De Harmont a Trujillo - Banco de Reservas
De Harmont a Trujillo - Banco de Reservas De Harmont a Trujillo - Banco de Reservas
César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO El 14 de junio fueron por fin firmados los preliminares de la negociación con el Conde Tadeo de Okzsa, ya conocido de antemano en nuestro país, pues como lo sabéis, ha sido el principal empresario de nuestras líneas telegráficas y del establecimiento del cable submarino. El Conde de Okzsa, como se lo permitía el contrato preliminar, lo traspasó a los señores Westendorp & Co., banqueros de Amsterdam que se sustituyeron el contrato primitivo. Después de una serie de contratos que se imponían por las circunstancias del momento y también para mejorar y darle facilidades de ejecución a la operación principal, todos los cuales forman un expediente que se os acompaña con la relación necesaria y las explicaciones correspondientes del ciudadano ministro de Hacienda, vino a redondearse la operación o a sintetizarse de la manera siguiente: El gobierno dominicano emite un empréstito por £770,000 nominales con interés de 6% anual, redimible, capital e intereses, en el curso de treinta años, con una anualidad de £55,645, o sean más o menos, 350,000 mexicanos, que representan menos del 24% de las rentas aduaneras de la República. La emisión ha sido ofrecida al público al 83%, pero fue convenida con los señores Westendorp & Co. a 78% acordándole a estos banqueros el 3% a fin de que quedara en 75%, siendo de cuenta de ellos todos los gastos de emisión. Es entendido que la comisión no ha sido estipulada sino sobre las £475,480 ofrecidas al público, habiéndose rebajado antes £294,520 que el gobierno se reservó, a saber: £123,660 que representan 6,183 obligaciones de £20 cada una, destinadas a cubrir parte de la deuda interior. £142,860 que representan 7,143 obligaciones de £20 cada una, para cubrir a los tenedores de bonos de Inglaterra el 20% de los bonos de 1869. £28,000 que representan 280 obligaciones de £100 cada una, para el pago de un parte de la comisión convenida con el Conde Okzsa”. Y continúa más adelante el mensaje del Presidente Heureaux, al referirse a Hartmont, diciendo: “En cuanto a la deuda Hartmont, era tiempo ya de quitar a la nación ese estorbo para su vida económica, ese borrón que sin culpa suya, es verdad, caía sobre su crédito y que le tenía ligadas las manos. mi opinión a este respecto es demasiado conocida. Tiempo hacía que yo venía considerando este asunto bajo un punto distinto del vulgo, cualquiera que sea el móvil se haya atribuido a mis propósitos honrados y al empeño por el crédito del país. 66
César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO Cualesquiera que hayan sido las apreciaciones que se hayan hecho sobre la deuda mencionada, y acaso yo mismo haya podido equivocarme alguna vez, es la verdad que la República recibió la cantidad de 38,095 libras esterlinas, por las cuales reconoció 50,000 libras que se comprometió a pagar con un 10% anual de intereses en caso de no verificarse el empréstito, con otros proventos de la nación. Ese fue el compromiso de un Gobierno legítimo que desconoció después el empréstito de 1869, cuando no se cumplieron las demás condiciones al tiempo determinado; desconocimiento que no podía borrar, ni de hecho, ni de derecho, el compromiso de su previsión. Si los acreedores de Londres, esto es, los tenedores de bonos de 1869, en vez de querer afirmar la validez del empréstito, se hubieran presentado reclamando las £50,000, con sus intereses, no creo que ningún Gobierno serio, que estime la honra de su país, se habría atrevido a negar la deuda; y entonces esa acreencia y su reclamación hubieran tenido, sin duda, una protección internacional que no tuvo el empréstito, porque siempre se consideró que la República había estado en su derecho rechazándolo; y con honradez, nunca desconoció lo que realmente debía. El tiempo y las circunstancias de nuestro desenvolvimiento progresista ha venido por fin a poner término a un asunto tan enojoso, en el cual, examinando con imparcialidad y espíritu de acierto, se ha de ver que la República ha salido airosa; airosa por su honra del pasado, airosa por los beneficios que afirmando tal honra le deja para el porvenir. Cuando los tenedores de bonos de Londres abandonando el reclamo del reconocimiento del empréstito que sin acumular intereses han reducido al 20% se hubieran ceñido a exigir el pago de las £50,000 reconocidas desde 1869 al 10% de interés anual, y hubieran establecido su cuenta capitalizando intereses anualmente durante 19 años, habrían podido llevar su cuenta al guarismo de £305,800, de modo que entregándoles hoy por saldo de cuenta en obligaciones a la par del nuevo empréstito que se han emitido a 78% y ofrecidas al público a 83½%%, la cantidad de £142,860, rebajada la diferencia del tipo de emisión, no vendría a representar ni el 40% de lo que en buena regla se les adeudaba; pudiendo afirmarse como una verdad evidente que la deuda real, esto es, la deuda incuestionable, las £50,000 con 19 años de intereses al 10% anual del empréstito de 1869, se ha arreglado con menos del 40%. me he detenido adrede en la exposición de estos guarismos, porque creo necesario que el país vea, y vosotros como sus Representantes, 67
- Page 15 and 16: Presentación Es un verdadero honor
- Page 17: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 20 and 21: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 22 and 23: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 24 and 25: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 26 and 27: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 28 and 29: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 30 and 31: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 32 and 33: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 34 and 35: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 36 and 37: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 38 and 39: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 40 and 41: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 42 and 43: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 44 and 45: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 46 and 47: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 48 and 49: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 50 and 51: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 52 and 53: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 54 and 55: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 56 and 57: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 58 and 59: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 60 and 61: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 62 and 63: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 65: CAPíTULO III Ulises Heureaux o el
