análisis del año 2006 - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad ...

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12.05.2013 Views

CARLOS RUIZ - ¿Qué hay detrás del malestar con la educación? sentido en que se reestructura la burocracia pública, la racionalidad que sostiene a la gestión pública y con ello, a los patrones de formación que siguen universidades e institutos para entrenar a los cuadros burocráticos de relevo. La medida en que ello incorpora una racionalidad propia de la gestión de empresas, es sólo una muestra más del acentuado carácter tecnocrático de los grupos que hoy desempeñan labores de gobierno. Pero no sólo de la lógica tecnocrática no se apartó el gobierno. Tampoco se despegó de la lógica de la escolaridad de las tareas férreamente acotadas y con fechas fatales de finiquito. Mantiene el discurso y la oferta programática con una impronta “apolítica”, “inconflictuada”, preferentemente técnica. Lo que en sí es contradictorio con los anuncios de “cambio de tiempos”. Si esa es la ambición, su implementación será conflictiva y requerirá de un gran protagonismo político. Pero sucede que el gobierno ha tenido dificultades para encontrar un eje de conducción. Las autoridades tenían una evaluación que auguraba baja conflictividad política y social y bonanza económica, lo que les hacía prever un período calmo y apto para un gobierno “tareístico” y hacedor. Pero las cosas no han sido así. La demanda por un cambio de ciclo, y la fuente de conflictividades que de allí deriva, tiene su principal explicación y manifestación en la pérdida de legitimidad del “modelo chileno”. La sociedad hace rato que identifica el “modelo” de una manera más amplia que la que cubren sus lindes económicos. La ciudadanía no juzga al “modelo” sólo por sus méritos o deméritos económicos, sino por su capacidad para responder a demandas que incluyen mejorías y expectativas en diversos planos. La consecuencia que esto tiene para la política es trascendente, ya que ésta se sostuvo en los tres últimos lustros sobre los requerimientos que emanaban de la transición y los apoyos que emergían de la legitimación del “modelo”. En la transición, la llamada gobernabilidad adquirió connotaciones excepcionales y subsumió otras dinámicas y lógicas intrínsecas de la política. Pero sin la transición como telón de fondo se entra a una etapa en donde la política tiende a “recuperar” su normalidad y dicha gobernabilidad pasa a ser una categoría que compite con otras. Si se comparte que la transición ya no es un cauce que gravite y si se comparte que el “modelo” enfrenta una crisis de legitimidad, sería consecuente coincidir que la política chilena está en una situación que la impele hacia procesos reconstructivos de gran magnitud. El escenario en que estará inmerso el gobierno estará caracterizado por una gran movilidad social y política, fuente originaria de conflictos. El desborde de las demandas de los distintos gremios y grupos de presión durante el 2006 tiene su origen en los déficit de representación que muestran el sistema político y el espacio público configurado por un puñado reducido de grupos. Movimientos sociales como el de los “pingüino”s constituyen algo más que una manifestación de una coyuntura económica. Han puesto de relieve un encierro de la política oficial, producto de los términos en que se constituye a partir de la transición, lo que le impide dar respuestas efectivas a las demandas sociales que no se ven 71

72 ANÁLISIS DEL AÑO 2006 - Departamento de Sociología de la Universidad de Chile representadas por la institucionalidad existente. La enorme cantidad de intereses que se dejaron fuera en los términos pactados de transición a la democracia, hoy pugnan por reconfigurar un sistema político que no es capaz de absorber y resolver sus demandas. La presidenta Bachelet, por ser mujer, fue presentada por el instinto de supervivencia de la elite concertacionista como la encarnación de una novedad naciente. Pero en verdad, y al contrario, Bachelet no ha representado hasta ahora una renovación del mundo oficialista. Hondos malestares de vastos sectores de la sociedad con el modelo de sociedad vigente seguirán clamando por un cambio de rumbo. Ante este panorama, ¿qué ofrecerá el gobierno? ¿Más inercia tecnocrática frente a los conflictos sociales? El país espera esa definición.

72 ANÁLISIS DEL AÑO <strong>2006</strong> - Departamento <strong>de</strong> Sociología <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Chile<br />

representadas por la institucionalidad existente. La enorme cantidad <strong>de</strong> intereses que<br />

se <strong>de</strong>jaron fuera en los términos pactados <strong>de</strong> transición a la <strong>de</strong>mocracia, hoy pugnan<br />

por reconfigurar un sistema político que no es capaz <strong>de</strong> absorber y resolver sus<br />

<strong>de</strong>mandas.<br />

La presi<strong>de</strong>nta Bachelet, por ser mujer, fue presentada por el instinto <strong>de</strong><br />

supervivencia <strong>de</strong> la elite concertacionista como la encarnación <strong>de</strong> una novedad<br />

naciente. Pero en verdad, y al contrario, Bachelet no ha representado hasta ahora una<br />

renovación <strong><strong>de</strong>l</strong> mundo oficialista. Hondos malestares <strong>de</strong> vastos sectores <strong>de</strong> la sociedad<br />

con el mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong> sociedad vigente seguirán clamando por un cambio <strong>de</strong> rumbo.<br />

Ante este panorama, ¿qué ofrecerá el gobierno? ¿Más inercia tecnocrática frente a<br />

los conflictos sociales? El país espera esa <strong>de</strong>finición.

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