Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Una</strong> <strong>rosa</strong> <strong>en</strong> <strong>invierno</strong> <strong>01</strong>/3ª/ 3/3/08 16:29 Página 26<br />
hombre que parecía satisfacer todos y cada uno de sus deseos. Seguro<br />
que t<strong>en</strong>ía algún defecto. ¡Debía t<strong>en</strong>erlo!<br />
—Mi padre regresará de un mom<strong>en</strong>to a otro —explicó con timidez—.<br />
¿Quiere esperarlo <strong>en</strong> el salón?<br />
—Si a usted no le supone un inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te, me agradaría. T<strong>en</strong>go<br />
que hab<strong>la</strong>r con él de algo muy importante.<br />
Eri<strong>en</strong>ne se ade<strong>la</strong>ntó para guiarlo hasta el salón, pero se quedó<br />
casi paralizada al <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> <strong>la</strong> habitación adyac<strong>en</strong>te. El zapato de Farrell<br />
sobresalía c<strong>la</strong>ram<strong>en</strong>te por detrás del sillón que había colocado<br />
de<strong>la</strong>nte de él. No podía creer que hubiera sido tan estúpida. Era demasiado<br />
tarde para desviar a su invitado. En un int<strong>en</strong>to por distraerlo,<br />
le dedicó su sonrisa más deslumbrante mi<strong>en</strong>tras se dirigía<br />
hacia el sofá.<br />
—Vi que cruzaba el río desde el norte. —Tomó asi<strong>en</strong>to y le hizo<br />
un gesto para que se s<strong>en</strong>tara <strong>en</strong> un sillón—. ¿Vive cerca de aquí?<br />
—En realidad t<strong>en</strong>go una casa <strong>en</strong> Londres —respondió él. Retiró<br />
hacia atrás los faldones de su chaqueta verde oscuro, reve<strong>la</strong>ndo<br />
el forro color crema, y se s<strong>en</strong>tó <strong>en</strong> el sillón que ocultaba <strong>en</strong> parte a<br />
Farrell.<br />
La compostura de Eri<strong>en</strong>ne se tambaleó cuando p<strong>en</strong>só <strong>en</strong> lo humil<strong>la</strong>da<br />
que se s<strong>en</strong>tiría si el hombre atisbaba por casualidad el indecoroso<br />
bulto que había tras él.<br />
—Yo… bu<strong>en</strong>o… me disponía a preparar un poco de té —dec<strong>la</strong>ró<br />
<strong>en</strong> un arrebato de inquietud—. ¿Le gustaría tomar una taza?<br />
—Después de una cabalgada tan gélida y húmeda, se lo agradecería<br />
inm<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te. —Su voz era suave como el terciopelo—. Pero,<br />
por favor, no se moleste por mí.<br />
—No es molestia alguna, señor —se apresuró a asegurar Eri<strong>en</strong>ne—.<br />
T<strong>en</strong>emos muy pocas visitas por estos <strong>la</strong>res.<br />
—¿Y qué me dice de este? —Para su más absoluta mortificación,<br />
el hombre señaló a Farrell con <strong>la</strong> mano—. ¿Un pret<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te<br />
rechazado, quizá?<br />
—¡Desde luego que no, señor! No es más que… quiero decir…<br />
Se trata de mi hermano. —Se <strong>en</strong>cogió de hombros <strong>en</strong> un gesto de<br />
impot<strong>en</strong>cia. Su cerebro estaba demasiado paralizado para idear una<br />
réplica ing<strong>en</strong>iosa. Además, ahora que ya lo había descubierto, quizá<br />
lo mejor fuera ser del todo sincera—. Él… bu<strong>en</strong>o… bebió un<br />
26