presentación - Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente

fuente: Oficina Territorial de Estadística, 2004.
al bosque protector de agua y suelo, 640,60 ha al
bosque protector del litoral, y 773,30 ha al bosque
de protección y conservación de la fauna. En el
área de la ciudad se cuantifican 28,2 ha y en ellas
se distinguen las cuatro especies fundamentales
que caracterizan estas formaciones vegetales en
el país, mangle rojo (Rhizophora mangle), mangle
prieto (Avicennia nitida), yana (Conocarpus erecta)
y patabán (Laguncularia racemosa), todas de
gran valor ecológico y económico. su estado no
se comporta de igual manera en todas las áreas
y aunque algunos están sometidos a una fuerte
presión antrópica, son los manglares una de las
formaciones vegetales naturales con mejor estado
de conservación en su estructura natural de
las existentes en el territorio. Las áreas en mejor
estado son el Laberinto de los Naturales y Punta
gavilán, ambas pertenecen al Área Protegida
guanaroca, de las cuales sí se han realizado
estudios específicos fundamentalmente por la
Empresa de Flora y Fauna.
Este tipo de vegetación ha mostrado ser muy
resistente al embate de los fenómenos meteorológicos
severos y a los altos niveles de contaminación
que reciben, mientras que se muestran
altamente sensibles a la obstrucción del drenaje
que propicia su vital intercambio hídrico, así como
a la tala irracional ocasionada por el hombre. El
carente conocimiento sobre los manglares en
Cienfuegos ha propiciado la desaparición de
numerosas hectáreas de ellos, especialmente en
zonas que han sido urbanizadas o afectadas por
cambios en la circulación hídrica como es el caso
de la construcción del puente del vial a la CEN sobre
el río Damují, que provocó transformaciones
en el intercambio hidrodinámico de la zona, lo que
ocasionó la desaparición de especies tanto de
flora como de fauna. También el represamiento de
ríos aguas arribas y el empleo de las zonas bajas
donde estos se ubican para la siembra de arroz
(márgenes del arroyo El Inglés) ha ocasionado la
pérdida de una importante área de manglar y de
las especies que en él habitan.
Las acciones depredadoras del hombre son
evidentes en estos espacios, se manifiestan en
las construcciones que sobre ellos se realizan con
la consecuente cadena de impactos que genera,
la tala de la vegetación, el vertimiento de material
de dragado, el depósito de escombros y otros
residuos sólidos, así como la contaminación de
este ecosistema por residuos líquidos albañales e
industriales, con agravante en las áreas aledañas
a la desembocadura del arroyo El Inglés y el río
Damují, lo que genera, en el mejor de los casos,
un estrés para estas áreas. Aún suelen ser discriminados
por la opinión de ser solo portadores de
insectos urticantes, y que constituyen zonas intransitables
por sus características intrínsecas.
Desde 1999 la reforestación de manglares en
el municipio se lleva a cabo solo en los límites del
área Protegida guanaroca con un promedio de
plantación de 10 000 posturas al año (Tabla 48),
número medianamente significativo si se tiene
en cuenta que la supervivencia es poco efectiva,
como consecuencia, fundamentalmente, de la
depredación animal y el impacto de la pesca ilícita
que se realiza en la zona. Pueden mostrarse los
datos del número de áreas plantadas anualmente
desde 1999 hasta el cierre de 2005, aunque solo
se logra una supervivencia promedio de 39 ha.
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