Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Una</strong> <strong>rosa</strong> <strong>en</strong> <strong>invierno</strong> <strong>01</strong>/3ª/ 3/3/08 16:29 Página 21<br />
Farrell se desp<strong>la</strong>zó a duras p<strong>en</strong>as hasta <strong>la</strong> sil<strong>la</strong> y se dejó caer <strong>en</strong><br />
el<strong>la</strong>. Cerró los ojos y apoyó <strong>la</strong> cabeza <strong>en</strong> el respaldo acolchado.<br />
—Te pones de parte de ese truhán y <strong>en</strong> contra de tu propio hermano<br />
—gimió—. Si padre te oyera…<br />
Los ojos de Eri<strong>en</strong>ne echaban chispas de indignación. Se acercó<br />
a él con un par de zancadas y aferró <strong>la</strong>s so<strong>la</strong>pas de su chaqueta.<br />
Afrontó con val<strong>en</strong>tía el hedor rancio que se despr<strong>en</strong>día de su boca<br />
y se inclinó.<br />
—¿Cómo te atreves a acusarme? —Lo sacudió hasta que los<br />
ojos de Farrell giraron aturdidos—. Te lo voy a decir muy c<strong>la</strong>ro,<br />
hermano. —Pronunció <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras con un tono de voz <strong>en</strong>tre el siseo<br />
y el gruñido—. Un extranjero navegó hasta este clima nórdico<br />
para dejar a todo el mundo atónito con el tamaño de su barco mercante,<br />
y solo tres días después de su llegada a puerto —sacudió con<br />
fuerza <strong>la</strong>s so<strong>la</strong>pas de Farrell para recalcar sus pa<strong>la</strong>bras— acusó a<br />
nuestro padre de hacer trampas con <strong>la</strong>s cartas. Tanto si era cierto<br />
como si no, no hacía falta proc<strong>la</strong>marlo a los cuatro vi<strong>en</strong>tos ni causar<br />
semejante pánico <strong>en</strong>tre los mercaderes de Mawbry y Wirkinton,<br />
que desde <strong>en</strong>tonces am<strong>en</strong>azan continuam<strong>en</strong>te con <strong>en</strong>viar a padre<br />
a <strong>la</strong> prisión si no abona unas deudas que no puede pagar. Esa es <strong>la</strong><br />
razón por <strong>la</strong> que está tan empeñado <strong>en</strong> casarme. No creo que al<br />
acauda<strong>la</strong>do señor Seton le preocup<strong>en</strong> mucho los estragos que ha<br />
causado a esta familia. T<strong>en</strong> por seguro que hago responsable a ese<br />
hombre de todos sus actos. Pero tú, querido hermanito, eres tan estúpido<br />
como él, porque una réplica acalorada y el fracaso a <strong>la</strong> hora de<br />
demostrar<strong>la</strong> no hac<strong>en</strong> más que fortalecer <strong>la</strong> causa del <strong>en</strong>emigo. Es<br />
mejor <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse a esa c<strong>la</strong>se de hombres con calma y con pa<strong>la</strong>bras,<br />
y no con ba<strong>la</strong>dronadas pueriles.<br />
Después de semejante diatriba, Farrell se limitó a contemp<strong>la</strong>r<strong>la</strong><br />
con estupefacción. Eri<strong>en</strong>ne se percató de que no había escuchado<br />
nada de lo que le había dicho.<br />
—Por el amor de Dios, ¡no sé para qué me molesto! —Desesperada,<br />
lo soltó y se dio <strong>la</strong> vuelta. Por lo visto no había argum<strong>en</strong>to<br />
que pudiera hacerle <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der lo absurdo de su comportami<strong>en</strong>to.<br />
Farrell observó el vaso rebosante de whisky y, deseando que el<strong>la</strong><br />
le sujetara <strong>la</strong> bebida, se re<strong>la</strong>mió los <strong>la</strong>bios.<br />
—Eres un par de años mayor que yo, Eri<strong>en</strong>ne. —Estaba agota-<br />
21