Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
POR EL SENDERO DEL ASRAMA 63<br />
Y llegamos a Kulekhani para pasar la noche. Kulekhani era<br />
un sitio precioso. Estaba plagado <strong>de</strong> riachuelos que buscaban,<br />
traviesos, su sen<strong>de</strong>ro entre las rocas. No pu<strong>de</strong> contenerme y me<br />
fui hacia uno <strong>de</strong> ellos.<br />
- Oye, novia, no vayas por ahí. Te pue<strong>de</strong>s resbalar y caer.<br />
No le hice caso. Me acerqué al agua y me lavé la cara. El<br />
agua olía fatal.<br />
- Kalyani, ¿cómo es posible que no aprecien la belleza <strong>de</strong><br />
este lugar? Hay mierda por todos los sitios. Esto podía ser un<br />
paraíso…<br />
Pasamos la noche ahí y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> almorzar salimos hacia<br />
Thankot don<strong>de</strong> solían <strong>de</strong>scansar todos los viajeros. Allí se hacían<br />
pic-nics y se cambiaban <strong>de</strong> ropa para hacer su entrada en<br />
Katmandú.<br />
- Bueno, novia, bájate <strong>de</strong>l palanquín que ya llegamos a<br />
casa.<br />
Miré alre<strong>de</strong>dor y sólo vi unos escalones muy estrechos <strong>de</strong><br />
ma<strong>de</strong>ra que sujetaban un suelo <strong>de</strong> arcilla roja con una alfombra<br />
<strong>de</strong> paja. Todo estaba en silencio. Kalyani tampoco estaba<br />
acostumbrada a estos sitios. No había ni coches ni ricksaws ni<br />
nadie. Y me entraron ganas <strong>de</strong> llorar.<br />
- Maiya, no llores, que estoy aquí contigo. No entiendo<br />
cómo te han podido enviar a un sitio así.<br />
- Oye, novia. No te que<strong>de</strong>s ahí. Cámbiate que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
merendar nos vamos a casa.<br />
Mi cuñada me maquilló y me vestí con un sari rojo, un chal<br />
y me puse algunas joyas que llevaba. Mi cuñado, al verme tan<br />
triste, le dijo al chófer:<br />
- Oye, Shukhadas. Antes <strong>de</strong> llegar a casa pasa primero por<br />
New Road. Así verá la novia que por aquí también tenemos<br />
sitios bonitos.<br />
Y entonces recordé una canción que había oído a una criada:<br />
“Paseemos, Kanchi, por Dillibazar; Vamos a Dillibazar”.<br />
- Yo quiero ver Dillibazar también - le dije en un susurro.<br />
- Vale, vale. Pasaremos por Dillibazar.<br />
Pero Dillibazar resultó un lugar insulso, sin gran<strong>de</strong>s tiendas,<br />
y sin apenas nada que recordar. Al fin llegamos a casa. Era más<br />
gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> lo que pensaba y tenía los tejados rojos. Había mucha