13.05.2013 Views

PARQUE JURÁSICO - Fieras, alimañas y sabandijas

PARQUE JURÁSICO - Fieras, alimañas y sabandijas

PARQUE JURÁSICO - Fieras, alimañas y sabandijas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Bueno, ocurrió que, mientras terminábamos el pabellón, pusimos los dáctilos en el<br />

sector de aves, para que se aclimataran. Pero eso fue un gran error: resulta ser que<br />

nuestros cazadores de peces son territoriales.<br />

—¿Territoriales?<br />

—Ferozmente territoriales. Pelean entre sí por el territorio... y atacan a otro animal que<br />

penetre en la zona que delimitaron.<br />

—¿Atacan?<br />

—Es impresionante: los dáctilos planean hasta la parte superior de la cúpula, pliegan<br />

las alas y se lanzan en picado. Un animal de catorce kilos cae sobre un hombre que esté<br />

en tierra como si mera una tonelada de ladrillos. Los dáctilos golpeaban a los<br />

trabajadores, dejándoles inconscientes y produciéndoles cortaduras sumamente serias.<br />

—¿Eso no lesiona a los dáctilos?<br />

—No hasta ahora.<br />

—De modo que si esos chicos están en el sector de aves...<br />

—No lo están... Al menos, tengo la esperanza de que no estén.<br />

—¿Es ése el pabellón? —preguntó Lex—. ¡Qué basura!<br />

Por debajo de la cúpula del sector de aves, el Pabellón Pteratops estaba construido<br />

muy por encima del suelo, sobre grandes pilares de madera, en medio de un bosquecillo<br />

de abetos. Pero el edificio no había sido terminado y permanecía sin pintar con las<br />

ventanas cegadas con tablas. Los árboles y el pabellón estaban salpicados de anchas<br />

franjas blancas.<br />

—Creo que no lo terminaron por alguna razón —dijo Grant, ocultando su decepción.<br />

Miró el reloj—: Vamos, volvamos al bote.<br />

El sol salió mientras caminaban, haciendo que la mañana se hiciese más alegre. Grant<br />

miró las sombras en forma de enrejado que había en el suelo, provenientes de la cúpula<br />

que se cernía sobre ellos. Advirtió que el suelo y la vegetación estaban salpicados con<br />

anchas listas de la misma sustancia blanca gredosa que habían visto en el edificio. Y<br />

había un olor agrio, característico, en el aire matinal.<br />

—Huele mal —declaró Lex—. ¿Qué es toda esa cosa blanca?<br />

—Parece como excrementos de reptil. Es probable que sea de los pájaros.<br />

—¿Cómo es que no terminaron el pabellón?<br />

—No lo sé.<br />

Entraron en un claro de hierba baja, punteado por flores silvestres. Oyeron un silbido<br />

prolongado y de tono bajo. Después, otro de respuesta, proveniente del otro lado del<br />

bosque.<br />

—¿Qué es eso?<br />

—No lo sé.<br />

Entonces, Grant vio la sombra oscura de una nube, proyectada sobre el campo de<br />

hierbas que tenían adelante. La sombra se desplazaba con rapidez: en pocos instantes<br />

pasó sobre ellos en vuelo rasante. Grant miró hacia arriba y vio una enorme sombra negra<br />

que planeaba sobre ellos, cubriendo el sol.<br />

—¡Oh! —gritó Lex—. ¿Es un pterodáctilo?<br />

—Sí —dijo Tim.<br />

Grant no respondió: estaba fascinado por la visión del enorme ser volador. En lo alto<br />

del cielo, el pterodáctilo emitió un silbido grave e hizo un giro lleno de gracia, regresando<br />

hacia ellos.<br />

—¿Cómo es que no están incluidos en la gira? —preguntó Tim.<br />

Grant se estaba preguntando lo mismo: los dinosaurios voladores eran tan hermosos,<br />

tan airosos, cuando se desplazaban por el cielo. Mientras observaba, vio un segundo<br />

pterodáctilo aparecer en el cielo, seguido por un tercero, y un cuarto.<br />

—Quizá porque no terminaron el pabellón —supuso Lex.<br />

Grant estaba pensando que ésos no eran pterodáctilos comunes.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!