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De ALTAMIRA al - Fiestabrava

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Evolución Fiesta Brava<br />

cajonar y poner en su lugar, por no privarse<br />

del manejo de la garrocha.<br />

S<strong>al</strong>iendo a rejonear en otra ocasión,<br />

se le volvió a quebrar el brazo, y ya desengañado<br />

trató de emplear sus fuerzas y v<strong>al</strong>or<br />

en mejores ejercicios. Vistióse un hábito de<br />

tercero y dedicóse a la Santa Caridad,<br />

cuidando de los pobres enfermos por su<br />

persona, y de dar sepultura a los muertos,<br />

con quien solía él sólo cargar. El tiempo que<br />

le sobraba lo ocupaba en estar rezando en el<br />

atrio, donde se enterraban los pobres; en el<br />

lugar más inferior, que fue el que eligió para<br />

sepultura, y en ella, aun vivo, hizo poner este<br />

epitafio: Aquí yace el mayor pecador de los<br />

vivientes. Rueguen a Dios por él.<br />

El propio Lope de Vega (1562-1635),<br />

el más famoso poeta dramático español, cuyo<br />

verdadero nombre es fray Lope Félix de Vega<br />

y Carpio, llamado con todos los merecimientos<br />

el Fénix de los Ingenios, nos dice<br />

en La hermosura de Angélica:<br />

60<br />

«... cu<strong>al</strong> suelen madrigados toros<br />

entre Jarama y Tajo todo un día<br />

hacer bat<strong>al</strong>la por la vaca amada,<br />

y ella pacer hierbas descuidada...»<br />

Ya en aquellos años del siglo XVI los<br />

toros llamados jarameños, por nacer en las<br />

riberas del río Jarama (Madrid), adjetivo que<br />

desde entonces fue usado en sentido<br />

antonomásico de toro bravo y ligero, lo<br />

empleó también Lope de Vega en La<br />

Gatomaquia, formando un pareado: «Cu<strong>al</strong><br />

suele acometer el jarameño, toro feroz, de<br />

media luna armado...» Y es que las aguas<br />

frescas y transparentes del Jarama, agudiza<br />

la bravura y les da ligereza muscular a los<br />

TOMO I<br />

astados. También en su obra Los Vargas de<br />

Castilla, Lope de Vega, aparecen antiguos<br />

términos taurinos empleados en su época,<br />

t<strong>al</strong>es como abragado -equiv<strong>al</strong>ente <strong>al</strong> bragado<br />

de nuestros días-, en el comentario: «Luego<br />

le dice: abragado, él es de famosa casta...»<br />

Y se les conocía como toros madrigados<br />

aquellos que habían sido dedicados a cubrir<br />

vacas antes de ser lidiados.<br />

Acerca de los toros en la antigüedad<br />

de España, Moratín nos cuenta: «La ferocidad<br />

de los toros que cría España en sus abundantes<br />

dehesas y s<strong>al</strong>itrosos pastos, tanto<br />

como el v<strong>al</strong>or de los españoles, son dos<br />

cosas tan notorias desde la más remota<br />

antigüedad, que el que las quisiera negar<br />

acredita su envidia o su ignorancia, y yo no<br />

me cansaré de satisfacerle; sólo pasaré a<br />

decir que habiendo en este terreno la previa<br />

disposición en hombres y brutos para<br />

semejantes contiendas, es muy natur<strong>al</strong> que<br />

desde tiempos antiquísimos se haya ejercitado<br />

esta destreza, ya para evitar el peligro,<br />

ya para ostentar el v<strong>al</strong>or, o ya para buscar el<br />

sustento con la sabrosa carne de tan grandes<br />

reses, a las cu<strong>al</strong>es perseguirían en los primeros<br />

siglos a pie y a cab<strong>al</strong>lo en batidas y<br />

cacerías.»<br />

En 1732 se publicaron las Reglas de<br />

la Re<strong>al</strong> Maestranza de Cab<strong>al</strong>lería de Sevilla.<br />

En una de ellas dice textu<strong>al</strong>mente: «... vestirán<br />

siempre (los picadores)... c<strong>al</strong>zón de grana<br />

con botones, oj<strong>al</strong>es y g<strong>al</strong>ones de plata.» La<br />

tela del c<strong>al</strong>zón, de color grana, era de paño<br />

fino y se usaba entonces para trajes de fiesta,<br />

siendo reglamentario para el c<strong>al</strong>zón de los<br />

picadores en corridas de Maestranza. Una<br />

de ellas obligaba a que un herrador, maestro<br />

perito en herrar y curar los cab<strong>al</strong>los. Con este<br />

(13) Siglos antes, cuando la mayoría de los españoles, especi<strong>al</strong>mente los navarros y<br />

aragoneses, disfrutaban de gran agilidad para dar s<strong>al</strong>tos y esquivar las acometidas de los<br />

toros, ya se practicaban los más diversos juegos acrobáticos con los astados de casta<br />

navarra, que eran los más adecuados para tener éxito los acróbatas, debido a su corto<br />

tamaño y rápida embestida. Con los toros de las otras castas, como la castellana o la<br />

and<strong>al</strong>uza, por su tamaño y más acompasada acometividad, no se podían re<strong>al</strong>izar<br />

aquel tipo de juegos.<br />

El PUERTO de SANTA MARÍA

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