De ALTAMIRA al - Fiestabrava

Evolución Fiesta Brava
–aunque ya sabemos los mecanismos
psíquicos-neuronales que alimentan a la
inteligencia desde los instintos- que juegan
en la burla del toro y el caudal de valores
morales tenidos en mucho en otras actividades
que aquí se presentan con tal
evidencia que pueden servir de estímulo y
ejemplo Y no quiero mencionar la última
justificación de belleza y arte, de gracia que
el tránsito del terror a la más jubilosa alegría
hace patente cada tarde en milagrosa
metamorfosis, que han hecho del trato de los
españoles con los toros una fiesta taurina
única, organizada para la diversión
colectiva.»
A don Diego Ramírez de Haro, en uno
de los más antiguos tratados que conocemos
sobre el arte de la jineta, debemos el
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TOMO I
sucesión de los lances del toreo que realizan
los diestros, convirtiéndose en el primer
postulado en que se apoya las reglas de
torear. Hasta tal punto la sencillez inicial del
toreo, de la que los primitivos diestros tuvieron
conciencia, como ya desde el siglo XVI
tenemos referencias.
Corolario del principio enunciado es
la observación que se encuentra en el tratado
de Francisco Montes, formulada así: «La
tauromaquia posee reglas certísimas para
burlar la fiereza de los toros, que, siendo
naturalmente ingenuos –aunque este carácter
primario no significa obstáculo alguno para
poner en práctica su no menos natural astucia
y probada malicia-, se van con el engaño que
el hombre les presenta, asegurando de este
modo su vida, y proporcionando una hermosa
Noble y caballeros ejecutaron a la vez la vara larga de detener. (Cossio).
conocimiento «de las formas de torear a pie
y a caballo» y en cuya obra se analiza
previamente y con sagacidad «las cualidades
y términos que tienen los toros para ofender.»
En efecto, el hecho de la existencia del toro
bravo es supuesto previo a indispensable de
la fiesta de toros, como la consideración de
sus hábitos de acometer es fundamento de
las reglas de torear. En el conocimiento de
esa condición ciega y encendidos sus ojos
de acometer de los toros bravos, como puede
verse la imagen a pie de ésta página, está la
razón de que las reses necesiten un espacio
para reponerse, y ello hace posible la
El PUERTO de SANTA MARÍA