Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Una</strong> <strong>rosa</strong> <strong>en</strong> <strong>invierno</strong> <strong>01</strong>/3ª/ 3/3/08 16:29 Página 16<br />
to. —Sonrió a modo de disculpa y alzó el brazo lisiado <strong>en</strong> un gesto<br />
suplicante.<br />
—Vaya horas de volver a casa… —lo regañó el<strong>la</strong> mi<strong>en</strong>tras lo<br />
ayudaba a despr<strong>en</strong>derse de <strong>la</strong> recalcitrante capa—. ¿No te da vergü<strong>en</strong>za?<br />
—¡En absoluto! —exc<strong>la</strong>mó él al tiempo que int<strong>en</strong>taba efectuar<br />
una gal<strong>la</strong>rda rever<strong>en</strong>cia. El movimi<strong>en</strong>to hizo que perdiera el equilibrio<br />
y se tambaleara hacia atrás.<br />
Eri<strong>en</strong>ne se apresuró a agarrarlo por <strong>la</strong> chaqueta y colocó su<br />
hombro bajo el brazo para sost<strong>en</strong>erlo. Cuando percibió el rancio<br />
hedor a whisky y a tabaco arrugó <strong>la</strong> nariz <strong>en</strong> un gesto de repugnancia.<br />
—Al m<strong>en</strong>os podrías haber vuelto a casa mi<strong>en</strong>tras todavía estaba<br />
oscuro —dijo con sequedad—. Te pasas <strong>la</strong> noche bebi<strong>en</strong>do y jugando<br />
a <strong>la</strong>s cartas y después duermes durante todo el día. ¿No se<br />
te ocurre mejor pasatiempo?<br />
—Fue una absurda jugarreta del destino <strong>la</strong> que me impide disfrutar<br />
de un trabajo honrado y ganarme el sust<strong>en</strong>to. Y puedes culpar<br />
de ello a ese demonio de Seton, sí señor. Él fue qui<strong>en</strong> me dejó así.<br />
—Ya sé lo que te hizo ese hombre —replicó el<strong>la</strong>, <strong>en</strong>ojada—. Pero<br />
eso no justifica tu comportami<strong>en</strong>to.<br />
—Deja de quejarte. —Las pa<strong>la</strong>bras no fueron más que un confuso<br />
chapurreo—. Cada día te pareces más a una vieja solterona.<br />
M<strong>en</strong>os mal que padre está decidido a casarte pronto.<br />
Eri<strong>en</strong>ne apretó los di<strong>en</strong>tes para cont<strong>en</strong>er <strong>la</strong> furia. Aferró con<br />
más fuerza el brazo de su hermano y trató de conducirlo hacia el salón,<br />
pero se tambaleó cuando él se apoyó pesadam<strong>en</strong>te sobre el<strong>la</strong>.<br />
—¡Malditos seáis los dos! —exc<strong>la</strong>mó—. ¡Sois tal para cual!<br />
Queréis casarme con un tipo rico para poder seguir de juerga como<br />
hasta ahora. M<strong>en</strong>udo par de sinvergü<strong>en</strong>zas...<br />
—¿Eso crees? —Farrell tiró del brazo para librarse de el<strong>la</strong> y logró<br />
dar unos cuantos pasos rápidos y ad<strong>en</strong>trarse <strong>en</strong> <strong>la</strong> sa<strong>la</strong>. Cuando<br />
recuperó el equilibrio, se giró para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse a su hermana y<br />
acompasó su ba<strong>la</strong>nceo al l<strong>en</strong>to giro de <strong>la</strong> habitación—. Te molesta<br />
que me sacrificara por tu honor —le reprochó al tiempo que int<strong>en</strong>taba<br />
c<strong>la</strong>var <strong>en</strong> el<strong>la</strong> una mirada acusadora. La tarea demostró estar<br />
fuera de sus posibilidades <strong>en</strong> ese <strong>la</strong>m<strong>en</strong>table estado y tuvo que re-<br />
16