formación <strong>de</strong> nuevos órganos, cesando <strong>de</strong><br />

formarse la clorofila.<br />

La mayor ó menor abundancia <strong>de</strong> las reservas<br />

acumuladas en los tejidos <strong>de</strong> la vid, al<br />

permitirla esperar más ó menos tiempo el momento<br />

<strong>de</strong> una absorción activa <strong>de</strong> los materiales<br />

<strong>de</strong>l suelo, y la <strong>de</strong>sigual actividad entre los<br />

diversos modos <strong>de</strong> funcionar <strong>de</strong> las hojas, como<br />

se compren<strong>de</strong>, son capaces <strong>de</strong> modificar mucho<br />

la importancia <strong>de</strong> ese fenómeno. Así, los<br />

Herbemonls cloróticos, injertados en Arammi<br />

(V. vini/era), variedad en que los tejidos<br />

celulares que constituyen los <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> la<br />

planta son muy abundantes y cuyas hojas<br />

transpiran activamente, dan origen por lo general<br />

á una planta perfectamente ver<strong>de</strong>. De<br />

ahí, como es fácil compren<strong>de</strong>r, que los drenajes<br />

y los abonos que divi<strong>de</strong>n el suelo y favorecen<br />

su cal<strong>de</strong>o, así como los abonos susceptibles<br />

<strong>de</strong> ser asimilados rápidamente y <strong>de</strong><br />

reparar pronto los tejidos, sean los mejores<br />

medios para combatir la clorosis. El empleo<br />

<strong>de</strong>l sulfato <strong>de</strong> hierro, que se ha recomendadomuchas<br />

veces, produce resultados <strong>de</strong>siguales<br />

é insuficientes por lo común. Respecto <strong>de</strong> las<br />

vi<strong>de</strong>s americanas, lo mejor es plantarlas en la<br />

clase <strong>de</strong> terrenos que las convienen, y así se<br />

evitan dificulta<strong>de</strong>s á veces insolubles.<br />

CLORUROS ( Química ) . — Combinación<br />

<strong>de</strong>l cloro con un metal, alguno <strong>de</strong> los metaloi<strong>de</strong>s<br />

ó ciertas materias orgánicas. Los cloruros<br />

metálicos son solubles en el agua en su<br />

mayoría, excepto el <strong>de</strong> plata y el protocloruro<strong>de</strong><br />

mercurio, ó calomelanos, que son insolubles.<br />

Algunos, como los <strong>de</strong> estaño, antimonio,<br />

fósforo y silicio son <strong>de</strong>scompuestos por el<br />

agua; otros son volátiles, como por ejemplo,<br />

el bicloruro <strong>de</strong> estaño, que siendo líquido á<br />

la temperatura ordinaria, se evapora fácilmente,<br />

esparciendo humo abundante expuesto<br />

al aire.<br />

Las disoluciones <strong>de</strong> algunos cloruros cambian<br />

<strong>de</strong> color al concentrarse, como suce<strong>de</strong> con<br />

la disolución <strong>de</strong> cloruro <strong>de</strong> cobalto, que siendo<br />

rosa cuando está muy extendida, se convierte<br />

en azul cuando se concentra, <strong>de</strong> cuya<br />

particularidad se ha sacado partido para preparar<br />

las flores llamadas higrométricas, que<br />

cambian <strong>de</strong> color con la abundancia <strong>de</strong> vapor<br />

<strong>de</strong> agua contenido en el aire.<br />

Entre los cloruros que presentan algún interés<br />

agrícola, se hallan el <strong>de</strong> potasio y el <strong>de</strong><br />

sodio.<br />

GLORUKO DE POTASIO.—Esta sal ejerce con<br />

frecuencia una acción notable en la vegetación<br />

<strong>de</strong> los cereales. Una <strong>de</strong> las mejores cosechas<br />

<strong>de</strong> trigo obtenida en el campo <strong>de</strong> experiencias<br />

<strong>de</strong> Grignon el año 1884, fué la que<br />

se obtuvo con una mezcla <strong>de</strong> 200 kilogramos<br />

<strong>de</strong> nitrato <strong>de</strong> sosa y 200 kilogramos <strong>de</strong> cloruro<br />

<strong>de</strong> potasio por hectárea. Al tratar <strong>de</strong> las Sales<br />

<strong>de</strong> potasa nos ocuparemos con más extensión<br />

<strong>de</strong> esta sal.<br />

CLORURO DE SODIO.—(V. Sal marina.)<br />

CLUECA.—Aplícase á la gallina y otras<br />

aves que se echau sobre los huevos para empollarlos.<br />

CLUPUS.—En el valle" <strong>de</strong> Aran se llama<br />

así al álamo, Populus nigra, L. (V. Álamo.)<br />

CLUSIA.-(V. Copei.)<br />

CNEORUM.—Género <strong>de</strong> plantas <strong>de</strong> la familia<br />

<strong>de</strong> las Conarúceas. Se cultivan en los<br />

jardines <strong>de</strong> Europa las dos especies siguientes:<br />

Cneorum triccocum, L. Nombre vulgar, Olivilla.—Arbusto<br />

originario <strong>de</strong> la región cálida<br />

<strong>de</strong>l Mediterráneo, indicado por algunos autores<br />

como espontáneo en los terrenos incultos<br />

y pedregosos <strong>de</strong> Valencia, Cataluña, Aragón<br />

y Granada. Es un arbusto muy ramoso, <strong>de</strong> un<br />

metro <strong>de</strong> alto, con hoja's^iempre ver<strong>de</strong>s, sen-

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