A horcajadas en el Tiempo
A horcajadas en el Tiempo
A horcajadas en el Tiempo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
El Orig<strong>en</strong> de las Galaxias<br />
que la creación continúa, <strong>el</strong>lo no significa colocar <strong>en</strong> aprietos a la teoría d<strong>el</strong> Big Bang como han manifestado los ci<strong>en</strong>tíficos que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
propugnando esa nueva versión sobre <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> de las galaxias. Una teoría está <strong>en</strong> dificultades cuando sus predicciones no coincid<strong>en</strong> con los<br />
resultados de laboratorio o con las observaciones. Ese caso no se da para <strong>el</strong> Big Bang. Cada vez que se ha dado la posibilidad de contar con<br />
mediciones fiables, éstas no han sido contradictorias <strong>en</strong> su es<strong>en</strong>cia a los cálculos predeterminado. La radiación fósil y la nucleosíntesis<br />
primig<strong>en</strong>ia son ejemplos más que convinc<strong>en</strong>tes que lo garantizan.<br />
Pero, de todas manera, es necesario reconocer que <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> de las galaxias pres<strong>en</strong>ta dificultades al mod<strong>el</strong>o d<strong>el</strong> Big Bang. Una de <strong>el</strong>las<br />
se refiere al poco tiempo que ha transcurrido para que se hayan formado toda la inm<strong>en</strong>sa cantidad de cúmulos galácticos que somos capaces de<br />
observar.<br />
No se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> bu<strong>en</strong>as explicaciones como para describir la razones que dan orig<strong>en</strong> a que la materia galáctica se pueda cond<strong>en</strong>sar d<strong>en</strong>tro<br />
de un medio que se expande. Recordemos que es la d<strong>en</strong>sidad la que controla la v<strong>el</strong>ocidad de alejami<strong>en</strong>to. Si <strong>el</strong> universo no fuera lo<br />
sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>so como parece que lo es, se dilataría rápidam<strong>en</strong>te sin que nada lo fr<strong>en</strong>ara. En consecu<strong>en</strong>cia, no podríamos estar<br />
escribi<strong>en</strong>do esta historia ya que no t<strong>en</strong>dría galaxias y, por <strong>en</strong>de, no existiría nuestra vapuleada Tierra. Sin embargo, <strong>el</strong> universo ti<strong>en</strong>e la d<strong>en</strong>sidad<br />
mínima como para que la expansión haya sido paulatinam<strong>en</strong>te fr<strong>en</strong>ada por la gravedad y <strong>el</strong> mecanismo germinador se haya puesto <strong>en</strong> marcha.<br />
Ahora, es muy distinto explicarse como sucedió.<br />
Sobre lo anterior, debemos considerar que al marg<strong>en</strong> de la expansión existe otro <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to que se opone al proceso de germinación<br />
galáctico, como es <strong>el</strong> caso de la presión térmica. Ambos <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos juntos g<strong>en</strong>eran <strong>el</strong> efecto de «diluy<strong>en</strong>te espacial». Nuestros conocimi<strong>en</strong>tos nos<br />
indican que deberíamos estar fr<strong>en</strong>te a un crecimi<strong>en</strong>to laborioso y l<strong>en</strong>to. Se necesita tiempo, muchísimos tiempo, como para que se hubiese<br />
transformado una sobred<strong>en</strong>sidad ínfima <strong>en</strong> una refulg<strong>en</strong>te galaxia. Entre <strong>el</strong> Big Bang y hoy <strong>el</strong> tiempo transcurrido es insufici<strong>en</strong>te para llevar a<br />
cabo esa operación. Aquí, si que se debe considerar que se está <strong>en</strong> un problema, máxime si consideramos que las galaxias un vez formadas<br />
como volúm<strong>en</strong>es individuales no se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> expansión <strong>en</strong>dóg<strong>en</strong>a. La t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a la dilatación, una vez que éstas se han formado, ha<br />
desaparecido. Se ha establecido un equilibrio <strong>en</strong> <strong>el</strong>las <strong>en</strong>tre la gravedad y su rotación. Las fuerzas internas les asegura ahora una estabilidad que<br />
las sustra<strong>en</strong> d<strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to g<strong>en</strong>eral d<strong>el</strong> universo.<br />
Precisemos lo anterior para alcanzar una mejor compr<strong>en</strong>sión. Partamos, para <strong>el</strong>lo, sustituy<strong>en</strong>do la escala de tiempo por una de<br />
temperatura, más apropiada para describir los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os físicos. Descartemos la posibilidad de que las galaxias pudieron haberse formado <strong>en</strong><br />
los primeros instantes d<strong>el</strong> universo, ya que la radiación int<strong>en</strong>sa que se debió haber dado <strong>en</strong> esos mom<strong>en</strong>tos cósmicos debió haber horquillado<br />
con éxito los esfuerzos de la fuerza de gravedad, impidi<strong>en</strong>do con <strong>el</strong>lo la acumulación de materia. Visto de otra forma, nada ocurre cuando la<br />
