13.05.2013 Views

PARQUE JURÁSICO - Fieras, alimañas y sabandijas

PARQUE JURÁSICO - Fieras, alimañas y sabandijas

PARQUE JURÁSICO - Fieras, alimañas y sabandijas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

emitía los sonidos chirriantes que acababa de oír. En realidad, se trataba de un triceratops<br />

bebé, de tamaño aproximado al de un pony. El pequeño no tenía cuernos en la cabeza<br />

todavía, sino sólo una curva arruga ósea detrás de unos grandes ojos de mirada suave.<br />

Metía el hocico a través de los barrotes, hacia Lex, observando a la niña mientras ésta le<br />

daba más heno para comer.<br />

—Así es mejor —dijo Lex—. Hay un montón de heno, no te preocupes. —Palmeó al<br />

bebé en la cabeza—: Te gusta el heno, ¿no, Ralph?<br />

En ese momento se volvió y vio a Grant.<br />

—Éste es Ralph —anunció—. Es mi amigo. Le gusta el heno.<br />

Grant avanzó un paso y se detuvo, encogido por el dolor.<br />

—Parece que está bastante mal. Tim también. Su nariz está hinchada.<br />

—¿Dónde está Tim?<br />

—Haciendo pis. ¿Quiere ayudarme a darle de comer a Ralph?<br />

La cría de triceratops miró a Grant. De ambas comisuras de la boca le sobresalía heno,<br />

que caía al suelo cuando masticaba.<br />

—Es un comilón muy chapucero —comentó Lex—. Y tiene mucha hambre.<br />

El bebé terminó de masticar y se relamió los labios. Abrió la boca, esperando que le<br />

dieran más: Grant pudo ver los delgados dientes afilados y el maxilar superior en forma de<br />

pico, como el de un loro.<br />

—Muy bien, espera un minutito —dijo Lex, levantando más heno del suelo con una<br />

pala—. Sinceramente, Ralph, una pensaría que tu madre nunca te dio de comer.<br />

—¿Por qué le llamas Ralph?<br />

—Porque se parece a Ralph. Es uno de la escuela.<br />

Grant se acercó y tocó la piel del cuello con delicadeza.<br />

—Está bien, puedes acariciar —concedió Lex—. Le gusta que le acaricien, ¿no, Ralph?<br />

Al tacto, la piel era seca y cálida, con la textura rugosa de una pelota de rugby. Ralph<br />

lanzó un leve chillido cuando Grant lo acarició. Del lado exterior de los barrotes, su gruesa<br />

cola se balanceaba hacia atrás y hacia delante con placer.<br />

—Es bastante manso. —Ralph dirigió su mirada de Lex a Grant mientras comía, y no<br />

dio muestras de miedo. Eso le hizo recordar a Grant que los dinosaurios no exhibían las<br />

reacciones usuales debidas a la presencia de seres humanos.<br />

—A lo mejor lo puedo montar —arriesgó Lex.<br />

—Mejor que no.<br />

—Estoy segura de que él me dejaría —insistió—. Sería divertido montar un dinosaurio.<br />

Grant miró a través de los barrotes, más allá del animal, a los campos abiertos del<br />

complejo de saurópodos. A cada instante la claridad se hacía mayor. Grant pensó que<br />

debía salir y excitar uno de los sensores de movimiento del campo que estaba más arriba:<br />

después de todo, la gente de la sala de control podía tardar una hora en llegar hasta él. Y<br />

a Grant no le agradaba la idea de que los teléfonos siguieran sin funcionar...<br />

Oyó un profundo bufido, como el de un caballo muy grande y, de repente, el pequeño<br />

triceratops se agitó. Trató de echar atrás la cabeza, que estaba entre los barrotes, pero<br />

quedó atascado en el borde de su arruga precursora de los cuernos y lanzó un chillido de<br />

miedo.<br />

El bufido se repitió. Más cerca esta vez.<br />

Ralph trató de retroceder con las patas traseras, desesperado por zafarse de los<br />

barrotes. Movía la cabeza hacia atrás y hacia delante, frotándose contra los barrotes.<br />

—Ralph, tranquilo —trató de calmarlo Lex.<br />

—Empújalo hacia fuera —dijo Grant. Extendió la mano hacia la cabeza de Ralph y se<br />

apoyó contra ella, empujando al animal de costado y hacia atrás. La arruga se aplastó<br />

contra la cabeza, permitiendo que el bebé cayera fuera de los barrotes, perdiendo el<br />

equilibrio y desplomándose de costado. Después, el animalito quedó envuelto en las

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!