análisis del año 2006 - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad ...
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46 ANÁLISIS DEL AÑO <strong>2006</strong> - Departamento <strong>de</strong> Sociología <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Chile<br />
a<strong>de</strong>cuadas, mayores subsidios a quienes más lo requieren, evaluación <strong>de</strong> resultados<br />
más allá <strong><strong>de</strong>l</strong> Simce, entre otras cosas, buscando hacer funcionar mejor el sistema sin<br />
alterar su diseño básico. En fin, apegándose con más rigor a la promesa liberal, <strong>de</strong> la<br />
cual reniegan a menudo los propios empresarios, con su tradicional lógica rentista.<br />
Claro, en esa variante, <strong>de</strong> todos modos se pier<strong>de</strong> aquella función <strong>de</strong> la escuela<br />
como una institución integrada a un proyecto nacional y a la expansión <strong>de</strong> la república.<br />
Por cierto, hoy no sólo está en crisis la calidad <strong>de</strong> la escuela, sino el proyecto colectivo,<br />
nacional, que antes la legitimaba y le otorgaba sentido, ergo, hoy no sólo está en crisis<br />
la educación, sino también el valor y sentido que poseía. En cambio, a lo que se han<br />
opuesto los estudiantes secundarios es a la esencia misma <strong><strong>de</strong>l</strong> mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o educacional<br />
heredado: a que la educación particular se financie con dineros públicos. Han apuntado<br />
al centro <strong><strong>de</strong>l</strong> mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o como no lo hicieron antes los movimientos universitarios,<br />
consumidos en <strong>de</strong>mandas corporativas (“arancel diferenciado”, etc.), en tanto han<br />
exigido trocar las cosas en una dirección directamente opuesta a la imperante: los<br />
estudiantes secundarios han exigido que las platas públicas sean para la educación<br />
pública. Incluso han tenido el cuidado <strong>de</strong> no cuestionar la existencia <strong>de</strong> una educación<br />
privada, sólo han exigido que no se financie con dineros públicos. Y eso ha concitado<br />
un gran apoyo, a<strong>de</strong>más <strong><strong>de</strong>l</strong> reconocimiento a la capacidad <strong>de</strong> apuntar al centro <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
problema. Aunque es pertinente anotar que, el generalizado malestar con la educación,<br />
que apoyó la protesta por su actual estado, no necesariamente se pue<strong>de</strong> atribuir por<br />
completo a esta segunda fórmula <strong>de</strong> solución, sino que es muy razonable pensar<br />
que se divi<strong>de</strong> entre los dos campos <strong>de</strong> solución anotados.<br />
Y estas diferencias no resultan menores. Pues actualmente todo esta centrado en<br />
la adquisición <strong>de</strong> conocimientos y habilida<strong>de</strong>s para mejorar la posición <strong><strong>de</strong>l</strong> individuo<br />
en el mercado <strong>de</strong> trabajo, no en la formación <strong>de</strong> los alumnos en un saber general y<br />
en ciertas normas morales y/o republicanas. Entonces, unos coinci<strong>de</strong>n en el malestar<br />
en tanto el actual sistema educacional no resuelve esos problemas, esto es, en la<br />
medida en que no opera efectivamente la promesa liberal <strong>de</strong> la “igualdad <strong>de</strong><br />
oportunida<strong>de</strong>s”, que en <strong>de</strong>finitiva significa igualdad <strong>de</strong> condiciones para competir.<br />
Mientras que otros cuestionan esta base misma. Como apuntábamos al principio <strong>de</strong><br />
este apartado, ello remite las cosas al mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, <strong>de</strong> sociedad vigente: ¿en<br />
función <strong>de</strong> qué i<strong>de</strong>ales, <strong>de</strong> qué sueño <strong>de</strong> nación queremos educar a las generaciones<br />
que vienen?<br />
Y es aquí que el gobierno, la Concertación como tal, como fuerza <strong>de</strong> conducción<br />
política, aparece más claramente que en otras oportunida<strong>de</strong>s mirando el techo,<br />
jugando con la lengua <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la boca, sin <strong>de</strong>cir nada, pidiendo a una heterogénea<br />
mesa <strong>de</strong> diálogo que diga algo al respecto. Queda, pues, <strong>de</strong>snudada como una<br />
fuerza <strong>de</strong> administración, que no guarda <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ella ya mucho más que eso.<br />
Carente <strong>de</strong> proyectos, y con eso, <strong>de</strong> <strong>de</strong>finiciones. La presi<strong>de</strong>nta <strong>de</strong>cía a principios <strong>de</strong><br />
junio, en medio <strong>de</strong> los momentos más álgidos <strong><strong>de</strong>l</strong> conflicto: “si algo recuerdo <strong>de</strong> mi<br />
paso por el Liceo 1, es el orgullo por la educación chilena”. La pregunta que se