De Harmont a Trujillo - Banco de Reservas

De Harmont a Trujillo - Banco de Reservas De Harmont a Trujillo - Banco de Reservas

banreservas.com.do
from banreservas.com.do More from this publisher
12.05.2013 Views

César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO En la última línea de la página 13 se prefiere la palabra para en vez de por. Página 14 línea lª se suprimen las palabras, así pagada, después de la palabra deuda, para agregar pluralizando la palabra deuda, estas palabras: “de reclamaciones y concesiones previamente reconocidas y aprobadas por el Congreso de la República”. Página 14. Se suprimen también las líneas 2, 3, 4, y la 5 hasta la palabra Company inclusive, se agrega una y para seguir conforme al texto hasta la línea 11, donde se suprimen después de la palabra deuda, las palabras: y los documentos. Página 14 línea 12, después de la palabra devueltos, suprimir las palabras: o entregados. Ha visto la República entera a qué caro precio ha tenido que pagar la complaciente y fraudulenta ligereza con la cual casi todos los Ejecutivos han sabido corresponder a las pretensiones o tentaciones de los mercaderes; hemos palpado nosotros principalmente en esta Cámara, por conducto de la misma Comisión de Hacienda que suscribe, cómo un grupo de traficantes más o menos habilidosos y más o menos hambrientos ha logrado siempre amontonar deudas y reclamaciones contra la pobre República, porque un ministro osado o porque su Presidente engreído lo hayan querido así, pues, porque un jefesito cualquiera se hubiese levantado en armas contra el orden público y la única sanción de reprobación fuera el reconocimiento de los gastos hechos para atentar contra el orden interior; porque un comerciante quebrado no hubiese tenido otro recurso que empujar a la manigua a dos o tres infelices para después hacerse reconocer por la voluntad de este o de aquel ministro una cuenta contra el Estado; porque un condotier cualquiera hubiese sobornado a un oficinista o a un archivista cualquiera o aun a ciertos diplomáticos educados en el abuso y en la rapiña para partir beneficios, es por lo que ha crecido y se ha hecho obligación perentoria para la República, esa cuenta de treintitantos millones que ahora nos constriñe, ¡con sabe Dios qué peligro! a tratar, en la Cámara Legislativa de una República independiente ¡de estos Contratos humillantes! Para evitar esta repetición en lo porvenir, para poner a salvo los intereses de la República, fuera del apetito devorador de empleados y traficantes sin escrúpulos, es por lo que la Comisión robustece la acción del Congreso según lo prevé nuestra Constitución, al establecer que es al Congreso a quien compete el reconocimiento y aprobación de las cuentas. ¡Bien sabéis vosotros, que siempre será más difícil corromper a veinticuatro hombres que se sienten independientes, que comprar o tentar a uno o dos ministros...! Por todas estas razones intercala la Comisión, que esas cuentas deben estar debidamente aprobadas por el Congreso, estableciendo, como veréis 386

César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO luego en el contrato con la morton, la responsabilidad para el caso en que se pagare una cuenta que no estuviere debidamente aprobada. Página 16 línea 21: después de la palabra “empréstito” agregar estas palabras de limitación: “cuyo montante total no podrá exceder de la suma de diez mil pesos anualmente”. Página 17. El artículo 10 tal como lo trae el texto, es altamente peligroso para la República, es un compás inmensamente abierto para las distracciones, para los abusos, para los acomodos de un Ejecutivo llamado constantemente a encaminar su actitud y su preferente atención al sostenimiento del orden y a los vehementes enardecimientos de la política interior. Obligar a la República a pagar intereses sobre los $20,000,000, por el tiempo que dilate la impresión de los bonos, o mientras la República no entregue los bonos definitivos, reservándose los Banqueros la suma hasta tanto se le entreguen aquellos bonos definitivos, evita a los Banqueros que tengan una suma apartada en sus cajas, sin hacer operaciones, se dice; pero también expone a la República a pagar intereses sobre una suma de ¿$20,000,000...? Si durante ese tiempo los acreedores que contienen las listas A y B del ajuste, renunciasen los intereses de sus cuentas respectivas en favor de los Banqueros, menos mal... pero esto no consta en ninguna parte y la Comisión no se atreve a tomarlo en serio. más claro, más previsor y más equitativo parece, a juicio de la Comisión, la siguiente redacción del artículo 10. “Una vez aprobado por la República y por los Banqueros este Convenio, los Banqueros participarán a la República, la distribución en series, que prefirieren, de los bonos del cinco por ciento, según se prevé en el artículo 1º, y luego, tan pronto como la República haga entrega de los bonos del 5% a los Banqueros, éstos harán entrega en efectivo, del montante correspondiente al valor de la compra de los bonos, vendidos por la República y comprados por los Banqueros, en virtud de este Convenio”. “El interés del cinco por ciento anual, que devengan los bonos, comenzará a calcularse desde la fecha en que la República entregue los bonos del cinco por ciento a los Banqueros y los Banqueros entreguen a la Trust Co., quien lo avisará inmediatamente a la República, el montante en efectivo correspondiente al valor de la compra de los bonos”. “Esta entrega mutua de los bonos y del montante de su compra, deberá efectuarse dentro de un plazo que no excedede 6 meses, a contar de la fecha en que fuere aprobado”. Página 18 línea 8: después de la palabra entregada, se suprime el texto hasta la línea 15 después de la palabra cinco que también se quita, y se ponen en lugar de lo suprimido inmediatamente después de la palabra entregada, estas 387