opacacidad d<strong>el</strong> universo impide la radiación fotónica. Por <strong>el</strong>lo, es m<strong>en</strong>ester esperar al término de la era radiactiva. Ésta finaliza cuando <strong>el</strong> plasma<br />
de <strong>el</strong>ectrones y protones se transforma <strong>en</strong> hidróg<strong>en</strong>o, cuando la temperatura bordeaba los 3.000° K y se g<strong>en</strong>eraba la emisión de la radiación<br />
cósmica de fondo.<br />
Es con 3.000° K que pudo empezar a s<strong>en</strong>tirse los efectos de la contracción de la materia primig<strong>en</strong>ia. Al principio, <strong>el</strong> embrión galáctico se<br />
distingue poco d<strong>el</strong> medio circundante. Su campo de gravedad es muy débil; la acumulación de materia se desarrolla d<strong>en</strong>tro de un l<strong>en</strong>to proceso.<br />
Esta primera etapa de d<strong>en</strong>sificación, llamada «fase l<strong>en</strong>ta», llega a su término cuando la d<strong>en</strong>sidad local, más o m<strong>en</strong>os, alcanza a duplicarse. Con<br />
posterioridad, se desata un efecto de «bola de nieve» que ac<strong>el</strong>era <strong>el</strong> proceso hasta llegar a la formación de galaxias, con d<strong>en</strong>sidades de un<br />
millón de veces superiores a la de los medios intergalácticos. Se trata de lo que se llama «fase rápida».<br />
De <strong>en</strong>tre estas dos fases es la l<strong>en</strong>ta la que pres<strong>en</strong>ta problemas para <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o d<strong>el</strong> Big Bang. En efecto, utilizando un resultado simple de<br />
la física queda demostrado que <strong>el</strong> contraste de d<strong>en</strong>sidad aum<strong>en</strong>ta proporcionalm<strong>en</strong>te a la caída de la temperatura de la radiación cósmica de<br />
fondo. Mi<strong>en</strong>tras que la temperatura cae <strong>en</strong> un factor de diez, <strong>el</strong> contraste se increm<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> un factor de diez. Lo anterior, no se condice con las<br />
cifras que se manejan de 3.000° K para <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to de la emisión de la radiación cósmica y sus casi 3° de hoy, lo que repres<strong>en</strong>ta que la<br />
temperatura de la radiación cayó <strong>en</strong> un factor de mil, lo que implica que la sobred<strong>en</strong>sidad g<strong>en</strong>eradora de galaxias sólo se habría podido<br />
acrec<strong>en</strong>tar, <strong>en</strong> <strong>el</strong> mejor de los casos, <strong>en</strong> un factor de mil, lo que a la vista, es toda una contradicción. Más aún, <strong>el</strong> problema se complica cuando<br />
se observan galaxias nacidas m<strong>en</strong>os de mil millones de años después d<strong>el</strong> Big Bang, <strong>en</strong> que su formación debió haber acaecido bajo una<br />
temperatura cósmica de unos quince grados, pero la temperatura <strong>en</strong>tonces solam<strong>en</strong>te había caído desde la emisión de la radiación cósmica <strong>en</strong><br />
un factor 3.000/15 = 200.<br />
Ahora ¿por qué <strong>el</strong> problema? Bu<strong>en</strong>o, como se explica <strong>el</strong> hecho de que las sobred<strong>en</strong>sidades de la radiación cósmica de fondo no<br />
sobrepasan las ci<strong>en</strong>milésimas y, si las multiplicamos por mil, ¡ap<strong>en</strong>as deberían superar hoy una c<strong>en</strong>tésima! O sea, no podríamos estar<br />
escribi<strong>en</strong>do esta historia, ya que la fase l<strong>en</strong>ta todavía no habría terminado y, por consigui<strong>en</strong>te, no se hubies<strong>en</strong> formado aún las galaxias. Pero<br />
estamos vivos y coleando escribi<strong>en</strong>do este cu<strong>en</strong>to y las galaxias se v<strong>en</strong> cada noche <strong>en</strong> <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o y están ahí desde hace mucho...<br />
Por otro lado, aunque admitamos, condicionados por las observaciones, las burbujas, las murallas y los filam<strong>en</strong>tos de galaxias, no<br />
debemos olvidar que <strong>el</strong> universo todavía es notablem<strong>en</strong>te regular, comparado con lo que podría ser. La d<strong>en</strong>sidad de las galaxias y la v<strong>el</strong>ocidad<br />
de expansión d<strong>el</strong> universo son más bi<strong>en</strong> similares <strong>en</strong> toda dirección. Y la int<strong>en</strong>sidad de la radiación cósmica de fondo que nos llega varía m<strong>en</strong>os<br />
de una parte <strong>en</strong> diez mil a medida que nuestros radiot<strong>el</strong>escopios recorr<strong>en</strong> la esfera c<strong>el</strong>estial. Por supuesto que los cosmólogos deb<strong>en</strong> explicar por<br />
qué las galaxias se acumulan como lo hac<strong>en</strong>, pero también deb<strong>en</strong> explicar por qué <strong>el</strong> panorama global es tan uniforme.<br />
Finalm<strong>en</strong>te, si nos ceñimos a lo que hemos descrito aquí, <strong>en</strong>tonces t<strong>en</strong>emos que concluir que <strong>el</strong> efecto gravitatorio por sí solo no es<br />
http://www.astrocosmo.cl/h-foton/h-foton-11_02.htm (6 of 7)29/12/2004 23:38:03