You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
POR EL SENDERO DEL SVADHARMA 161<br />
Cuarenta y seis<br />
En el aeropuerto me pidieron que abriera la maleta. No<br />
encontraba la llave. Les dije con total confianza que era tu<br />
madre. Todo el mundo te conocía por Satyal. Les dije que<br />
seguramente me estabas esperando fuera, como solías hacer con<br />
los turistas cuando llegaban. Entonces en sus caras percibí un<br />
temblor. Ninguno se atrevía a <strong>de</strong>cir nada. No entendía qué<br />
estaba pasando. Sin más, me <strong>de</strong>jaron salir. Tenía una ganas<br />
enormes <strong>de</strong> llegar a casa. Cuando pasé por <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l templo<br />
<strong>de</strong> Pasupati, incliné mi cabeza. Des<strong>de</strong> el puente se veía el humo<br />
<strong>de</strong>l crematorio que se elevaba, como mi oración, al cielo. Alguien<br />
hacía su último viaje. Que Dios bendiga su alma. Y así llegamos<br />
hasta Bhatbhatini. Entonces recordé que hacía poco, <strong>de</strong> camino<br />
a no sé dón<strong>de</strong>, te habías parado en cada templo a rezar pero sin<br />
juntar las manos. Tan sólo te salía una breve inclinación <strong>de</strong><br />
cabeza.<br />
- ¿Es que ya no es necesario adorar a dios juntando las<br />
manos? – te pregunté.<br />
- No, mamá. Si respetamos a quien tenemos que respetar<br />
siempre recibiremos sus bendiciones.<br />
Llegué a casa. La entrada principal estaba abierta. Vi algunos<br />
coches y mucha gente. Pensé que quizás ya habías montado una<br />
fiesta. Esa gente, sin embargo, aunque conocida, no eran tus<br />
amigos. Eran familiares que nunca se les veía salvo en las bodas<br />
o en alguna fiesta muy señalada. Bajé <strong>de</strong>l taxi. Munu, tu hermano,<br />
vino a saludarme.<br />
- Munu, ¿qué hace tanta gente aquí?