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De Harmont a Trujillo - Banco de Reservas

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César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO<br />

Se ha hecho una cuidadosa investigación <strong>de</strong> la práctica en que se<br />

lleva la contabilidad y se hace el servicio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda ejecutada<br />

por el Receptor General, y, aunque es aparente que ha habido<br />

alguna confusión o mal entendido, se comprueba que los términos<br />

<strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> 1924 se llenan cabalmente por el Receptor<br />

General. 92<br />

frente a una posición tan lesiva para los intereses nacionales<br />

sólo era posible una acción enérgica, que los políticos dominicanos<br />

se habían mostrado incapaces <strong>de</strong> asumir cuando se trataba<br />

<strong>de</strong> conflictos con potencias extranjeras, muy especialmente los<br />

Estados Unidos. El presi<strong>de</strong>nte <strong>Trujillo</strong>, abroquelado por un <strong>de</strong>recho<br />

tan sagrado como era el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l pueblo dominicano a la<br />

supervivencia, <strong>de</strong>cidió jugar una carta <strong>de</strong>cisiva, en una acción <strong>de</strong><br />

incalculables alcances patrióticos y administrativos. El 23 <strong>de</strong> octubre<br />

<strong>de</strong> 1931, votó el Congreso nacional la Ley <strong>de</strong> Emergencia,<br />

<strong>de</strong> acuerdo con el proyecto que le fuera sometido por el presi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>Trujillo</strong>, por cuyas valientes disposiciones quedaba suspendida la<br />

amortización <strong>de</strong> los empréstitos nacionales cuyo servicio oneroso<br />

había complicado gravemente la situación financiera <strong>de</strong>l Estado<br />

dominicano. Los efectos <strong>de</strong> esa Ley cesarían el 31 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong><br />

1934, o antes, si las causas que la habían generado cesaban en el<br />

lapso <strong>de</strong> su vigencia.<br />

El párrafo c) <strong>de</strong>l artículo 6º <strong>de</strong> esa Ley (nº 206), disponía que<br />

<strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong> Emergencia el gobierno dominicano recibiría un<br />

máximo <strong>de</strong> $125,000.00 mensuales <strong>de</strong>stinados <strong>de</strong> manera específica<br />

a diversos fines, y el párrafo d) disponía que el exceso en las<br />

rentas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cubiertas las asignaciones especiales <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong><br />

Emergencia sería aplicado al pago <strong>de</strong> las cuotas <strong>de</strong> amortización.<br />

Es <strong>de</strong>cir, que en 1931, millón y medio <strong>de</strong> pesos era una cifra que<br />

significaba la vida o la muerte para el Estado dominicano. El señor<br />

92 Colección <strong>Trujillo</strong>, Tomo 15 bis, p. 12.<br />

214

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