análisis del año 2006 - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad ...

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106 ANÁLISIS DEL AÑO 2006 - Departamento de Sociología de la Universidad de Chile consular en la alineación las fuerzas políticas de los últimos años. Su muerte implica un nuevo re-examen de nuestro orden político. El presente artículo pretende comprender precisamente ese orden político, orden constituido desde el Golpe de Estado de 1973 y que tuvo una consolidación en forma democrática luego del triunfo del “No” (a Pinochet) en el plebiscito de 1988. La “Concertación de Partidos por la Democracia”, en sus orígenes mera “Concertación por el No”, es la coalición política fundamental que permite seguir la historia de Chile de las dos últimas décadas. En una mirada superficial las formas de la nueva sociedad parecen emerger de los restos de la vieja sociedad. Sin embargo, mejorando la visión, no queda claro si hay acaso nueva sociedad y vieja sociedad o si acaso los lentos ritmos de la historia palpitan constantes en una misma dirección desde hace años. Este problema es el objeto de este artículo, que encuentra en la muerte de Pinochet una oportunidad para ir desde la simbología -que encarna el ex dictador- al orden social y político. La trayectoria es reconstructiva, avanzando desde el síntoma a las explicaciones. 2. PINOCHET Y EL ESPÍRITU DE LA DICTADURA La muerte de Pinochet ha renovado emociones ocultas, ha devuelto la mirada sobre las cuestiones más profundas de nuestra politicidad. Y eso de algún modo es positivo. Desapareció la importancia de las compras navideñas, al menos por unas horas. Se suspendió el nuevo orden de nuestras rutinas y apareció el interés por conocer detalles de algo sobre lo cual no hay detalles: Pinochet se murió como un viejo más. Pero todos nos quedamos frente a los televisores esperando detalles. Probablemente, más que detalles, todos esperaban que todo esto tome sentido, pues no sólo hay justicia pendiente, sino también significados que esperan sedimentarse, una sociedad que quiere elaborar un trauma y la historia de una enfermedad que se confundía con querellas y juicios. Por algún motivo, en cierto punto de la historia las acciones políticas de Pinochet se desanclaron del significado histórico de Pinochet. Y, por otro lado, las acciones políticas de otros actores, se anclaron en Pinochet. En este sentido, la figura de Pinochet es inquietante. Para ser más claro, ejemplifiquemos la distancia entre la ‘obra’ de Pinochet y su significado histórico. La ‘obra’ de Pinochet no parece explicar el peso de su nombre. Pinochet no organizó el golpe, sino que se subió a última hora. Pinochet no estructuró el nuevo modelo económico, incluso parece que no le gustaba, pues no calzaba con su mentalidad autárquica y fascista. Pinochet, además, nunca fue un gran estadista y siempre fue más bien un tipo mediocre. Sin embargo, él representa el golpe, él representa el nuevo modelo económico, él es la carne de una real ‘reconstrucción nacional’. Porque en Chile no hubo sólo golpe de estado y un nuevo modelo económico. Hubo un proyecto de transformación articulado desde la Junta de Gobierno. Esto se aprecia en la “Declaración de Principios de la

ALBERTO MAYOL MIRANDA - De Pinochet a Bachelet Junta de Gobierno” de 1974. Me permitiré recordar con cierto detalle esta declaración. En ella se señala: 107 - la necesidad de una reconstrucción nacional, pues la crisis económica –se señalaes sólo un símbolo de algo más profundo: el impropio cuestionamiento de valores superiores. La reconstrucción nacional se inspira en la convicción de que la vía socialista es una falsa alternativa para países subdesarrollados y que es además una opción contradictoria con las raíces profundas de Chile. Como señala el texto: “la alternativa de una sociedad de inspiración marxista debe ser rechazada por Chile, dado su carácter totalitario y anulador de la persona humana, todo lo cual contradice nuestra tradición cristiana e hispánica. Además, la experiencia demuestra que el marxismo tampoco engendra bienestar, porque su carácter socialista y estatista no es apto para un adecuado desarrollo económico” (Declaración, 11 de marzo de 1974). - La certeza de que la vía del diálogo y el entendimiento con el comunismo es una ruta equivocada e ingenua, que Chile ya ha experimentado y que no debe volver a repetir. - El reconocimiento de una tradición patria de corte cristiano que debe ser reestablecida, pues su pérdida ha sido –al menos en parte- la causa de la crisis que se ha vivido. - El establecimiento del derecho natural (cristiano) como fundamento superior al del derecho estatuido estatalmente. - La restricción del Estado a funciones imposibles de cumplir por organizaciones intermedias (Defensa Nacional, Policía y Relaciones Exteriores) o a empresas de corte estratégico. Todo lo demás debe estar en manos de privados o de organizaciones apolíticas de corte intermedio. - La oposición entre Estado y libertad como elemento central de la nueva doctrina. - El fomento de una noción de Estado que ayude a promover la libre iniciativa económica de los individuos - La importancia de la unidad nacional como el objetivo central y la consecuente negación de toda mirada que pretenda dividir la sociedad en clases sociales. Al respecto, se recurre a una fórmula de corte religioso, pues se menciona la importancia de la integración espiritual de la nación o “La integración espiritual del país será el cimiento que permitirá avanzar en progreso, justicia y paz, recuperando el lugar preponderante que los forjadores de nuestra República le dieron en su tiempo dentro del continente. Reivindicar y sembrar en el corazón de cada chileno el ejemplo de nuestra Historia Patria, con sus próceres, héroes, maestros y estadistas, debe transformarse en el acicate más poderoso para despertar el verdadero patriotismo, que es

