De ALTAMIRA al - Fiestabrava
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Evolución Fiesta Brava<br />
Y t<strong>al</strong> supuesta afirmación, ésta<br />
hipótesis -probable, como todas las hipótesisno<br />
es de mi propiedad exclusiva, sino que la<br />
he de coparticipar con aquel insigne taurómaco,<br />
don Santos López Pelegrín, Abenamar<br />
¡Casi nadie! Adelante, que no voy en m<strong>al</strong>a<br />
compañía.<br />
Nuestro padre Adán, decía, fue<br />
indudablemente, el primer torero. Siguieron<br />
los postreros -quizá sin que hayan recibido<br />
<strong>al</strong>ternativa- y llegamos a un torero, famoso<br />
por el dominio que tenía manejando la capa,<br />
que en aquel entonces tendría otro nombre,<br />
pero sí había el mismo uso. Ese famoso<br />
capeador, fue el venerable y bíblico Noé. Para<br />
cumplimentar el mandato de que en el Arca<br />
habían de navegar un par de anim<strong>al</strong>es,<br />
macho y hembra, de cada especie, a fin de<br />
asegurar la reproducción, tuvo que hacer<br />
entrar a una vaca y a un toro. La vaquilla, iría<br />
<strong>al</strong> encierro dócilmente, obedeciendo a la voz<br />
de Noé, pero... ¿y el toro? ¡Hubo que recurrir<br />
a la artimaña, y esto ha de haber sido<br />
toreándolo con la capa y a fuerza de lances;<br />
primero corriendo por derecho y luego, ya en<br />
las cercanías de la quilla del Arca, a dos<br />
manos, abanicando o mandileando, para<br />
hacer que entrara. Allí adjunto una estampa<br />
que corrobora mi afirmación. Obsequio de don<br />
Pascu<strong>al</strong> Millán.<br />
La Tierra, nuestro hermoso planeta<br />
azul, que es tan pequeña entre los del sistema<br />
planetario de Copérnico; quedó seco, luego<br />
de haber sido inundado por el Diluvio. El arca,<br />
enc<strong>al</strong>ló en el Monte Ararat. S<strong>al</strong>ieron del<br />
encierro Noé y sus acompañantes... Hubo<br />
aquella fenomen<strong>al</strong> pap<strong>al</strong>ina... La dispersión<br />
de los hijos de Noé, para sustituir las razas<br />
fundament<strong>al</strong>es del género humano. Y, sin<br />
embargo, tenemos que establecer el origen<br />
de la Tauromaquia en España. Para ello<br />
tenemos que dar un s<strong>al</strong>to y plantarnos en la<br />
Península Ibérica, para estudiar otra de las<br />
etapas de la Tauromaquia. Aquella en la que<br />
fue considerada no artimaña necesaria, sino<br />
placer, distracción. <strong>De</strong>jo, pues, la broma,<br />
aunque haya quien en serio lo haya tomado.<br />
52<br />
TOMO I<br />
No está perfectamente definido<br />
cuáles de los grupos que tuvieron por<br />
residencia a la Península, fueron los que<br />
hicieron un entretenimiento del toreo. Los<br />
historiadores vienen desde los Celtas,<br />
continúan por los Romanos, siguen por los<br />
Visigodos y terminan por los Mauritanos. El<br />
conde de las Navas (Don Juan Gu<strong>al</strong>berto<br />
López V<strong>al</strong>demoro y Quesada, por apellidos<br />
no ha de quedar), toma el origen desde los<br />
Celtas, fundando su parecer en el estudio de<br />
lo que estaba grabado en aquella histórica<br />
piedra encontrada, en 1774, en las excavaciones<br />
hechas en los cimientos de las<br />
mur<strong>al</strong>las de la ciudad de Clunia (Actu<strong>al</strong>mente:<br />
Villa de Peñ<strong>al</strong>va). Refiriédose a la Fiesta más<br />
nacion<strong>al</strong>, dijo en cierta ocasión: «Esta es la<br />
Fiesta Española que viene de prole en<br />
prole…», pero a lo largo de los siglos, especi<strong>al</strong>mente<br />
de los tres últimos, ha sufrido una<br />
evolución profunda, para ganar en colorido y<br />
arte todo lo que ha perdido en emoción.<br />
Lo que tiene grabado ese piedruzco -<br />
con caracteres celtibéricos, defiende Erro, en<br />
su obra sobre la lengua vascongada, que<br />
estas fiestas fueron anteriores a los romanos<br />
en España, pues siendo este monumento<br />
pétreo anterior a Julio César, que fue el<br />
primero, según Plinio (libro 8, capítulo 45) que<br />
ofreció este espectáculo en Roma, no cabe<br />
duda de que nuestros hermanos españoles<br />
tuvieron esta fiesta nacion<strong>al</strong>, de la que t<strong>al</strong> vez<br />
sean autores, antes que los romanos-, es<br />
para don Juan Gu<strong>al</strong>berto y otros notables<br />
investigadores de asuntos taurómacos<br />
históricos, prueba concluyente de que los<br />
Celtas fueron toreros. Que se atrevían a matar<br />
toros -(bueyes, porque de eso tiene trapío el<br />
representado en la Piedra, diría yo)- frente a<br />
frente, sirviéndose del escudo o rodela a<br />
guisa de muleta, y del chuzo o espada -en la<br />
estampa no está claro lo que es- como del<br />
actu<strong>al</strong> estoque, bien apropiado y fabricado en<br />
la actu<strong>al</strong> V<strong>al</strong>encia.<br />
Pero, don Pascu<strong>al</strong> Millán, enmienda<br />
la plana, asegurando que la t<strong>al</strong> Piedra de<br />
Clunia nada arguye, en conclusión. Que<br />
El PUERTO de SANTA MARÍA