presentación - Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente

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marítimo-portuarias a fin de facilitar sus operaciones,
han provocado también afectaciones en
zonas de pesca, cría y reclutamiento de las especies.
El caso más significativo fue la construcción
de los muelles de la Refinería de Petróleo en 1986
que eliminó la zona de arrastre de camarón que
existía en el lugar.
La contaminación por hidrocarburos, grasas
y otros productos oleosos provocada por la navegación,
así como los vertimientos accidentales
de éstos y otros productos químico-tóxicos unidos
al arrastre pluvial de la ciudad, afectan la actividad
pesquera y turístico-recreativa, además de
incidir negativamente sobre el buen desarrollo de
prácticas y competencias deportivas, disminuir
las áreas de baño, manchar las aguas marinas,
los muelles y otras instalaciones. Los residuales
orgánicos, a su vez, son agresivos para las estructuras
portuarias e industriales.
Otro elemento impactado por la urbanización
en la zona costera es la calidad del paisaje, cuya
afectación se hace mucho más notable en los
barrios de Reina, Punta Cotica y Las Minas. La
presencia de instalaciones en mal estado, con
diseños inapropiados o en estado de abandono
con peligro de contaminación al medio costero y
marino, afecta la calidad estética de las fachadas
marítimas y contribuyen, además, al deterioro de
la línea de costa y del medio ambiente en general.
La proliferación de microvertederos con su
inevitable impacto sobre la estética del entorno, la
salud humana y la obstrucción del drenaje natural
aparecen en distintos sectores de costa, algunos
de los cuales abarcan un área aproximada de 1
ha como el de la zona sur del barrio de Reina y
el ubicado al sur de la avenida 28.
La intensa actividad en los lugares de
baño, así como la contaminación de sus aguas
con los residuos albañales dispuestos por instalaciones
aledañas y la que circula en la bahía,
elevan considerablemente en el período lluvioso
(que se corresponde con la temporada de pla-
gEO CIENfUEgOS
ya) los valores de coliformes fecales, debido al
aporte de los ríos y el incremento de bañistas.
A esto se une el deterioro de la infraestructura
básica de servicios con que cuentan estas
áreas, especialmente el mobiliario requerido
para este tipo de actividad. Además, se suman
otras deficiencias como la no existencia de
señalización de zonas de profundidad, falta de
recipientes de recolección de basura, e inexistencia
de salvavidas con peligro de ocurrencia
de accidentes fatales.
También la capacidad de carga supera sobremanera
el soporte de estos recursos y acelera
los procesos erosivos que generan su deterioro,
lo que afecta la dinámica natural que sustentan
estas áreas. Por otra parte, debe señalarse el
impacto negativo ocasionado a las áreas de baño
de la ciudad, donde ha jugado un rol fundamental
la presencia de residuos líquidos y sólidos. Los
análisis que se realizan desde hace décadas a
los parámetros físico-químicos del agua de mar
por el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología
(CPHE), a fin de caracterizar su situación
ambiental y calidad para el baño, corroboran lo
planteado.
En la década de los años 90 la calidad del
agua monitoreada no era óptima para la actividad
de baño (Tabla 34), y se presentaron en algunos
períodos casos críticos que motivaron el cierre
temporal de algunas de ellas.
En ese estudio se concluyó que las playas
de La Punta, Playa Alegre, Laguna del Cura,
Junco sur, O’Bourke y CV Deportivo arrojaban
índices de coliformes fecales y totales por
debajo de la norma para contacto primario,
(hasta 1 000 NMP/100 mL en el caso de coliformes
totales, y hasta 200 NMP/100 mL en el
caso de coliformes fecales). Los más altos están
señalados para el Círculo Juvenil, El Mella y
Elpidia. En cuanto a la detección de gérmenes
patógenos se observó que las áreas más afectadas
eran Junco sur, Playa Alegre y Laguna
fuente: Informe Final del Manejo Integrado
de la Bahía de Cienfuegos, Colectivo
de autores, 2000.