12.05.2013 Views

A horcajadas en el Tiempo

A horcajadas en el Tiempo

A horcajadas en el Tiempo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Hacia <strong>el</strong> Primer Segundo<br />

La broma de Gamow <strong>en</strong> <strong>el</strong> Physical Review era apropiada, puesto que <strong>en</strong> la carta al periódico pres<strong>en</strong>taba una hipótesis sobre la creación<br />

de los primeros <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la tabla periódica. Esbozaba <strong>el</strong> proceso según <strong>el</strong> cual los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos fueron construidos mediante una rápida<br />

captura de neutrones que se convertían <strong>en</strong> protones mediante desintegración beta. Este análisis usó la sección eficaz de captura de neutrones<br />

de ~1 MeV de <strong>en</strong>ergía que se había dado a la publicidad al final de la Segunda Guerra Mundial, como un ejemplo d<strong>el</strong> uso pacífico de las<br />

investigaciones que se llevaron a cabo <strong>en</strong> Los Alamos, d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> proyecto Manhattan. Gamow y Alpher p<strong>en</strong>saron que ésta había sido la manera<br />

<strong>en</strong> la que habían sido creados todos los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos químicos. El mecanismo que se daba consistía <strong>en</strong> que los neutrones y protones colisionaban,<br />

se aglomeraban y eran reconfigurados para formar, primero, hidróg<strong>en</strong>o pesado (un neutrón más un protón) y luego tritio (dos neutrones más un<br />

protón). En <strong>el</strong> sigui<strong>en</strong>te paso, cuando uno de los neutrones d<strong>el</strong> núcleo de tritio se descomponía <strong>en</strong> un protón y un <strong>el</strong>ectrón escapaba, <strong>el</strong> núcleo de<br />

tritio se convertía <strong>en</strong> un isótopo de h<strong>el</strong>io llamado h<strong>el</strong>io–3. Ahora, si al h<strong>el</strong>io-3 se le añade otro neutrón se produce <strong>el</strong> isótopo h<strong>el</strong>io–4. Lo anterior,<br />

se trata de una predicción teórica tan cierta que incluso su comprobación –<strong>en</strong> los difer<strong>en</strong>tes pasos obligados y necesarios que da la ci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><br />

sus procesos de investigaciones- ha llegado a concluir experim<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te que los <strong>en</strong>unciados que daban por cierta la liberación de los quarks,<br />

los compon<strong>en</strong>tes más pequeños de la materia, cuando los protones y neutrones se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran expuestos a <strong>el</strong>evadísimas temperaturas. Los<br />

quarks liberados, junto a los gluones que los manti<strong>en</strong><strong>en</strong> unidos, forman <strong>el</strong> estado de la materia que debió existir inmediatam<strong>en</strong>te después d<strong>el</strong> Big<br />

Bang.<br />

Lo que hemos descrito <strong>en</strong> <strong>el</strong> párrafo anterior corresponde a los primeros <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la tabla periódica que nos dio <strong>el</strong> nacimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong><br />

universo. Los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos químicos más pesados fueron formados más tarde, <strong>en</strong> <strong>el</strong> interior de las estr<strong>el</strong>las. Pero <strong>en</strong> su trabajo teórico-matemático<br />

a Gamow se le escapó un hecho importantísimo susceptible también de comprobación experim<strong>en</strong>tal: cálculos más afinados que los de Gamow,<br />

predic<strong>en</strong> la exist<strong>en</strong>cia de un campo de radiación que baña <strong>el</strong> universo que es equival<strong>en</strong>te al g<strong>en</strong>erado por un cuerpo <strong>en</strong> equilibrio térmico que se<br />

<strong>en</strong>contrara a una temperatura de unos 4° K. En 1948 Alpher y Robert Herman, colega de Alpher, corrigieron algunos errores <strong>en</strong> los cálculos de<br />

Gamow e hicieron la primera estimación matemática de la temperatura d<strong>el</strong> campo de la radiación cósmica d<strong>el</strong> fondo, de unos 5° K.<br />

La cantidad de <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos que predic<strong>en</strong> los cálculos de la<br />

nucleosíntesis primordial dep<strong>en</strong>de drásticam<strong>en</strong>te de la d<strong>en</strong>sidad<br />

bariónica. El gráfico de la izquierda muestra las cantidades<br />

r<strong>el</strong>ativas de H<strong>el</strong>io, Deuterio y Litio. La banda amarilla muestra <strong>el</strong><br />

rango que permit<strong>en</strong> las observaciones actuales. Ello, deja <strong>en</strong><br />

evid<strong>en</strong>cia <strong>el</strong> extraordinario hecho de las coincid<strong>en</strong>cias que se dan<br />

