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1. Llegando - Fieras, alimañas y sabandijas

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muchos animales los devoran si pueden. Por eso muchos padres emplean gran<br />

cantidad de tiempo y energías en protegerlos.<br />

Varias especies de aves –caciques y oropéndolas en Sudamérica y tejedores en<br />

África– construyen habitualmente sus nidos en las proximidades de esas feroces<br />

avispas, de las que muchos animales se guardan. Extrañamente, las avispas no<br />

prestan atención a los pájaros constructores, pero atacan a cualquier otro animal<br />

que ose acercarse a sus nidos o a los de los pájaros.<br />

Una mosca mexicana, Olulodes, pone sus huevos en lotes en el envés de las<br />

hojas. Cuando ha terminado desciende un poco por la hoja y pone otro lote. Pero<br />

éstos son distintos de los otros. Nunca llegarán a eclosionar. Son un poco más<br />

pequeños, en forma de maza y están cubiertos por un líquido marrón brillante que<br />

ni se endurece ni se evapora, sino que permanece fluido durante las tres o cuatro<br />

semanas que tardan los huevos de más arriba de la hoja en eclosionar. Si una<br />

hormiga que está recorriendo la hoja en busca de comida, simplemente roza con<br />

sus antenas la barrera de huevos estériles, retrocede bruscamente y puede hasta<br />

perder pie y caer. Durante un minuto o más se limpia frenéticamente para después<br />

huir en busca de otra comida a cualquier otro sitio.<br />

La mayor parte de los reptiles abandona sus huevos después de haberlos<br />

enterrado o escondido de alguna manera. Pero algunos permanecen junto a ellos y<br />

los defienden valientemente frente a los ladrones. Las cobras reales se enroscan en<br />

tomo a su montón de huevos rodeándolos con sus anillos, los cocodrilos<br />

permanecen junto a su nido de plantas en descomposición durante los dos meses<br />

más o menos que tardan en eclosionar los huevos que hay dentro.<br />

Las aves no tienen opción en este tema. Son de sangre caliente, al igual que el<br />

pollo que está dentro del huevo. Si los huevos se enfrían cuando ha comenzado su<br />

desarrollo, el pollo morirá. Por lo que uno u otro de los padres ha de estar casi todo<br />

el rato con los huevos. Los calientan apretándolos contra las placas incubadoras,<br />

unas zonas de piel desnuda que pueden aparecer específicamente en la época de<br />

cría o existir permanentemente, ocultas bajo las plumas que crecen a su alrededor.<br />

El peligro más común es el de enfriarse, pero en los desiertos puede existir un<br />

riesgo de calentamiento excesivo que sería fatal. Por ello, el avefría de nuca blanca,<br />

que vive en las sabanas de África oriental, se pone de pie sobre sus huevos,<br />

haciéndoles sombra con las alas extendidas, para permitir que corra por encima de<br />

ellos el aire que pueda haber; y un jabirú australiano recoge agua con el pico para<br />

mojar los huevos si se calientan demasiado.<br />

Los megapodios, una familia de aves que viven en Australia y en el Pacífico<br />

occidental, utilizan unas técnicas de incubación ingeniosas. El método más simple<br />

lo emplea una de las especies que vive en el noreste del continente: algunos<br />

individuos cavan hoyos en lugares especialmente seleccionados de una playa,<br />

donde el sol calienta los huevos durante el día y la arena conserva el calor para<br />

mantener la temperatura por la noche. En una localidad, estas aves depositan los<br />

huevos cuidadosamente entre grietas de rocas negras que tienen la misma<br />

propiedad. En una o dos islas del Pacífico, los megapodios han descubierto lugares<br />

donde el calor subterráneo, debido a la actividad volcánica, cumple una función<br />

parecida. Otras especies que viven tierra adentro, en la selva, amontonan restos de<br />

vegetación para formar montículos de hasta cinco metros de altura, en el interior<br />

de los cuales los huevos se incuban gracias al calor producido por la

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