13.05.2013 Views

Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra

Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra

Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Una</strong> <strong>rosa</strong> <strong>en</strong> <strong>invierno</strong> <strong>01</strong>/3ª/ 3/3/08 16:29 Página 28<br />

le <strong>la</strong> camisa y, cuando se <strong>en</strong>derezó, sintió un vuelco <strong>en</strong> el corazón:<br />

aquel hombre había vuelto a situarse demasiado cerca de el<strong>la</strong>.<br />

—Creo que su hermano se s<strong>en</strong>tiría más cómodo sin <strong>la</strong> camisa y<br />

<strong>la</strong>s botas. —Bajó <strong>la</strong> vista para observar<strong>la</strong> y esbozó una radiante sonrisa<br />

de di<strong>en</strong>tes b<strong>la</strong>ncos antes de ofrecerle su ayuda—: ¿Me permite<br />

que se <strong>la</strong>s quite <strong>en</strong> su lugar?<br />

—Por supuesto —respondió el<strong>la</strong>, conmovida por su sonrisa y<br />

su g<strong>en</strong>tileza—. Pero está inválido. T<strong>en</strong>ga cuidado con su brazo.<br />

El hombre se detuvo un instante y contempló a Eri<strong>en</strong>ne con<br />

asombro.<br />

—Lo si<strong>en</strong>to. No lo sabía.<br />

—No debe preocuparse, señor. Me temo que se lo buscó.<br />

Su invitado alzó <strong>la</strong>s cejas con estupefacción.<br />

—Es usted muy compr<strong>en</strong>siva, señorita Fleming.<br />

Eri<strong>en</strong>ne se echó a reír para ocultar su confusión.<br />

—Mi hermano no opina lo mismo.<br />

—Los hermanos raram<strong>en</strong>te lo hac<strong>en</strong>. —Sonrió de nuevo y recorrió<br />

muy despacio con <strong>la</strong> mirada los delicados rasgos de <strong>la</strong> jov<strong>en</strong><br />

antes de det<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> sus <strong>rosa</strong>dos y suaves <strong>la</strong>bios.<br />

Eri<strong>en</strong>ne se s<strong>en</strong>tía embelesada, ap<strong>en</strong>as consci<strong>en</strong>te del paso del<br />

tiempo. Se fijó <strong>en</strong> que el iris que había tras esas oscuras pestañas<br />

era de color verde c<strong>la</strong>ro con una pizca de gris <strong>en</strong> el borde interno.<br />

Los ojos del hombre resp<strong>la</strong>ndecían con una calidez que volvió a<br />

sonrojar sus mejil<strong>la</strong>s e hizo que su corazón <strong>la</strong>tiera desbocado. Tras<br />

repr<strong>en</strong>derse <strong>en</strong> sil<strong>en</strong>cio por <strong>la</strong> falta de compostura y aplomo que<br />

correspondían a una dama de noble cuna, se alejó y com<strong>en</strong>zó a pasearse<br />

por el dormitorio mi<strong>en</strong>tras él se ocupaba de su hermano.<br />

Parecía t<strong>en</strong>er el asunto bajo control, por lo que no le ofreció ayuda<br />

y se mantuvo a una distancia prud<strong>en</strong>te. Cuando el sil<strong>en</strong>cio se prolongó<br />

y se hizo más t<strong>en</strong>so, Eri<strong>en</strong>ne trató de iniciar una conversación<br />

interesante.<br />

—Hasta el mom<strong>en</strong>to ha hecho un día espantoso.<br />

—Sí —convino él con <strong>la</strong> misma originalidad—, espantoso.<br />

La muchacha notó <strong>en</strong> su pecho <strong>la</strong> reverberación del profundo<br />

timbre masculino y r<strong>en</strong>unció a descubrir cuál sería su defecto. En<br />

comparación con <strong>la</strong> miserable colección de pret<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes que lo ha-<br />

28

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!