análisis del año 2006 - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad ...
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CARLOS RUIZ - ¿Qué hay <strong>de</strong>trás <strong><strong>de</strong>l</strong> malestar con la educación?<br />
El mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o vigente, que privilegia la llamada libertad <strong>de</strong> enseñanza, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />
permitir un currículum flexible, estipula un subsidio estatal a la educación que se<br />
entrega a los sostenedores <strong>de</strong> los colegios, en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que representa un incentivo<br />
para atraer estudiantes y, como tal, semejante competencia proveería una mejor<br />
educación, pues las familias escogerían escuelas exitosas y las <strong>de</strong> mal <strong>de</strong>sempeño<br />
resultarían <strong>de</strong>splazadas. De este modo, en Chile el 90% <strong>de</strong> la educación básica y<br />
media recibe alguna subvención <strong><strong>de</strong>l</strong> Estado. Esta se paga por niño que asista al mes<br />
(a lo que los municipios más pobres alegan que tienen altos índices <strong>de</strong> ausentismo<br />
escolar en invierno por las enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los alumnos, acarreando <strong>de</strong>scuentos<br />
automáticos por subvención a las escuelas municipalizadas). Y dicho subsidio se<br />
traslada <strong>de</strong> escuela si el niño que lo recibe es trasladado <strong>de</strong> establecimiento por sus<br />
padres. Es igual para toda escuela o colegio gratuito, sea municipal o particular. Los<br />
establecimientos subvencionados no pue<strong>de</strong>n cobrar nada más, salvo sumas mínimas<br />
como la matrícula y el “financiamiento compartido”, o sea, un aporte <strong>de</strong> los padres.<br />
De todos modos, los colegios gratuitos, sin subvención, tendrían que cerrar sus<br />
puertas. Claro que a los colegios particular subvencionados se les permite seleccionar<br />
a sus estudiantes, discriminación que opera por rendimiento escolar, discapacidad,<br />
religión, familia, etnia, etc., cosa que los municipalizados no pue<strong>de</strong>n hacer: están<br />
obligados a aten<strong>de</strong>r “en los bor<strong>de</strong>s” <strong>de</strong> las comunas a los más pobres, excluidos <strong>de</strong><br />
otras escuelas y mantener esa obligación aunque les vaya mal. Ello establece a fin <strong>de</strong><br />
cuentas una <strong>de</strong>sventaja estructural respecto <strong>de</strong> los colegios particulares<br />
subvencionados, configurando una situación que los monetaristas, adali<strong>de</strong>s <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
mercado, tildarían <strong>de</strong> “competencia imperfecta”. De tal modo, nada tiene <strong>de</strong> sorpresa<br />
que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1981 a la fecha la educación pública venga retrocediendo sistemáticamente<br />
a favor <strong>de</strong> la enseñanza privada: si ese <strong>año</strong> la primera representaba el 78% ya en<br />
2004 caía a un 48%, mientras que en el mismo lapso, la educación particular<br />
subvencionada ascendía <strong>de</strong> un 32% a un 44%. La educación particular pagada se<br />
mantendrá invariablemente en un 8%.<br />
En los <strong>año</strong>s ochenta, tras la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una <strong>de</strong>scentralización, el régimen militar <strong>de</strong>jó<br />
al Ministerio <strong>de</strong> Educación sin escuelas ni liceos: todos pasaron a las municipalida<strong>de</strong>s,<br />
según su ubicación territorial. Así las viejas escuelas públicas –inspiradas en la expansión<br />
racionalizadora <strong><strong>de</strong>l</strong> Estado Nacional- fueron sustituidas bajo dictadura por escuelas<br />
subvencionadas con nombres <strong>de</strong> fantasía o por escuelas municipalizadas. Pero los<br />
padres no accedieron a una información rigurosa que les permitiera elegir <strong>de</strong>ntro<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> nuevo sistema (¿provee acaso el mercado tal tipo <strong>de</strong> información en alguna otra<br />
esfera?). En particular, la asimetría entre oferentes y <strong>de</strong>mandantes es abismal en los<br />
sectores pobres. Por otro lado, las escuelas municipalizadas no internalizaron los<br />
costos <strong>de</strong> su mal rendimiento; sus déficit siguieron siendo financiados por la<br />
administración central. Aún más, como es reconocido, este esquema facilita también<br />
la proliferación <strong>de</strong> sostenedores <strong>de</strong> baja calidad.<br />
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