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PARQUE JURÁSICO - Fieras, alimañas y sabandijas

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dilofosauros y el Pabellón Pteratops, en el sector de las aves ancestrales, porque los<br />

pterodáctilos son tan impredecibles. No se trata de retrasos de ingeniería, señor<br />

Hammond. Hay problemas en el control de los animales.<br />

—Usted ha tenido muchos retrasos de ingeniería. No culpe a los animales.<br />

—Sí, los tenemos. En verdad, es todo lo que pudimos hacer para conseguir que la<br />

atracción principal, el Viaje por el Parque, funcionara de manera correcta; para conseguir<br />

que las «CD-ROM» que hay dentro de los coches eléctricos sean controladas por los<br />

sensores de movimiento. Supuso semanas de ajuste conseguir que funcionase<br />

adecuadamente... ¡y ahora las cajas de cambio de los coches se están portando mal!, ¡las<br />

cajas de cambio!<br />

—Mantengámoslo en perspectiva —sugirió Hammond—. Usted consiga que la<br />

ingeniería funcione bien, y los animales encajarán en el esquema. Después de todo, se<br />

les puede entrar.<br />

Desde el principio, ésa había sido una de las creencias fundamentales de quienes<br />

planearon el parque: que los animales, no importaba cuan exóticos fuesen, se<br />

comportarían, en lo esencial, como los animales de todos los zoológicos del mundo. Que<br />

aprenderían las regularidades de su cuidado, y que reaccionarían en consecuencia.<br />

—Mientras tanto, ¿cómo anda el ordenador? —preguntó Hammond. Le echó un vistazo<br />

a Dennis Nedry, que estaba trabajando en una terminal situada en la esquina de la sala—.<br />

Este maldito ordenador siempre ha dado dolores de cabeza.<br />

—Ya estamos llegando —contestó Nedry distraídamente.<br />

—Si lo hubiera hecho bien al principio... —empezó Hammond, pero Arnold le puso una<br />

mano moderadora sobre el hombro: sabía que no tenía sentido provocar la hostilidad de<br />

Nedry mientras éste se hallaba trabajando.<br />

—Es un sistema grande —dijo Arnold—. No se puede evitar que aparezcan defectos.<br />

De hecho, la lista de defectos llegaba a más de ciento treinta indicaciones, y<br />

comprendía muchos aspectos extraños. Por ejemplo:<br />

El programa de alimentación de los animales se auto colocaba en la posición inicial<br />

cada doce horas, no cada veinticuatro, y no registraba los suministros de alimento de los<br />

domingos: como resultado, el personal no podía calibrar con exactitud cuánto estaban<br />

comiendo los animales.<br />

El sistema de seguridad, que controlaba las puertas operadas con tarjetas de<br />

seguridad, se interrumpía cada vez que había una interrupción en el suministro de<br />

corriente desde la fuente principal, y no se reactivaba cuando se suministraba<br />

alimentación auxiliar. El programa de seguridad sólo funcionaba con alimentación central.<br />

El programa de conservación física, cuyo propósito era amortiguar las luces después<br />

de las 22:00, sólo funcionaba en días alternos de la semana.<br />

El análisis automatizado de la materia fecal (llamado autocaca), cuyo propósito era<br />

investigar la existencia de parásitos en las heces de los animales, invariablemente<br />

registraba que todos los especímenes tenían Phagostomum venulosum, aunque ninguno<br />

lo tenía. Entonces, y en forma automática, el programa suministraba medicación en el<br />

alimento de los animales. Si los cuidadores descargaban de golpe la medicina de los<br />

tanques alimentadores, para evitar que se la suministrara, se activaba una alarma que no<br />

se podía apagar.<br />

Y así proseguía la lista, una página tras otra de errores.<br />

Cuando llegó, Dennis Nedry tuvo la impresión de que él mismo podría hacer todos los<br />

arreglos durante el fin de semana: se puso pálido cuando vio la lista completa. Ahora<br />

estaba hablando con su oficina de Cambridge, para decirles a los programadores de su<br />

equipo que iban a tener que cancelar sus planes de fin de semana y prepararse para<br />

trabajar tiempo extra hasta el lunes. Y le comunicó a John Arnold que necesitaría utilizar<br />

todo enlace telefónico que hubiese entre Isla Nubla y tierra firme, nada más que para<br />

transferir, de ida y de vuelta, datos de programa a sus programadores.

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