- Page 69 and 70: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 71 and 72: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 73 and 74: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 75 and 76: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 77 and 78: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 79 and 80: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 81 and 82: CAPíTULO IV El apogeo del desastre
- Page 83 and 84: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 85 and 86: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 87 and 88: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 89 and 90: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 91 and 92: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 93 and 94: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 95 and 96: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 97 and 98: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 99 and 100: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 101 and 102: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 103 and 104: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 105 and 106: CAPíTULO V Se remachan las cadenas
- Page 107 and 108: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 109 and 110: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 111 and 112: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 113 and 114: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
- Page 115 and 116: César A. Herrera | DE HARTmOnT A T
César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO<br />
Cualesquiera que hayan sido las apreciaciones que se hayan hecho<br />
sobre la <strong>de</strong>uda mencionada, y acaso yo mismo haya podido equivocarme<br />
alguna vez, es la verdad que la República recibió la cantidad<br />
<strong>de</strong> 38,095 libras esterlinas, por las cuales reconoció 50,000 libras que<br />
se comprometió a pagar con un 10% anual <strong>de</strong> intereses en caso <strong>de</strong> no<br />
verificarse el empréstito, con otros proventos <strong>de</strong> la nación.<br />
Ese fue el compromiso <strong>de</strong> un Gobierno legítimo que <strong>de</strong>sconoció<br />
<strong>de</strong>spués el empréstito <strong>de</strong> 1869, cuando no se cumplieron las <strong>de</strong>más<br />
condiciones al tiempo <strong>de</strong>terminado; <strong>de</strong>sconocimiento que no podía<br />
borrar, ni <strong>de</strong> hecho, ni <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho, el compromiso <strong>de</strong> su previsión.<br />
Si los acreedores <strong>de</strong> Londres, esto es, los tenedores <strong>de</strong> bonos <strong>de</strong><br />
1869, en vez <strong>de</strong> querer afirmar la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l empréstito, se hubieran<br />
presentado reclamando las £50,000, con sus intereses, no creo que<br />
ningún Gobierno serio, que estime la honra <strong>de</strong> su país, se habría<br />
atrevido a negar la <strong>de</strong>uda; y entonces esa acreencia y su reclamación<br />
hubieran tenido, sin duda, una protección internacional que no<br />
tuvo el empréstito, porque siempre se consi<strong>de</strong>ró que la República<br />
había estado en su <strong>de</strong>recho rechazándolo; y con honra<strong>de</strong>z, nunca<br />
<strong>de</strong>sconoció lo que realmente <strong>de</strong>bía.<br />
El tiempo y las circunstancias <strong>de</strong> nuestro <strong>de</strong>senvolvimiento progresista<br />
ha venido por fin a poner término a un asunto tan enojoso, en el cual,<br />
examinando con imparcialidad y espíritu <strong>de</strong> acierto, se ha <strong>de</strong> ver que<br />
la República ha salido airosa; airosa por su honra <strong>de</strong>l pasado, airosa<br />
por los beneficios que afirmando tal honra le <strong>de</strong>ja para el porvenir.<br />
Cuando los tenedores <strong>de</strong> bonos <strong>de</strong> Londres abandonando el reclamo<br />
<strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong>l empréstito que sin acumular intereses han<br />
reducido al 20% se hubieran ceñido a exigir el pago <strong>de</strong> las £50,000<br />
reconocidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1869 al 10% <strong>de</strong> interés anual, y hubieran establecido<br />
su cuenta capitalizando intereses anualmente durante 19 años,<br />
habrían podido llevar su cuenta al guarismo <strong>de</strong> £305,800, <strong>de</strong> modo que<br />
entregándoles hoy por saldo <strong>de</strong> cuenta en obligaciones a la par <strong>de</strong>l<br />
nuevo empréstito que se han emitido a 78% y ofrecidas al público<br />
a 83½%%, la cantidad <strong>de</strong> £142,860, rebajada la diferencia <strong>de</strong>l tipo<br />
<strong>de</strong> emisión, no vendría a representar ni el 40% <strong>de</strong> lo que en buena<br />
regla se les a<strong>de</strong>udaba; pudiendo afirmarse como una verdad evi<strong>de</strong>nte<br />
que la <strong>de</strong>uda real, esto es, la <strong>de</strong>uda incuestionable, las £50,000 con<br />
19 años <strong>de</strong> intereses al 10% anual <strong>de</strong>l empréstito <strong>de</strong> 1869, se ha<br />
arreglado con menos <strong>de</strong>l 40%.<br />
me he <strong>de</strong>tenido adre<strong>de</strong> en la exposición <strong>de</strong> estos guarismos, porque<br />
creo necesario que el país vea, y vosotros como sus Representantes,<br />
67