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PARQUE JURÁSICO - Fieras, alimañas y sabandijas

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Epílogo:<br />

SAN JOSÉ<br />

Pasaron los días. El Gobierno fue cortés y les alojó en un bonito hotel de San José. Eran<br />

libres de ir y venir y de llamar a quienquiera que desearan. Pero no se les permitía abandonar<br />

el país. Todos los días, un joven de la Embajada norteamericana les visitaba para preguntarles<br />

si necesitaban algo y para explicarles que Washington estaba haciendo todo lo que podía para<br />

acelerar su partida. Pero el hecho liso y llano era que mucha gente había muerto en una<br />

posesión territorial de Costa Rica. El hecho liso y llano era que a duras penas se había evitado<br />

un desastre ecológico. El Gobierno de Costa Rica sentía que había sido inducido a confusión, y<br />

que había sido engañado, por John Hammond y sus planes para la isla. Dadas las<br />

circunstancias, el Gobierno no estaba dispuesto a darse prisa en liberar a los sobrevivientes. Ni<br />

siquiera permitió el entierro de Hammond ni de lan Malcolm: sencillamente esperaba.<br />

A Grant le parecía que todos los días le llevaban a otro organismo estatal, donde le<br />

interrogaba otro cortés e inteligente funcionario gubernamental. Le hacían repetir su relato una<br />

y otra vez: cómo había conocido a John Hammond; qué sabía del proyecto; cómo había<br />

recibido el fax de Nueva York; por qué había ido a la isla; qué había ocurrido en ella.<br />

Los mismos detalles, una y otra vez, día tras día. El mismo relato.<br />

Durante mucho tiempo, Grant pensó que debían de creer que les estaba mintiendo y que<br />

había algo que deseaban que les dijera, aunque no se podía imaginar qué era. Y, sin embargo,<br />

de alguna extraña manera, parecían estar esperando.<br />

Por fin, una tarde estaba sentado junto a la piscina del hotel, observando chapotear a Tim y<br />

Lex, cuando un norteamericano vestido de caqui se dirigió a él.<br />

—No nos conocemos —se presentó—; mi nombre es Marty Gutiérrez. Soy investigador<br />

científico; trabajo aquí, en el puesto de Carara,<br />

—Usted fue quien encontró el espécimen originario del Procompsognathus —contestó<br />

Grant.<br />

—Así es, sí. —Gutiérrez se sentó al lado de Grant—. Usted debe de estar ansioso por<br />

volver a casa.<br />

—Sí; sólo me quedan unos días de excavación antes de que llegue el invierno. En Montana,<br />

como usted sabe, las primeras nieves caen, por lo común, en agosto.<br />

—¿Es ésa la razón por la que la Fundación Hammond apoyaba las excavaciones en zonas<br />

boreales? ¿Porque era más factible recuperar material genético intacto de dinosaurios en los

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