De Harmont a Trujillo - Banco de Reservas
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César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO ningún país, han recibido jamás un asedio tan formidable, como las del nuestro en aquellos días aciagos, cuando todas las potencias de la tierra lo acosaban en cobro de sumas que jamás sirvieron para el beneficio de la nación. En uso de los derechos que le confería el artículo 4o. de su contrato, la asociación belga para la defensa de los portadores de bonos, designó como Agente General en Santo Domingo a mr. Willem Willems, quien ejerció durante algunos años sus funciones. CAíDA DEL GObIERNO DE JIMENES MISIÓN DEL MINISTRO pOWELL. pROTOCOLO DE 1903 La enconada polémica pública que acarreó el contrato con la Improvement preparó la caída del presidente Jimenes. En el fondo de toda esa oposición latía un sentimiento político partidista, que desencadenaría más tarde su alud de fuego sobre todo el país. Para colmar los problemas del gobierno se presentó en Santo Domingo mr. William f. Powell, ministro Plenipotenciario de los Estados Unidos en Haití, y Encargado de negocios ante el gobierno dominicano. Powell venía de su residencia de Puerto Príncipe con instrucciones del secretario de Estado Hay para intervenir en el affaire de la Improvement y llegar a un acuerdo satisfactorio. Le acompañaba el impenitente mr. Abbott, vicepresidente de esa compañía. Pero el 26 de abril de 1902, el general Horacio Vásquez, Vicepresidente de la República y Delegado del gobierno en el Cibao, inició el movimiento revolucionario que puso fin a la primera administración de Juan Isidro Jimenes. Establecido un gobierno provisional bajo la presidencia del general Vásquez, las negociaciones con el ministro Powell continuaron a cargo de don Emiliano Tejera, ministro de Hacienda y Comercio, y de don Juan francisco Sánchez, ministro de Relaciones Exteriores. El 31 de enero de 1903 estas laboriosas negociaciones culminaron con un acuerdo firmado por Juan francisco Sánchez y 128
César A. Herrera | DE HARTmOnT A TRUJILLO William Powell, que a la postre resultó más lesivo a los intereses nacionales que los contratos de 1900 y 1901. Aquel enconado grito de guerra “Que rindan las cuentas” que había aturdido al presidente Jimenes, se olvidó entonces a la hora de pactar con el enviado norteamericano. La situación general del problema quedaba modificada radicalmente en prejuicio del pueblo dominicano, que se vería impotente para luchar por la reivindicación de sus derechos, no ya contra banqueros particulares, sino contra el propio gobierno de los Estados Unidos. La Improvement que había mantenido siempre su condición de trustee de los tenedores de bonos extranjeros, había puesto sus reclamaciones en las manos del Departamento de Estado, y por este Protocolo, se reconocía como hecho natural la injerencia ominosa de aquel gobierno en la solución de las diferencias fundamentales que impedían un acuerdo directo entre la compañía y el gobierno dominicano. La oposición al contrato de 1901 argumentaba que la concertación de ese acuerdo sin una previa rendición y examen de todas las cuentas de la compañía, era una renuncia tácita a los derechos de reclamación contra la naturaleza fraudulenta de muchas de esas operaciones que originaron el crecido volumen de esa deuda, especialmente de la conversión del 9 de agosto de 1897 donde la compañía había escamoteado casi un millón de libras esterlinas, sin informar jamás su paradero. Pero el Protocolo de 1903, más que una renuncia, era una entrega absoluta de todos los derechos nacionales, como se evidenció más tarde. El país continuaba avanzando hacia la pérdida de su soberanía. El artículo lo. de ese convenio establecía que el gobierno dominicano pagaría al de los Estados Unidos (no a la Improvement y sus aliadas) la suma de $4,500,000 por las reclamaciones de la San Domingo Improvement y sus aliadas. Las condiciones de cómo se realizaría ese pago serían fijadas por una comisión de tres árbitros. Es 129
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William Powell, que a la postre resultó más lesivo a los intereses<br />
nacionales que los contratos <strong>de</strong> 1900 y 1901. Aquel enconado<br />
grito <strong>de</strong> guerra “Que rindan las cuentas” que había aturdido al<br />
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el enviado norteamericano. La situación general <strong>de</strong>l problema<br />
quedaba modificada radicalmente en prejuicio <strong>de</strong>l pueblo dominicano,<br />
que se vería impotente para luchar por la reivindicación<br />
<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos, no ya contra banqueros particulares, sino contra<br />
el propio gobierno <strong>de</strong> los Estados Unidos. La Improvement que<br />
había mantenido siempre su condición <strong>de</strong> trustee <strong>de</strong> los tenedores<br />
<strong>de</strong> bonos extranjeros, había puesto sus reclamaciones en las manos<br />
<strong>de</strong>l <strong>De</strong>partamento <strong>de</strong> Estado, y por este Protocolo, se reconocía<br />
como hecho natural la injerencia ominosa <strong>de</strong> aquel gobierno en<br />
la solución <strong>de</strong> las diferencias fundamentales que impedían un<br />
acuerdo directo entre la compañía y el gobierno dominicano. La<br />
oposición al contrato <strong>de</strong> 1901 argumentaba que la concertación<br />
<strong>de</strong> ese acuerdo sin una previa rendición y examen <strong>de</strong> todas las<br />
cuentas <strong>de</strong> la compañía, era una renuncia tácita a los <strong>de</strong>rechos<br />
<strong>de</strong> reclamación contra la naturaleza fraudulenta <strong>de</strong> muchas <strong>de</strong><br />
esas operaciones que originaron el crecido volumen <strong>de</strong> esa <strong>de</strong>uda,<br />
especialmente <strong>de</strong> la conversión <strong>de</strong>l 9 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1897 don<strong>de</strong> la<br />
compañía había escamoteado casi un millón <strong>de</strong> libras esterlinas,<br />
sin informar jamás su para<strong>de</strong>ro. Pero el Protocolo <strong>de</strong> 1903, más<br />
que una renuncia, era una entrega absoluta <strong>de</strong> todos los <strong>de</strong>rechos<br />
nacionales, como se evi<strong>de</strong>nció más tar<strong>de</strong>. El país continuaba<br />
avanzando hacia la pérdida <strong>de</strong> su soberanía.<br />
El artículo lo. <strong>de</strong> ese convenio establecía que el gobierno dominicano<br />
pagaría al <strong>de</strong> los Estados Unidos (no a la Improvement y<br />
sus aliadas) la suma <strong>de</strong> $4,500,000 por las reclamaciones <strong>de</strong> la San<br />
Domingo Improvement y sus aliadas. Las condiciones <strong>de</strong> cómo se<br />
realizaría ese pago serían fijadas por una comisión <strong>de</strong> tres árbitros. Es<br />
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