De Harmont a Trujillo - Banco de Reservas

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César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO emisario, nombrado mr. Lob Levyt, no tuvo que perder mucho tiempo para convencer a sus clientes de la bondad de las proposiciones de su casa, y el 3 de enero de 1888 firmaba de manera secreta, en Santo Domingo, los preliminares de la jugosa negociación. Al día siguiente, el ministro Gautier, encargado de la cartera de Hacienda, trasmitió instrucciones a Julia y a De marchena, para que como agentes fiscales de la República en París, ultimaran estas negociaciones con el Comptoir D’Escompte. Para amparar de legalidad de todos estos arreglos, que se venían ejecutando secretamente, sin conocimiento del pueblo, el Congreso nacional dictó un decreto el 27 de marzo de 1888, autorizando al Poder Ejecutivo a negociar un empréstito por 15,000,000 de francos o 3,000,000 de pesos mexicanos. Este decreto se hizo del dominio público en la Gaceta Oficial nº 730 del 18 de agosto de 1888, cuando ya habían culminado exitosamente todas estas gestiones, aunque con otros prestamistas. Todos los esfuerzos de los delegados dominicanos, especialmente de De marchena, para concretar con el Comptoir la proyectada operación, se vinieron abajo, cuando más seguros creían su resultado. En esta baraúnda lamentable de acontecimientos, aparece en escena otro caballero interesado en la suerte de las finanzas dominicanas. Se trataba del barón Enmanuel de Almeda, ministro de la República Dominicana en francia, que intervenía en ese preciso momento para intentar tomar en sus manos el hilo de los negocios que manejaba De marchena. El barón de Almeda, en su período de servicios diplomáticos a la República Dominicana, llegó a adquirir tal autoridad, que muchas veces regañó al gobierno por tomar decisiones relativas a nombramientos diplomáticos en Europa sin haberle consultado. 24 24 Herrera, César A. Cuadros históricos dominicanos, 1949. 62

César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO El presidente Heureaux, acuciado por Almeda, resolvió cancelar los poderes otorgados a De marchena, y concedérselos a Isidoro mendel, Presidente de la Cámara de Comercio, y del Banco Comercial de Santo Domingo, quien se encontraba en París gestionando por su cuenta la adquisición de dinero y la creación de uno de los entonces llamados “Bancos nacionales”. Las denominaciones que ostentaba Isidoro mendel, disfrazaban una serie de negociaciones turbias con el gobierno pero le daba un carácter de personaje importante en un campo financiero inexistente. Pero como Eugenio Generoso de marchena era tenaz, solicitó nuevos poderes, y Ulises Heureaux se los extendió, concediéndole únicamente cuatro días de plazo, después de la fecha en que los recibiera, para cristalizar las operaciones que había indicado tenía listas para concluir. Simultáneamente se le comunicó esta resolución al barón de Almeda, para que transcurridos los cuatro días fatales, dejara como negociador único al señor Isidoro mendel, cancelando en firme los poderes de marchena. 25 Gratísima sorpresa sería para el presidente Heureaux y sus consocios, recibir de marchena información cablegráfica de haber firmado en Bruselas un contrato definitivo, que certificaba en otro cable el ministro dominicano en aquel país, mr. León Debat. Inmediatamente, para evitar confusiones, Heureaux cablegrafió al barón de Almeda, quien intentaba suspender a marchena, diciéndole: Concedida prórroga marchena hasta el 21. Aténgase instrucciones despacho 16 de junio, nada con Comptoir. Garantizado nuevo contrato marchena, según aviso de él, quedan sus poderes únicos vigentes, Heureaux. 26 25 V. Libro 33 de los copiadores de oficios de Rel. Ext, A. G. n. 26 Libro 33 de los copiadores de oficios de Rel. Ext. Pág. 485. A. G. n. 63

César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO<br />

emisario, nombrado mr. Lob Levyt, no tuvo que per<strong>de</strong>r mucho tiempo<br />

para convencer a sus clientes <strong>de</strong> la bondad <strong>de</strong> las proposiciones<br />

<strong>de</strong> su casa, y el 3 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1888 firmaba <strong>de</strong> manera secreta, en<br />

Santo Domingo, los preliminares <strong>de</strong> la jugosa negociación.<br />

Al día siguiente, el ministro Gautier, encargado <strong>de</strong> la cartera<br />

<strong>de</strong> Hacienda, trasmitió instrucciones a Julia y a <strong>De</strong> marchena, para<br />

que como agentes fiscales <strong>de</strong> la República en París, ultimaran estas<br />

negociaciones con el Comptoir D’Escompte.<br />

Para amparar <strong>de</strong> legalidad <strong>de</strong> todos estos arreglos, que se venían<br />

ejecutando secretamente, sin conocimiento <strong>de</strong>l pueblo, el Congreso<br />

nacional dictó un <strong>de</strong>creto el 27 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1888, autorizando al<br />

Po<strong>de</strong>r Ejecutivo a negociar un empréstito por 15,000,000 <strong>de</strong> francos<br />

o 3,000,000 <strong>de</strong> pesos mexicanos. Este <strong>de</strong>creto se hizo <strong>de</strong>l dominio<br />

público en la Gaceta Oficial nº 730 <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1888,<br />

cuando ya habían culminado exitosamente todas estas gestiones,<br />

aunque con otros prestamistas.<br />

Todos los esfuerzos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>legados dominicanos, especialmente<br />

<strong>de</strong> <strong>De</strong> marchena, para concretar con el Comptoir la proyectada operación,<br />

se vinieron abajo, cuando más seguros creían su resultado.<br />

En esta baraúnda lamentable <strong>de</strong> acontecimientos, aparece en<br />

escena otro caballero interesado en la suerte <strong>de</strong> las finanzas dominicanas.<br />

Se trataba <strong>de</strong>l barón Enmanuel <strong>de</strong> Almeda, ministro <strong>de</strong> la<br />

República Dominicana en francia, que intervenía en ese preciso<br />

momento para intentar tomar en sus manos el hilo <strong>de</strong> los negocios<br />

que manejaba <strong>De</strong> marchena. El barón <strong>de</strong> Almeda, en su período <strong>de</strong><br />

servicios diplomáticos a la República Dominicana, llegó a adquirir<br />

tal autoridad, que muchas veces regañó al gobierno por tomar<br />

<strong>de</strong>cisiones relativas a nombramientos diplomáticos en Europa sin<br />

haberle consultado. 24<br />

24 Herrera, César A. Cuadros históricos dominicanos, 1949.<br />

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