De ALTAMIRA al - Fiestabrava

Evolución Fiesta Brava
los espacios siderales para llevar sus naves
espaciales por todos los confines del
universo, porque ya descubrieron los
delicados mecanismos con los que dicha
energía puede transformarse en fuerza
impulsora.
Si la Tierra que habitamos es
insignificante, a su vez, el que consideramos
inmenso imperio del Sol, resulta de muy
modesta dimensión dentro de su galaxia, la
Vía Láctea, que cuenta con innumerables
soles o estrellas que poseen sistemas
solares más vastos que el nuestro. La misma
Vía Láctea es pura insignificancia comparada
con las galaxias vecinas, pues sólo parece
una cabeza de alfiler dentro del universo
infinito, y a cuyo alrededor aparecen insondables
espirales de estrellas, formando
incontables galaxias, extendidas a lo largo de
zonas y cuyas luces tardan en llegar hasta
nosotros hasta más de 100.000 años luz.
En esa inmensidad indescifrable se
dio el «milagro de la vida», la vocación vital
que está implícita en toda la materia creada,
se convirtió en un hecho universal, en esa
continua ebullición que protagoniza la inmensa
olla cósmica diseminada por todas las
galaxias y que tiene realidad en la nuestra;
vocación vital que está sin duda presente en
muchos otras estrellas-, en todas las cuales
existe un vastísimo catálogo de moléculas
basadas en el carbono, que son los sillares
sobre los que se edificaron en la Tierra los
seres vivos. Por ejemplo, en planetas vecinos,
cometas y meteoritos, los científicos han
hallado hidrocarburos aromáticos policícilicos,
que están formados por anillos
bordeados por átomos de hidrógeno; ácido
cianhídrico, compuestos de los que se puede
obtener con relativa facilidad dos de las bases
nitrogenadas que forman parte del ADN –la
adenina y la guanina-, y aminoácidos.
Desde que se acomodó la Tierra, en
constante rotación, en el hogar cósmico que
hoy ocupa, nada dentro y sobre ella ha dejado
de evolucionar. Y refiriendonos al tema de
esta publicación, los vacunos, bravos o no,
12
TOMO I
es decir, la filogenia del toro de lidia, ha
experimentado una profunda transformación.
Cuando aparecieron los primeros mamíferos
miniaturas, hace más de 200 millones de
años, todos provenían de un tronco común,
que arrancó con las cuadrúpedas musañaras
descubiertas en Kenia, en la década de 1960,
hasta la aparición de los rumiantes, transcurrieron
más de esos 200 millones años, y
hasta apenas hace 40 milones desparecieron
los dinosaurios y fue el momento en que se
desarrollaron, libres de los grandes predadores,
las diversas especies de mamíferos,
de los que partieron los rumiantes que hoy
habitan la superficie de la tierra, de donde
provienen los toros.
En la etapa del período Silúrico
superior, hace entre los 430 a 394 millones
de años, hicieron su aparición de los primeros
vertebrados marinos: graptolites y los peces.
En el Silúrico inferior nos encontramos con
el Acradocistites, género de equinodermos
fósiles, grupo de los rombíferos. Otros
equinodermos fósiles corresponden al periodo
Devónico. El piso inferior u ordoviciano
del periodo siluriano es llamado Armoricense
y se corresponde con los fósiles de la fauna
del terciario de Barrande. El Armoricense,
llamado Asperón, es la capa de asperó
blanco desarrollada en el macizo de
Armónica y del Contentin. Seguidamente, los
vertebrados empiezan a arrastrarse fuera del
agua: peces ganoideos. Fue la época del inicio
del gigantismo terrestre. Se daban todas las
condiciones para la evolución hacia las macroformas
vivientes y se acercaba el momento
de la aparición de los grandes reptiles,
dinosaurios en la Tierra, cocodrilos y
caimanes entre las aguas y la tierra, y de los
grandes mamíferos en los mares, como las
ballenas y los grandes peces, los tiburones y
delfines. El mundo de los vertebrados e
invertebrados, esponjas, ectétera, cubrían
toda la Tierra y Mares.
En el siguiente período, conocido
como el Carbonífero (345-280 millones de
años), se inició el desarrollo de los reptiles,
El PUERTO de SANTA MARÍA