<strong>en</strong>tre la teoría y la observación. Esto implica -según la<br />

indeterminación de la constante de Hubble- una d<strong>en</strong>sidad<br />

bariónica <strong>en</strong> espacios d<strong>el</strong> universo <strong>en</strong>tre una c<strong>en</strong>tésima y seis<br />

c<strong>en</strong>tésimas de lo estimado para la d<strong>en</strong>sidad crítica.<br />

Pero esta cuestión d<strong>el</strong> ylem ha resultado para los físicos cosmólogos una cuestión semejante a la alquimia: una sustancia es<br />

transformada sucesivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> otra. Desde los acontecimi<strong>en</strong>tos descritos por Gamow y Alpher a las <strong>el</strong>aboraciones de otros investigadores han<br />

rev<strong>el</strong>ado que son acontecimi<strong>en</strong>tos consist<strong>en</strong>tes con los que pudo haber sucedido <strong>en</strong> los primeros minutos de la expansión cósmica. Los procesos<br />

que se han llegado a esbozar son –casi sin duda alguna- los que posteriorm<strong>en</strong>te dieron orig<strong>en</strong> a la abundancia de hidróg<strong>en</strong>o y h<strong>el</strong>io que<br />

constituye un nov<strong>en</strong>ta y nueve por ci<strong>en</strong>to de toda la materia d<strong>el</strong> universo.<br />

Gamow explicó también la distribución que puede observarse de las masas <strong>en</strong> <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o. Durante <strong>el</strong> primer millón de años, expuso, la<br />

radiación gobernó <strong>el</strong> universo. En esa época cósmica se había formado sufici<strong>en</strong>te materia para que se volviera preemin<strong>en</strong>te, y alrededor de 240<br />

millones de años más tarde grandes expansiones de gas empezaron a cond<strong>en</strong>sarse. La masa de estas nubes de gas, calculó, era más o m<strong>en</strong>os<br />

equival<strong>en</strong>te a la de las galaxias de hoy.<br />

Pese, como hemos dicho, a conocer experim<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te <strong>el</strong> estado de la materia que pudo haber coexistido <strong>en</strong> la primera millonésima de<br />

segundo durante <strong>el</strong> nacimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> cosmos, algunos físicos prescind<strong>en</strong> de toda precaución e insist<strong>en</strong> <strong>en</strong> su propósito de captar la chispa que<br />

<strong>en</strong>c<strong>en</strong>dió la mecha de donde surgió todo. Lo int<strong>en</strong>tan invocando ideas sost<strong>en</strong>idas <strong>en</strong> sesudos ejercicios matemáticos, conceptos nuevos que ni<br />

contradic<strong>en</strong> los datos experim<strong>en</strong>tales ni cu<strong>en</strong>tan con pruebas <strong>en</strong> qué apoyarse. Estas ideas incluy<strong>en</strong> espacios de once o más dim<strong>en</strong>siones,<br />

«supersimetría» y teorías d<strong>el</strong> gran campo unificado. Sólo algunos físicos cre<strong>en</strong> que tales ideas sean totalm<strong>en</strong>te válidas; no han sido probadas,<br />

desde luego. Sin embargo, sí de esas ideas surgiera un cuadro racional d<strong>el</strong> orig<strong>en</strong> d<strong>el</strong> cosmos tal vez pusiera fin a uno de los grandes capítulos<br />

inconclusos de la ci<strong>en</strong>cia de la física.<br />

Por otra parte, no deja de resultar irónico que para compr<strong>en</strong>der lo más grande que conocemos (<strong>el</strong> universo <strong>en</strong>tero) t<strong>en</strong>gamos que llegar<br />

a dominar las leyes que rig<strong>en</strong> las <strong>en</strong>tidades más pequeñas (las partículas cuánticas). Estas ironías abundan <strong>en</strong> la ci<strong>en</strong>cia. Los ci<strong>en</strong>tíficos, como la<br />

http://www.astrocosmo.cl/h-foton/h-foton-06_02.htm (3 of 4)29/12/2004 23:25:59

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!