PARQUE JURÁSICO - Fieras, alimañas y sabandijas
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comprendía plantas más modernas, como pinos, abetos y cipreses de los pantanos.<br />
Verán todos éstos también.<br />
El Crucero de Tierra se desplazaba con lentitud entre el follaje. Tim advirtió que las<br />
cercas y los muros de retención estaban ocultos por el follaje, para hacer mayor la ilusión<br />
de que se desplazaban a través de una jungla verdadera.<br />
—Nos imaginamos el mundo de los dinosaurios —decía la voz de Richard Kiley—<br />
como un mundo de enormes herbívoros, que pasaban a través de los gigantescos<br />
bosques cenagosos del mundo cretáceo y jurásico, hace cien millones de años, comiendo<br />
las plantas que hallaban a su paso. Pero la mayoría de los dinosaurios no eran tan<br />
grandes como la gente cree: los más pequeños no eran más grandes que un gato<br />
doméstico, y el dinosaurio promedio tenía el tamaño de un pony. Primero, vamos a visitar<br />
uno de estos animales de tamaño medio, llamados hipsilofodontes: si miran hacia la<br />
izquierda, puede que alcancen a tener una fugaz visión de ellos ahora.<br />
Todos miraron hacia la izquierda.<br />
El Crucero de Tierra se detuvo sobre un promontorio bajo, en un sitio en el que un claro<br />
en el follaje brindaba una vista hacia el Este: pudieron ver una zona boscosa en<br />
pendiente, que se abría hacia un campo de hierba amarilla que tenía unos noventa<br />
centímetros de alto. No había dinosaurios.<br />
—¿Dónde están? —preguntó Lex.<br />
Tim miró hacia el tablero frontal del coche: vio las luces del transmisor centellear y oyó<br />
el «CD-ROM» emitir un ronroneo. Evidentemente, el disco estaba integrando algún<br />
sistema automático. Tim conjeturó que los mismos sensores de movimiento que hacían el<br />
seguimiento de dónde estaban los animales también controlaban las pantallas del<br />
Crucero. Ahora, las pantallas mostraban imágenes de hipsilofodontes y sobreimprimían<br />
datos sobre ellos.<br />
La voz prosiguió:<br />
—Los hipsilofodontes son las gacelas del mundo de los dinosaurios: animales<br />
pequeños, veloces, que otrora vagaron por todo el mundo, desde Inglaterra hasta América<br />
del Norte, pasando por Asia Central. Suponemos que estos dinosaurios tuvieron tanto<br />
éxito porque tenían mejores mandíbulas y dientes para masticar plantas que sus<br />
contemporáneos. De hecho, el nombre «hipsilofodóntido» significa «diente de cresta<br />
elevada», lo que hace referencia a los característicos dientes autoafilables de estos<br />
animales. Los pueden ver en la llanura que se encuentra directamente al frente y también,<br />
quizás, en las ramas de los árboles.<br />
—¿En los árboles? —preguntó Lex—. ¿Dinosaurios en los árboles?<br />
Tim estaba escudriñando también con los gemelos.<br />
—Hacia la derecha —dijo—. En la mitad superior de ese tronco grande verde...<br />
En las moteadas sombras del árbol había un animal verde oscuro, inmóvil, que tenía el<br />
tamaño aproximado de un babuino, en pie sobre una rama. Parecía una lagartija erguida<br />
sobre las patas traseras. Se equilibraba con una larga cola colgante.<br />
—Es un othnielia —dijo Tim.<br />
—Los animales pequeños que ven se llaman othnielia —prosiguió la voz—, en honor<br />
del buscador de dinosaurios del siglo pasado Othniel Marsh, de Yale.<br />
Tim localizó dos animales más, situados en ramas más altas del mismo árbol. Todos<br />
eran casi del mismo tamaño. Ninguno de ellos se movía.<br />
—Bastante aburrido —dijo Lex—. No están haciendo nada.<br />
—La manada principal de animales se puede hallar en la llanura herbácea que está a<br />
los pies de ustedes —prosiguió la cinta—. Los podemos excitar con un simple reclamo de<br />
apareamiento.<br />
Un altavoz que había al lado de la cerca emitió un prolongado reclamo nasal, como el<br />
graznido de los gansos.