De ALTAMIRA al - Fiestabrava

TOMO I
Pero, además, la mayoría de esas
tribus poseen incluso un sistema de seguridad
social. Los ancianos y los niños no
trabajan, y son mantenidos por aquellos cuya
edad está comprendida entre los 20 y 40
años. En Tanzania, la vida de tribu hadza es
aún más cómoda. Se ha calculado que el
hadza medio invierte al día menos de dos
horas en obtener alimentos para vivir. Los
hombres dedican al juego la mayor parte de
su tiempo. Podría alegarse que la vida del
cazador-recolector es precaria, y que un
pueblo primitivo puede ser borrado de la faz
de la Tierra en unos años difíciles. Pero los
hechos revelan que, excepto en las grandes
sequías, las comunidades más atrasadas
sobreviven con menor dificultad que sus
vecinos más desarrollados.
En Botswana, al borde del Kalahari,
sobrevino en 1966 una de las peores sequías
que jamás asolaron el Sur de África, causando
la muerte de 250.000 cabezas de ganado.
Numerosas y remotas tribus agrícolas amenazadas
por el hambre estaban fuera del
alcance de los programas de ayuda de las
Naciones Unidas. Pero los bosquimanos, que
no siembran ni crían ganado, acudieron a
salvarlos. Las mujeres bosquimanas enseñaron
a las esposas de los agricultores a
buscar nueces y plantas silvestres. De este
modo, los pueblos que sabían cultivar la tierra
lograron subsistir regresando al modo de vida
más antiguo de la humanidad.
Otras de esas tribus es la formada
por la raza de pigmeos africanos, que habitan
al Noroeste del lago Victoria Nyanza, emparentada
con los bosquimanos y descubierta
por Schweinfurth en 1869. Su estatura es de
1,30 a 1,50 metros y es sucolor pardo rojizo.
Van casi desnudos del todo y son muy
diestros en el manejo del arco y las flechas
envenenadas, con cuyas armas atacan a los
búfalos y elefantes. Todas las tribus citadas,
sin embargo, sólo constituyen el 0,001 por
ciento más de 5.000 millones de seres
humanos que habitan el mundo. Sin embargo,
si la opulencia y el bienestar de una
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sociedad se mide por la cantidad de tiempo
libre de que dispone, nos hallamos ante las
colectividades más privilegiadas de la Tierra
al analizar esas opulentas sociedades del
desierto que está de enhorabuena.
Hace 5.000 años aparecieron
los toros embolados.
En la legendaria civilización cretense
–isla de Creta- se dieron los primitivos juegos
taurinos hace ahora 5.000 años, y quienes
los protagonizaron ya conocían el modo de
evitar las cornadas, pues en los Museos de
Antopología de Viena y en Gasseines han
aparecido cabezas de toros de embolados,
pertenecientes a tal arte mediterráneo. Ello
significa que desde la época más remota los
hombres se enfrentaron a los toros por juego
o diversión y, teniendo conciencia del peligro
mortal de las astas de estas fieras se
apresuraron a idear la forma de reducirlo, y
el sistema de embolar los toros llegó hasta
nuestros días.
Como el lector ya debe recordar,
Minos, rey de Creta, pidió al dios Poseidón
que incrementara su fortuna. Éste escuchó
el ruego y encargó al dios Vulcano que crease
un toro semental que mejorase su ganadería.
Hizo surgir el enorme toro negro –el
Toro embolado.
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