Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Una</strong> <strong>rosa</strong> <strong>en</strong> <strong>invierno</strong> <strong>01</strong>/3ª/ 3/3/08 16:29 Página 34<br />
—¡En absoluto! Pero t<strong>en</strong>go ojos <strong>en</strong> <strong>la</strong> cara y me doy perfecta<br />
cu<strong>en</strong>ta de que su hija sería una acompañante de lo más <strong>en</strong>cantadora.<br />
Si me permitiera cortejar<strong>la</strong>, estaría dispuesto a esperar un poco<br />
más para cobrar lo que me debe. —Se <strong>en</strong>cogió de hombros con despreocupación<br />
y añadió—: Quién sabe lo que podría resultar de todo<br />
esto…<br />
Avery estuvo a punto de ahogarse al oír <strong>la</strong> suger<strong>en</strong>cia.<br />
—¡Crápu<strong>la</strong> chantajista! ¡Preferiría ver<strong>la</strong> muerta antes que <strong>en</strong> <strong>la</strong>s<br />
garras de algui<strong>en</strong> de su ralea!<br />
Christopher observó a Si<strong>la</strong>s, que se apretujaba nerviosam<strong>en</strong>te<br />
el tricornio contra el pecho. Cuando volvió a c<strong>la</strong>var <strong>la</strong> vista <strong>en</strong> el alcalde,<br />
su bur<strong>la</strong> fue sutil aunque evid<strong>en</strong>te.<br />
—Sí, supongo que sí.<br />
Avery se sonrojó aún más ante semejante pul<strong>la</strong>. Era consci<strong>en</strong>te<br />
de que Si<strong>la</strong>s no era un hombre bi<strong>en</strong> parecido, pero poseía una modesta<br />
fortuna. Además, a su hija no le conv<strong>en</strong>ía casarse con un<br />
apuesto libertino que no haría más que dejar<strong>la</strong> con una prole de mocosos.<br />
Si<strong>la</strong>s <strong>en</strong>cajaba bastante bi<strong>en</strong> con sus necesidades. Sin embargo,<br />
después de haber<strong>la</strong> visto con ese demonio de Seton, podría<br />
poner pegas a <strong>la</strong> hora de proponerle matrimonio por miedo a obt<strong>en</strong>er<br />
mercancía defectuosa.<br />
—Son muchos los pret<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes dispuestos a pagar el precio de<br />
<strong>la</strong> novia —insistió Avery, por si acaso Si<strong>la</strong>s t<strong>en</strong>ía alguna duda—.<br />
Hombres lo bastante listos para apreciar los tesoros que el<strong>la</strong> podría<br />
ofrecerles, y ninguno de ellos ha ultrajado a su familia.<br />
Christopher miró a Eri<strong>en</strong>ne y le dedicó una sonrisa torcida.<br />
—Supongo que eso significa que no seré bi<strong>en</strong>v<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> esta casa<br />
de nuevo…<br />
—¡Lárguese! ¡Y no se atreva a volver a pisar siquiera el umbral!<br />
—gritó el<strong>la</strong> al tiempo que luchaba por cont<strong>en</strong>er <strong>la</strong>s lágrimas de furia<br />
y humil<strong>la</strong>ción. Lo observó con una mueca de desprecio <strong>en</strong> los<br />
<strong>la</strong>bios—. Preferiría a un tullido con <strong>la</strong> cara ll<strong>en</strong>a de cicatrices y jorobado<br />
antes que a usted.<br />
Christopher <strong>la</strong> recorrió con <strong>la</strong> mirada.<br />
—En lo que a mí respecta, Eri<strong>en</strong>ne, si te postraras ante mí, jamás<br />
pasaría por <strong>en</strong>cima de ti para llegar hasta una rica corderil<strong>la</strong>. —Sonrió<br />
con ironía cuando sus ojos volvieron a c<strong>la</strong>varse <strong>en</strong> los de <strong>la</strong> mu-<br />
34