You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
84<br />
LAS GAFAS DE BULU<br />
- Parece que la nuera nació en el mes <strong>de</strong>l monzón – se reía<br />
la vieja cocinera.<br />
- Pues es verdad, nací en agosto. – le contesté ingenua.<br />
Aunque lo intenté todo, sólo conseguí llorar por el humo.<br />
Finalmente puse mantequilla en la sartén y la calenté. Eché el<br />
puri y sin darme cuenta que se había salido fuera añadí más<br />
mantequilla y al mover la sartén se cayó en mi pierna. Di un<br />
grito y cerré inmediatamente la boca para que no pensaran que<br />
me estaba quejando por cocinar. Aunque traté <strong>de</strong> contenerme<br />
no pu<strong>de</strong> resistirlo.<br />
- ¿Qué te pasa? ¿Te has quemado?<br />
- No, solo se ha caído un poco <strong>de</strong> mantequilla.<br />
No vieron que la ropa también se había quemado. Me<br />
excusé para ir al servicio y me metí en mi habitación. Estaba a<br />
punto <strong>de</strong> chillar otra vez cuando apareció mi marido.<br />
- ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?<br />
- Me he quemado con la mantequilla.<br />
- Déjame ver. Tienes una gran quemadura. ¿Por qué no has<br />
dicho nada? Tienes que levantarte <strong>de</strong> ahí rápido.<br />
- Por favor, no diga nada. O todos se reirán <strong>de</strong> mí.<br />
Me puso una medicina azul y se fue curando. Tardó más <strong>de</strong><br />
un mes y aún llevo la cicatriz.<br />
Así fueron pasando los días y una tar<strong>de</strong> que recogía algunas<br />
verduras <strong>de</strong>l huerto se acercó mi suegro. Como no llevaba gafas<br />
apenas le conocí y le dije:<br />
- Panditbaje, ¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> viene a esta hora? ¿Tiene algo que<br />
<strong>de</strong>cirme? – Y según se iba acercando me di cuenta que se trataba<br />
<strong>de</strong> mi suegro. ¡Qué vergüenza! Y todo por no llevar gafas.<br />
A los pocos días mi padre escribió a mi suegro explicándole<br />
que necesitaba gafas y le pedía permiso para que yo las pudiera<br />
usar en la casa. Mi suegro me pidió las gafas para comprobar<br />
qué dioptrías tenía y me autorizó a llevarlas pero sólo en la casa,<br />
no en la calle. Y me entregó la carta <strong>de</strong> mi padre. En aquellos<br />
días todo lo que llegaba <strong>de</strong> fuera era revisado primero por mi<br />
suegro. Cogí la carta y me fui a la habitación. El mundo se me<br />
cayó a los pies. Mi hermano Sanu había fallecido a causa <strong>de</strong><br />
unas fiebres en solo dos días. El día que murió me había estado<br />
recordando toda la mañana. Tan solo nos llevábamos dos años.