De ALTAMIRA al - Fiestabrava
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TOMO I<br />
El PUERTO de SANTA MARÍA<br />
Evolución Fiesta Brava<br />
Bien poco les importó a los madrileños que a su rey Felipe V no le gustaran<br />
los toros, pues en la Plaza Mayor no dejaron de darse corridas.<br />
Llegaron aquellos chulos a dominar<br />
a cuerpo limpio a los toros, con quiebros<br />
admirables, s<strong>al</strong>tos y otras habilidades, que<br />
les bastaba tener en la manos aunque fuese<br />
un trozo de tela, para jugar con evidente<br />
descaro a los más fieros anim<strong>al</strong>es, lo que<br />
desataba el delirio de los sorprendidos<br />
espectadores. Y en la medida que se fue<br />
acentuando las debilidades de los cab<strong>al</strong>leros<br />
rejoneadores, que en trance de riesgo, caída<br />
del cab<strong>al</strong>lo o cogida, el papel de aquellos<br />
auxiliares para proteger a su amo fue<br />
adquiriendo importancia y fue reconocido por<br />
los propios rejoneadores, que aceptaron sus<br />
habilidades, las premiaron y comprendieron<br />
que no estaban capacitados para copiarles<br />
en su oficio y emularlos en su v<strong>al</strong>entía. Los<br />
cab<strong>al</strong>leros and<strong>al</strong>uces llevaban estos auxiliares,<br />
como los de las demás regiones, y,<br />
concretamente, en la plaza de Sevilla pronto<br />
fue el suyo un oficio retribuido.<br />
Un nuevo nombre aparece en la<br />
ordenación de las fiestas de toros de la Re<strong>al</strong><br />
Maestranza de Cab<strong>al</strong>lería de Sevilla<br />
merecedor de ser consignado entre los más<br />
primitivos de que tenemos noticia. En un<br />
impreso o planta en el que aparecen los<br />
precios de la nueva plaza y el programa a<br />
que se había de sujetar la lidia figuran como<br />
pagados «Francisco Benete y compañeros<br />
por su trabajo de torear y estoquear los dichos<br />
toros…2.439 re<strong>al</strong>es 18 mrs.» La misión del<br />
matador y la de los peones están ya<br />
perfectamente caracterizadas en esa fecha.<br />
Siendo seguro que lo estarían desde mucho<br />
tiempo antes, refiriéndonos a Sevilla, pero el<br />
hecho de aparecer con la misión de estoquear<br />
un torero de a pie ya resulta un hecho notable.<br />
Con todo, cada picador de vara larga cobraba<br />
3.000 re<strong>al</strong>es, cifra que superaba bastante a<br />
lo que cobraban todos los diestros de a pie<br />
reunidos.<br />
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