Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
Una rosa en invierno 01/3»/ - Autoras en la sombra
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Una</strong> <strong>rosa</strong> <strong>en</strong> <strong>invierno</strong> <strong>01</strong>/3ª/ 3/3/08 16:29 Página 13<br />
sido así le habría resultado muy difícil conseguir una morada semejante.<br />
Avergonzada, se alisó el ajado vestido de terciopelo color cirue<strong>la</strong><br />
y deseó que su corte anticuado pasara inadvertido. Su orgullo se había<br />
visto herido <strong>en</strong> demasiadas ocasiones por <strong>la</strong> arrogancia de esos<br />
petimetres remilgados que se consideraban superiores a el<strong>la</strong> y no se<br />
molestaban <strong>en</strong> ocultarlo. La falta de dote no suponía un problema<br />
para sus acauda<strong>la</strong>dos bolsillos. Eri<strong>en</strong>ne ansiaba demostrarles a esos<br />
palurdos <strong>en</strong>greídos que era mejor que ellos <strong>en</strong> educación y modales,<br />
pero semejante comportami<strong>en</strong>to le habría acarreado una bu<strong>en</strong>a<br />
reprim<strong>en</strong>da por parte de su padre.<br />
Avery Fleming consideraba innecesario e imprud<strong>en</strong>te que un<br />
miembro del sexo débil fuera instruido más allá de <strong>la</strong>s tareas propias<br />
de <strong>la</strong>s mujeres, y mucho m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> el arte de <strong>la</strong> escritura y el cálculo.<br />
De no haber sido por <strong>la</strong> her<strong>en</strong>cia de su madre y su t<strong>en</strong>az insist<strong>en</strong>cia,<br />
Eri<strong>en</strong>ne no habría disfrutado del lujo de asistir a <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>. Ange<strong>la</strong><br />
Fleming había reservado prud<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te una parte de su riqueza<br />
para asegurarse de que así fuera, y Avery no había podido decir<br />
nada porque, durante su vida conyugal, él mismo se había apropiado<br />
de bu<strong>en</strong>a parte del dinero de su esposa para financiarse sus muchos<br />
y variados vicios. Aun cuando Farrell, su hermano, había disfrutado<br />
de <strong>la</strong> misma y g<strong>en</strong>e<strong>rosa</strong> oportunidad, m<strong>en</strong>os de un año después<br />
de <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> <strong>la</strong> academia el muchacho dec<strong>la</strong>ró s<strong>en</strong>tir un int<strong>en</strong>so desprecio<br />
por «los pomposos sermones y los injustos castigos de esa<br />
panda de viejos soporíferos», r<strong>en</strong>unció a convertirse <strong>en</strong> un hombre<br />
ilustrado y regresó a casa para «apr<strong>en</strong>der el oficio de su padre»,<br />
fuera cual fuese.<br />
Los p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos de Eri<strong>en</strong>ne evocaron los <strong>la</strong>rgos meses transcurridos<br />
tras <strong>la</strong> muerte de su madre; rememoró <strong>la</strong>s muchas horas<br />
que había pasado so<strong>la</strong> mi<strong>en</strong>tras su padre y su hermano jugaban a <strong>la</strong>s<br />
cartas o se emborrachaban con los lugareños o con los marineros<br />
y lobos de mar que llegaban a puerto, <strong>en</strong> el caso de que Avery y Farrell<br />
hubieran viajado hasta Wirkinton. En aus<strong>en</strong>cia del metódico<br />
racionami<strong>en</strong>to de Ange<strong>la</strong>, los escasos fondos familiares habían m<strong>en</strong>guado<br />
rápidam<strong>en</strong>te y <strong>la</strong> familia sobrevivía casi con lo mínimo, lo<br />
que había llevado a su padre a insistir <strong>en</strong> que se casara. El punto crítico<br />
de <strong>la</strong> situación sobrevino cuando, <strong>en</strong> un <strong>en</strong>carnizado duelo, su<br />
13