You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
EDUARDO ACBVEDO DIAZ<br />
por hacer entrar todo el aire en los pulmones. Sin<br />
duda estaban casi agotadas sus fuerzas.<br />
Descendía por grados.<br />
Sus manos crispadas solían aparecer en <strong>la</strong> superficie,<br />
para cogerse locas <strong>de</strong> <strong>la</strong> broza que escapábase<br />
entre sus <strong>de</strong>dos.<br />
De repente, asomó una cabeza entre los árboles<br />
casi anegados, por don<strong>de</strong> tenía su entrada una «pi·<br />
cada» estrechísima <strong>de</strong>l monte.<br />
Aquel<strong>la</strong> cabeza era <strong>la</strong> <strong>de</strong>l «gaucho-trova».<br />
Había visto sin duda todo, y conocedor <strong>de</strong>l terreno,<br />
avanzólo por <strong>la</strong> «picada» pasando <strong>de</strong> rama<br />
en rama hasta enfrentar <strong>la</strong> canal.<br />
Y a al térmmo <strong>de</strong>l boquete, su cuerpo flexible<br />
se tendió en un gajo <strong>de</strong> molle, que fué arqueándose<br />
poco a poco hasta mojar sus hojas en <strong>la</strong> superficie.<br />
Allí afirmado como un gato montés, y libre el<br />
espado necesario entre su cabeza y el árbol para<br />
ag.ttar sobre elh <strong>la</strong> mano, Luna revoleó un <strong>la</strong>zo y<br />
lo tiró con fuerza al nadador.<br />
Éste se cogió a él con answ, lo arrolló a su<br />
cintura hasta ponerlo tirante, sujetóse con <strong>la</strong>s dos<br />
manos <strong>de</strong> <strong>la</strong> parte que quedaba a flor <strong>de</strong> agua, y<br />
púsose a <strong>de</strong>scansar un momento.<br />
Así que cobró ánimo, empezó a tirar <strong>de</strong>l trenzado<br />
y a avanzarse con rudos enviones, lívtdo, cesoliante<br />
como una res que ha s1do arrastrada a <strong>la</strong>zo<br />
muchos metros, y a quien <strong>la</strong> argol<strong>la</strong> aprieta <strong>la</strong> garganta.<br />
Pero, ya a punto <strong>de</strong> llegar al árbol, quebróse<br />
<strong>la</strong> rama a que estaba ceñido un extremo <strong>de</strong> <strong>la</strong> improvisada<br />
maroma; y apenas se produjo el crujido, el<br />
matrero se sumergió.<br />
{ 28]