Evolución Fiesta Brava fiestas de toros y de su historia, publicada en Madrid en 1847, las facilidades que nos ha dado para completar la presente Cronología evolutiva de la Fiesta Brava. Y para terminar éste Primer Capítulo, creemos que resultaría tarea imposible relacionar los libros, revistas y periódicos en los que aparecen noticias taurina; pero lo difícil lo expone López Izquierdo en el Estudio Preliminar de su obra, la de los «libros las más de las veces tan <strong>al</strong>ejados del tema que la casu<strong>al</strong>idad o una búsqueda intensa da como resultado su loc<strong>al</strong>ización.» Qué gusto da entonces. Y siguiendo su acertado juicio, «era lástima que esos textos –dentro del inagotable tema de los toros- quedaran desperdigados a la atención del lector curioso o aficionado.» Evidentemente, como él dice: «Si esos escritos no se reuniesen en antologías, quizá no llegarían a conocimiento del público, por cuanto, para leerlos, habría que buscar las ediciones correspondientes, lo cu<strong>al</strong> no siempre es fácil por tratarse de obras raras o agotadas…» En ese mundo inmenso del conocimiento del toro y de la fiesta, caud<strong>al</strong> inagotable para el enriquecimiento cultur<strong>al</strong>, de la que es el princip<strong>al</strong> protagonista, es destacable cómo muchos autores se muestras partidarios de las corridas y las defienden a capa y espada, mientras otros, abiertamente contrarios, las impugnan. «No f<strong>al</strong>tan –refiere López Izquierdo (1986)-, quienes escriben su historia sintética y quienes nos proporcionan reglas para torear a cab<strong>al</strong>lo», porque de todo se encontrará a lo largo de la evolución del toro y del toreo. Sin embargo, hay que reconocerlo, unos y otros, enemigos, simpatizantes o indiferentes, nos facilitan noticias de interés; noticias que, de un modo o de otro, son importantes para la historia de la tauromaquia.» El mismo autor citado llegó a la misma conclusión que 64 TOMO I nosotros venimos practicando desde el año 1951, que el criterio más racion<strong>al</strong> para ordenar todo tipo de temas específicos, es el del orden cronológico; «mas este orden no en toda ocasión puede someterse a regla estricta. Sería muy sencillo tener en cuenta la fecha de edición si todas las obras hubieran sido publicadas en la época en que fueron compuestas, pero ello no es así. Una obra ha podido permanecer inédita durante muchos años, y en este caso, he de colocarla en el lugar que le corresponde por su fecha de composición, aun haciendo constar el año de edición, o en el tiempo de los acontecimientos que se relatan. Un ejemplo lo aclarará en mayor medida: Pinheiro de Veiga estuvo en la corte de Felipe III –en V<strong>al</strong>ladolid- en 1605. Aquel año había nacido en dicha ciudad quien después reinaría con el nombre de Felipe IV. El portugués Pinheiro de Veiga escribió un libro sobre aquel acontecimiento y fiestas a que dio lugar el nacimiento del príncipe. Pero su obra no fue traducida <strong>al</strong> castellano y publicada en España hasta el año 1916. No podía, pues, situar el escrito taurino de Pinheiro en este último año, sino en 1605 en que acaecieron los hechos.» Cuando, en fin, se desconoce le fecha de composición y la edición es posterior a aquella, colocamos el escrito en el lugar y fecha aproximada. Con dicho orden se consigue que el lector vaya siguiendo paso a paso el correr de los años en la ya dilatada historia de la fiesta brava. Seguir la evolución de un determinado tema y detenerse a desmenuzar cuanto ocurría en el mundo <strong>al</strong> mismo tiempo, «es un placer de dioses.» Que en el trabajo de reconstrucción del pasado histórico se actu<strong>al</strong>ice la ortografía no hará más que facilitar <strong>al</strong> lector el entendimiento del asunto, aunque no hemos tenido empacho en incluir términos de gran v<strong>al</strong>or histórico y cultur<strong>al</strong>, con su correspondiente explicación. (16) Francisco López Izquierdo. 1986. «Cincuenta autores y sus escritos sobre toros. (Siglos XIII <strong>al</strong> XX)». Agu<strong>al</strong>arga Editores, S.L. Madrid. El PUERTO de SANTA MARÍA
TOMO I El PUERTO de SANTA MARÍA Evolución Fiesta Brava Don Francisco de Quevedo (1580-1645), en su «Epístola censoria <strong>al</strong> condeduque de Olivares», refiriéndose <strong>al</strong> uso de la capa le dice: «Jineta y cañas son contagio moro, restitúyanse justas y torneos, y hagan paces las capas con el toro.» Las imágenes bajo el cuadro del famoso picador de toros Pedro «Puyana» así lo demuestran; por lo que antes de pasar <strong>al</strong> siguiente Capítulo II, debemos saber que compartimos con los árabes la Fiesta Brava durante casi VIII siglos, aunque <strong>al</strong>gunos no lo crean. 65