106 ANÁLISIS DEL AÑO <strong>2006</strong> - Departamento <strong>de</strong> Sociología <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Chile<br />

consular en la alineación las fuerzas políticas <strong>de</strong> los últimos <strong>año</strong>s. Su muerte implica<br />

un nuevo re-examen <strong>de</strong> nuestro or<strong>de</strong>n político.<br />

El presente artículo preten<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r precisamente ese or<strong>de</strong>n político, or<strong>de</strong>n<br />

constituido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Golpe <strong>de</strong> Estado <strong>de</strong> 1973 y que tuvo una consolidación en<br />

forma <strong>de</strong>mocrática luego <strong><strong>de</strong>l</strong> triunfo <strong><strong>de</strong>l</strong> “No” (a Pinochet) en el plebiscito <strong>de</strong> 1988.<br />

La “Concertación <strong>de</strong> Partidos por la Democracia”, en sus orígenes mera<br />

“Concertación por el No”, es la coalición política fundamental que permite seguir la<br />

historia <strong>de</strong> Chile <strong>de</strong> las dos últimas décadas. En una mirada superficial las formas <strong>de</strong><br />

la nueva sociedad parecen emerger <strong>de</strong> los restos <strong>de</strong> la vieja sociedad. Sin embargo,<br />

mejorando la visión, no queda claro si hay acaso nueva sociedad y vieja sociedad o<br />

si acaso los lentos ritmos <strong>de</strong> la historia palpitan constantes en una misma dirección<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace <strong>año</strong>s. Este problema es el objeto <strong>de</strong> este artículo, que encuentra en la<br />

muerte <strong>de</strong> Pinochet una oportunidad para ir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la simbología -que encarna el ex<br />

dictador- al or<strong>de</strong>n social y político. La trayectoria es reconstructiva, avanzando <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el síntoma a las explicaciones.<br />

2. PINOCHET Y EL ESPÍRITU DE LA DICTADURA<br />

La muerte <strong>de</strong> Pinochet ha renovado emociones ocultas, ha <strong>de</strong>vuelto la mirada<br />

sobre las cuestiones más profundas <strong>de</strong> nuestra politicidad. Y eso <strong>de</strong> algún modo es<br />

positivo. Desapareció la importancia <strong>de</strong> las compras navi<strong>de</strong>ñas, al menos por unas<br />

horas. Se suspendió el nuevo or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> nuestras rutinas y apareció el interés por<br />

conocer <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> algo sobre lo cual no hay <strong>de</strong>talles: Pinochet se murió como un<br />

viejo más. Pero todos nos quedamos frente a los televisores esperando <strong>de</strong>talles.<br />

Probablemente, más que <strong>de</strong>talles, todos esperaban que todo esto tome sentido,<br />

pues no sólo hay justicia pendiente, sino también significados que esperan<br />

sedimentarse, una sociedad que quiere elaborar un trauma y la historia <strong>de</strong> una<br />

enfermedad que se confundía con querellas y juicios.<br />

Por algún motivo, en cierto punto <strong>de</strong> la historia las acciones políticas <strong>de</strong> Pinochet<br />

se <strong>de</strong>sanclaron <strong><strong>de</strong>l</strong> significado histórico <strong>de</strong> Pinochet. Y, por otro lado, las acciones<br />

políticas <strong>de</strong> otros actores, se anclaron en Pinochet. En este sentido, la figura <strong>de</strong><br />

Pinochet es inquietante. Para ser más claro, ejemplifiquemos la distancia entre la<br />

‘obra’ <strong>de</strong> Pinochet y su significado histórico. La ‘obra’ <strong>de</strong> Pinochet no parece explicar<br />

el peso <strong>de</strong> su nombre. Pinochet no organizó el golpe, sino que se subió a última<br />

hora. Pinochet no estructuró el nuevo mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o económico, incluso parece que no le<br />

gustaba, pues no calzaba con su mentalidad autárquica y fascista. Pinochet, a<strong>de</strong>más,<br />

nunca fue un gran estadista y siempre fue más bien un tipo mediocre. Sin embargo,<br />

él representa el golpe, él representa el nuevo mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o económico, él es la carne <strong>de</strong><br />

una real ‘reconstrucción nacional’. Porque en Chile no hubo sólo golpe <strong>de</strong> estado y<br />

un nuevo mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o económico. Hubo un proyecto <strong>de</strong> transformación articulado<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Junta <strong>de</strong> Gobierno. Esto se aprecia en la “Declaración <strong>de</strong> Principios <strong>de</strong> la

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