César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO<br />

En la última línea <strong>de</strong> la página 13 se prefiere la palabra para en vez <strong>de</strong> por.<br />

Página 14 línea lª se suprimen las palabras, así pagada, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

palabra <strong>de</strong>uda, para agregar pluralizando la palabra <strong>de</strong>uda, estas palabras: “<strong>de</strong><br />

reclamaciones y concesiones previamente reconocidas y aprobadas por el<br />

Congreso <strong>de</strong> la República”.<br />

Página 14. Se suprimen también las líneas 2, 3, 4, y la 5 hasta la palabra<br />

Company inclusive, se agrega una y para seguir conforme al texto hasta la<br />

línea 11, don<strong>de</strong> se suprimen <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong>uda, las palabras: y los<br />

documentos.<br />

Página 14 línea 12, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong>vueltos, suprimir las palabras:<br />

o entregados.<br />

Ha visto la República entera a qué caro precio ha tenido que pagar la<br />

complaciente y fraudulenta ligereza con la cual casi todos los Ejecutivos han<br />

sabido correspon<strong>de</strong>r a las pretensiones o tentaciones <strong>de</strong> los merca<strong>de</strong>res; hemos<br />

palpado nosotros principalmente en esta Cámara, por conducto <strong>de</strong> la misma<br />

Comisión <strong>de</strong> Hacienda que suscribe, cómo un grupo <strong>de</strong> traficantes más o menos<br />

habilidosos y más o menos hambrientos ha logrado siempre amontonar <strong>de</strong>udas<br />

y reclamaciones contra la pobre República, porque un ministro osado o porque<br />

su Presi<strong>de</strong>nte engreído lo hayan querido así, pues, porque un jefesito cualquiera<br />

se hubiese levantado en armas contra el or<strong>de</strong>n público y la única sanción <strong>de</strong><br />

reprobación fuera el reconocimiento <strong>de</strong> los gastos hechos para atentar contra<br />

el or<strong>de</strong>n interior; porque un comerciante quebrado no hubiese tenido otro<br />

recurso que empujar a la manigua a dos o tres infelices para <strong>de</strong>spués hacerse<br />

reconocer por la voluntad <strong>de</strong> este o <strong>de</strong> aquel ministro una cuenta contra el<br />

Estado; porque un condotier cualquiera hubiese sobornado a un oficinista o<br />

a un archivista cualquiera o aun a ciertos diplomáticos educados en el abuso<br />

y en la rapiña para partir beneficios, es por lo que ha crecido y se ha hecho<br />

obligación perentoria para la República, esa cuenta <strong>de</strong> treintitantos millones<br />

que ahora nos constriñe, ¡con sabe Dios qué peligro! a tratar, en la Cámara<br />

Legislativa <strong>de</strong> una República in<strong>de</strong>pendiente ¡<strong>de</strong> estos Contratos humillantes!<br />

Para evitar esta repetición en lo porvenir, para poner a salvo los intereses <strong>de</strong><br />

la República, fuera <strong>de</strong>l apetito <strong>de</strong>vorador <strong>de</strong> empleados y traficantes sin escrúpulos,<br />

es por lo que la Comisión robustece la acción <strong>de</strong>l Congreso según lo<br />

prevé nuestra Constitución, al establecer que es al Congreso a quien compete<br />

el reconocimiento y aprobación <strong>de</strong> las cuentas.<br />

¡Bien sabéis vosotros, que siempre será más difícil corromper a veinticuatro<br />

hombres que se sienten in<strong>de</strong>pendientes, que comprar o tentar a uno<br />

o dos ministros...!<br />

Por todas estas razones intercala la Comisión, que esas cuentas <strong>de</strong>ben<br />

estar <strong>de</strong>bidamente aprobadas por el Congreso, estableciendo, como veréis<br />

386

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!