Edición N° 11 - Institución Universitaria de Envigado
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Luz Stella Castañeda, José Ignacio Henao, David Alberto Londoño<br />
Ahora bien, aunque los jóvenes <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín y <strong>de</strong> su Área Metropolitana<br />
tienen características propias, muchos <strong>de</strong> ellos hacen parte <strong>de</strong> las<br />
<strong>de</strong>nominadas tribus urbanas que, en términos <strong>de</strong> Maffesoli, citado<br />
por Feixa (1998, p. 5), viven una época efervescente, en la cual la<br />
“barbarización” está en el aire <strong>de</strong> los tiempos, y las gran<strong>de</strong>s estructuras<br />
que habían conformado el vínculo social mo<strong>de</strong>rno están cada vez más<br />
saturadas; por ello, en 1986 prestó atención a este “tiempo <strong>de</strong> las tribus”,<br />
que ya se perfilaba en nuestras socieda<strong>de</strong>s, y cuya publicación motivó<br />
estudios sobre grupos musicales, <strong>de</strong>portivos, sexuales, religiosos, que<br />
resaltan el carácter tribal <strong>de</strong> la posmo<strong>de</strong>rnidad.<br />
El mismo Feixa (1998, p. 84) afirma que las culturas juveniles, en<br />
un sentido restringido, <strong>de</strong>finen la aparición <strong>de</strong> “microsocieda<strong>de</strong>s<br />
juveniles”, con autonomía respecto <strong>de</strong> las “socieda<strong>de</strong>s adultas”, con<br />
espacios y tiempos específicos y que se configuran en las culturas<br />
occi<strong>de</strong>ntales <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la segunda guerra mundial, y coinci<strong>de</strong>n con<br />
gran<strong>de</strong>s cambios en lo económico, educativo, laboral e i<strong>de</strong>ológico.<br />
Así mismo, Rodríguez (2002, p. 20) comenta que la extensión y rápida<br />
difusión <strong>de</strong> las voces marginales se explica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el interior y exterior<br />
<strong>de</strong>l hecho marginal y juvenil, porque coinci<strong>de</strong>n con la aparición <strong>de</strong><br />
fenómenos sociales nuevos como la droga, el aumento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>lincuencia<br />
y <strong>de</strong> la población reclusa y la explosión gay. El marginalismo y secretismo<br />
<strong>de</strong> estos grupos le imprimen un carácter críptico a este lenguaje y eso<br />
explica la enorme vitalidad <strong>de</strong> estos lenguajes, por la necesidad <strong>de</strong><br />
crear y recrear nuevos términos cuando los viejos son asimilados por<br />
la lengua general.<br />
Después <strong>de</strong> realizar la precisión <strong>de</strong> conceptos básicos, en este trabajo<br />
nos proponemos <strong>de</strong>velar la i<strong>de</strong>ología que subyace en los discursos<br />
<strong>de</strong> los parceros, partiendo <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> que ellos internalizan los<br />
valores <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología dominante, los cuales apren<strong>de</strong>n en la familia, la<br />
escuela y <strong>de</strong>más esferas <strong>de</strong> socialización y los mezclan con los valores<br />
contraculturales que van surgiendo en el grupo social en el cual están<br />
inmersos. Por ejemplo, en una cultura en la que se consi<strong>de</strong>re el robo,<br />
Katharsis