análisis del año 2006 - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad ...
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CARLOS RUIZ - ¿Qué hay <strong>de</strong>trás <strong><strong>de</strong>l</strong> malestar con la educación?<br />
<strong>de</strong>scuelga sola es: ¿cuál es, pues, el motivo <strong>de</strong> ese orgullo?. No sólo el gobierno y la<br />
Concertación han <strong>de</strong>mostrado que no tienen voluntad ni <strong>de</strong>terminación para intentar<br />
recuperar aquello que caracterizaba al mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o educativo <strong><strong>de</strong>l</strong> cual se dice sentir orgullo,<br />
sino que en buenas cuentas han <strong>de</strong>venido en la fuerza más efectiva <strong>de</strong> que se dispone<br />
en el país para administrar el actual mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong> sociedad y <strong>de</strong> educación.<br />
Empero no por ello las cosas son más fáciles para quienes preten<strong>de</strong>n cambiar<br />
radicalmente dicho mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o. Es innegable que el sistema neoliberal se ha naturalizado<br />
al punto <strong>de</strong> transformarse en “verdad” situada más allá <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> los<br />
individuos. A al punto que promover, por ejemplo, una universidad pública gratuita<br />
parece hoy una <strong>de</strong>claración obscena porque atentaría contra el éxito y la estabilidad<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> “mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o chileno”.<br />
Sin embargo, la i<strong>de</strong>alización <strong><strong>de</strong>l</strong> mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong> educación anterior ilustra la medida<br />
en que se ignora la complejidad <strong>de</strong> construir un sistema educativo <strong>de</strong> calidad sobre<br />
la base <strong>de</strong> la inédita cobertura que hoy alcanza la educación, <strong>de</strong> hecho mucho mayor<br />
que la <strong><strong>de</strong>l</strong> mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o educativo mesocrático anterior, restringido a aquellos que resultaban<br />
incorporados política, económica y socialmente al mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong>sarrollista. Por cierto<br />
que los incorporados representaban una porción <strong>de</strong> la población mucho mayor que<br />
la que resulta efectivamente integrada en la actualidad. Pero eso no pue<strong>de</strong> llevar,<br />
bajo el signo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>alización, a <strong>de</strong>sconocer que la incorporación <strong>de</strong> los sectores<br />
obreros urbanos y las franjas medias vinculadas al empleo burocrático estatal, se<br />
asentaba sobre la base <strong>de</strong> la exclusión <strong>de</strong> amplias capas populares tanto rurales<br />
como urbanas. El propio gasto social <strong><strong>de</strong>l</strong> Estado, por cierto proporcionalmente<br />
mucho mayor al actual, seguía una matriz <strong>de</strong> distribución “con cintura <strong>de</strong> gallina”, al<br />
<strong>de</strong>cir <strong>de</strong> Aníbal Pinto, esto es, se consumía preferentemente en los sectores medios<br />
y medios bajos <strong>de</strong> la sociedad, alcanzando poco <strong>de</strong> ello para los que estaban más<br />
abajo.<br />
El problema es que a lo largo <strong>de</strong> los últimos <strong>año</strong>s, hay que reconocerlo, esos<br />
sectores más bajos <strong>de</strong> la pirámi<strong>de</strong> social han accedido a la educación. No es posible<br />
<strong>de</strong>sconocer el aumento sostenido <strong>de</strong> la cobertura <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema educacional. Claro, se<br />
podrá alegar que esa cobertura se ha producido <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terioro acentuado<br />
<strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la enseñanza. Lo cual también es cierto. El problema es combinar<br />
las dos cuestiones: una educación <strong>de</strong> calidad, sobre la base <strong>de</strong> la cobertura que<br />
alcanza hoy el sistema educativo. Eso como tal, nunca lo resolvió -¿acaso lo buscó?la<br />
educación <strong>de</strong> mayor calidad que cobijó el extinto Estado <strong>de</strong> Compromiso. Cuando<br />
nuestra presi<strong>de</strong>nta iba al Liceo 1 la cobertura en educación media no alcanzaba al<br />
50% <strong>de</strong> los jóvenes, y el promedio <strong>de</strong> escolaridad para la población mayor <strong>de</strong> 15<br />
<strong>año</strong>s era <strong>de</strong> apenas 4.3 <strong>año</strong>s, esto es, mientras la niña Bachelet recibía una educación<br />
gratis <strong>de</strong> calidad, los pobres <strong>de</strong> verdad no tenían acceso. En cambio hoy la educación<br />
media está universalizada en el país. La i<strong>de</strong>a conforme a la cual la vieja educación<br />
pública, <strong>de</strong> calidad indiscutible, resultaba meritocrática e inclusiva, es falsa. Era<br />
excluyente. Los pobres no accedían a ella. La masificación <strong>de</strong> la enseñanza secundaria<br />
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